La vaca ya no da más leche. Se ha quedado en los huesos. Ya no tiene fuerza para mantenerse en pie porque le han quitado la comida, le han chupado la sangre y están planeando qué hacer con su piel y sus huesos.
Aguantamos la subida de toda clase de impuestos, sube el gasoil hasta cualquier precio sin trabas ni tope, sin que podamos repercutir dicha subida en el precio del transporte, pues no hay nada fijo. Porque el gasoil un día vale a un precio y otro día vale a otro. Tú contratas un viaje a un precio y esa misma noche sube el gasoil y no sirve el precio que has contratado. Nos quieren cobrar todas las carreteras a los camiones cuando ya las hemos pagado con creces. El agua, la luz, la contribución, todo nos sube. Hasta quieren gravar el gasoil con el céntimo sanitario, con todo el morro del mundo (¿dejaremos de pagar la Seguridad Social, ya que nos lo quieren cobrar del gasoil?), y con el impuesto ecológico.
Están todo el tiempo diciendo que nos apretemos el cinturón. Pero apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones a la vez, no puede ser. Permiten que trabaje aquí todo el mundo que quiera sin el menor control. Una persona puede venir de la otra parte de Europa, pagar allí todos los impuestos y trabajar aquí, aprovecharse de la Seguridad Social aquí, y de las estructuras que nos ha costado toda la vida montar a nuestros padres y a nosotros mismos. Y nos hunden el mercado porque el precio al que pueden trabajar es la mitad que el nuestro, porque ellos no tienen nada montado aquí, lo tienen todo fuera, porque viven en el camión. Y lo malo de todo esto es que nuestras empresas ayudan a eso. ¿Cómo quieren que mantengamos las estructuras si no podemos trabajar a un precio digno, que nos dé para mantenerlas?
Si hacemos huelga alguna vez, y seguro que si empieza no se parará así como así, todo el mundo se echará las manos a la cabeza y se preguntarán en los manejados medios de comunicación por qué los transportistas quieren hundir la economía, y sacarán los tanques a la calle para reprimirnos y echarnos la culpa de todo.
Cada vez quedamos menos transportistas autónomos. No se facilita la entrada de nuevos transportistas para ocupar un espacio que nos están usurpando otros que tienen menos requisitos que nosotros, sin cotizar aquí. Ahora, con los tres camiones que se exigen, es imposible, y la gente busca entradas por la puerta de atrás con cooperativas falsas, de los que se aprovecha gentuza. Ya que quieren que Europa sea una, que unifiquen todo o la mayoría de las cosas: el precio del gasoil debe ser el mismo para toda Europa, por lo menos a medio plazo para que las empresas y los autónomos podamos hacer contratos estables y poder planificar las inversiones. Los plazos de cobro también. No puede ser que aquí se pague a 85 días y en Francia a 30 días. Así hay una inseguridad que impide contratar a medio y largo plazo, porque el riesgo es enorme.
Estamos al límite. No sabemos lo que va a ocurrir. Intentaremos aguantar y sobrevivir, porque no nos queda más remedio.