“¿En que consiste, pues, la enajenación del trabajo? Ante todo, en que el trabajo es algo exterior al trabajador, es decir, algo que no forma parte de su esencia; en que el trabajador, por tanto, no se afirma en su trabajo, sino que se niega en él, no se siente feliz, sino desgraciado, no desarrolla al trabajar sus libres energías físicas y espirituales, sino que, por el contrario, mortifica su cuerpo y arruina su espíritu.”
K.Marx
Eran muy pocos de los de a pié , que hasta el 2009 sentían una mínima preocupación por aquella crisis , iniciada a finales de los setenta , que ya nos hizo sentir el trauma del descalabro de la siderurgia, los bienes de equipo y la industria naval. Nos fuimos acostumbrando a las sucesivas crisis , del petróleo, financieras que en aquella Europa del bienestar nacida a mediados de los cuarenta ( aquí sabíamos de oido); formaba parte del chisme periodístico, de las páginas naranja. Eran crisis de ciclo corto , parecía, que el omnipotente sistema siempre podría digerir.
Vivíamos en el mejor de los mundos posibles, en el menos malo de los sistemas. Podría importarle a la “gran ciudadanía” que más de 2⁄3 de la riqueza producida en sus ocho o más horas diarias quedasen en manos ajenas? Que fuesen utilizadas en construir un mundo totalmente ajeno al conocimiento, a las posibles ideas propias, incluso a la gran ciudadanía o contra una parte considerable de ella. ¿A quien podría preocuparle todo un modelo de producción , por supuesto que con diferencias de información , participación y sus consecuencias? La destrucción irreversible de paisajes, pueblos y mundos maravillosos y reales, que nuestros hijos nunca conocerán; eran preocupaciones de cuatro hippis y monjas chaladas que no sabían disfrutar las maravillas del progreso, con sus nuevos y excitantes mundos virtuales. Y fuera de esas horas, en que sumisamente debíamos invertir esa parte de nuestra vida, con los medios facilitados por la empresa, sin saber para que fines, y convertidos en “el otro”; podríamos sentirnos “libres para tener”, lo que nuestros padres no habían podido, comprar, viajar y.…
Y nos despertamos un día en que subidos al arbol “que no era” nos cogió el toro que “si era”. Cuando comprendimos que tras aquellas “HERES puntuales” de los otros, llegaron los despidos, nada pasajeros y progresivamente numerosos. Estalló la burbuja financiera y la onda expansiva se propagó. El mundo virtual de aquella banca que llegó a prestar hasta 50 veces sus haberes, había diferido las consecuencias de un modelo que producía, crecía y destrozaba, más de lo admisible y repartía en créditos fáciles , que nunca recuperaría para que la ciudadanía pudiese consumir hasta lo no imaginable. Comprendimos que nuestra “idea de libertad” no era la libertad.
En la Gran depresión del 29 se puso en pie un potentísimo movimiento obrero que en torno a partidos fuertemente revolucionarios llevaron la iniciativa, que concluyó con el fin de la 2ª Guerra. Luego Yalta , Hiroshima- Postdam; y en Europa, a un lado, el “estado del bienestar” (ahora en derribo) y al otro, el “Socialismo realmente inexistente” que se hundió con el peso de su monstruoso estado .
En la actual Depresión, cuyo fondo está por ver, se ha producido:
1‑en un momento histórico en que la masa de capital acumulado en el mundo ha llegado a cifrarse en magnitudes de valor hasta hace bien poco inimaginables, proceso al cual han contribuido sensiblemente los asalariados del antiguo “bloque” de países “socialistas” reconvertidos al capitalismo.
2‑el Capital globalizado y bien aprehendido, ha iniciado la mayor embestida que la clase obrera haya conocido, desmantelando por adelantado el estado del bienestar o sus primeros pilares allá donde ‑como aquí- no se había logrado levantar, sin mencionar, más abajo, los países dependientes de la periferia. Y “aparentemente” no parece necesitar de sus bandas fascistas en la metrópoli del primer mundo.
3- De momento el FMI y el BM cuya triste medicina ha llevado hasta la agonía a países anteriormente endeudados en América, S.E. asiático y Africa; han invertido la escandalosa situación financiera mundial pretendiendo cubrir su “insuficiente acumulación de plusvalía”, con el brutal recorte de todas las masas salariales (directas y diferidas) de todo el mundo (blanco, negro, amarillo, con buzo, con corbata…) Y con la apreciable ayuda de los estados, instituciones y partidos que se dicen de izquierdas.
4‑La vieja izquierda, política y social, ya no lo es. Y tenemos que pararles los pies (luego).
CUANTIFICACIÓN DEL TRABAJO EN TIEMPO DE CRISIS
Y como “nada es en la mente que no sea a través de los sentidos” (Aristóteles), nos preguntamos si no tendremos que sentir las terribles consecuencias, las que se vivieron en el Este de Europa tras la caída del muro y decidir en consecuencia.
La inmediata consecuencia de una crisis con la ruptura de situaciones sociales, consideradas normales, es la toma de tierra que se vuelve total en el fondo de la Depresión (mínimo del ciclo), cuando hasta los “pobres con corbata” empiecen a comprender que existen las clases, y existe esa “línea infranqueable” entre quienes explotan con sus cipayos y el pueblo trabajador que padece las consecuencias. Es ahí donde tiene sentido el dilema “Socialismo o barbarie” de Rosa Luxemburgo.
Un escenario de crisis empieza a sentirse moral, física y socialmente. Los datos aportados en reciente trabajo por la Dra. Angeles Maestro visualizan las previsibles consecuencias sanitarias de la actual crisis (comprobación cuantitativa de paro, enfermedad, muertes prematuras…) en la clase trabajadora, a partir del estudio histórico-médico de anteriores crisis. Las crisis del capitalismo y el incremento de las tasas de desempleo se corresponden con gran pérdida en calidad de vida del trabajador y fuertes aumentos de tasas de mortalidad.
La Depresión del 29 conllevó la caída del PNB en USA del 40% y la del consumo en un 30%. La Tasa de Mortalidad por suicidio se incremento en un 40%
La desaparición de la URSS y la consecuente privatización masiva de empresas y servicios públicos entre 1991 y 1994, supuso una caída sin precedentes de conquistas sociales. De la noche a la mañana desaparecieron millones de puestos de trabajo. Cayeron las redes de protección social. Se produjo el colapso de los servicios públicos. Entre 1990 y el 2000 cae el PIB (de 2.500 a 1900$), a la vez que la Tasa de Mortalidad crece en un 20% (los suicidios habían crecido un 40%). Los mayores aumentos de la mortalidad se produjeron en los grupos de población de edad laboral (15 – 60años) y el más elevado, en el grupo de 25 a 39 años. Este aumento de mortalidad se cuantifica en 3 millones de personas/año. (del Informe Stuckler en 25 países de la antigua URSS)
Muy al contrario, en caída similar del PIB, en Finlandia y Cuba, manteniendo el sistema de protección social, no alteraron sensiblemente su tasa de mortalidad.
Junto al informe Stuckler, existen numerosos análisis cuantitativos que nos dicen del componente de clase en la calidad de vida, muy especialmente en épocas de crisis, desde aquel conocido trabajo de Engels sobre “La situación de la clase obrera en Inglaterra” o las conocidas descripciones de novela realista de Gide, Zola…
Los programas del FMI, en sudamérica, sudeste asiático y Africa, han supuesto un incremento medio de la Tasa de Mortalidad por Tuberculosis del 4,1% por año. Cada 1% de incremento en los préstamos del FMI han conducido al aumento del 0,9% . Los programas del FMI han inducido el crecimiento en 1⁄3 de la tasa de Mortalidad por Tuberculosis. Y podríamos continuar….
Hasta aquí las consecuencias del robo de la gran parte de riqueza (plusvalía) producida con el trabajo (tiempos y ritmos), con el tiempo de vida del trabajador y en la producción de un producto ajeno, en proyecto y consecuencias, para el trabajador, sujeto pasivo y pocas veces consciente de su deshumanización en el actual modelo.
LA IDENTIDAD (RAZÓN DE VIDA ) Y EL TRABAJO
¿Qué puede suponer la reciente crisis en la población trabajadora?
Habrá que empezar preguntando qué supone el actual modelo de producción en la vida de un trabajador, ese ser humano que tiene que vender una gran parte de su vida para seguir viviendo. ¿Viviendo? ¿Cómo? ¿Para qué?
Es aquí donde se topa con el foco del cáncer del trabajo en el modo de producción capitalista. El trabajo enajenado destruye la identidad humana: el trabajador es apartado de su creatividad, del medio de producción y separado del resultado de su trabajo, con el trágico resultado de estar construyendo y reproduciendo un mundo que le convierte en objeto pasivo.
Durante su estancia en París, Karl Marx (1818−1883) se dedicó al estudio sistemático de la economía política, tomando nota de largos pasajes de los libros que analizaba y haciendo observaciones, en ciertos casos muy desarrolladas. Como fruto de estos estudios y tras publicar en los Anales Franco-Alemanes la “Introducción a la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel”, redactó entre marzo y agosto de 1844 tres manuscritos que constituyen el borrador inconcluso de una obra que jamás llegó él a publicar. Conocemos que se publicó íntegramente, por primera vez, en 1932, como Manuscritos económicos-filosóficos de 1844.
Los Manuscritos suponen el inicio de una actitud científica nueva que interrelaciona filosofía, economía y sociología del análisis teórico, con la realidad material de la humanidad. Son el resultado de un proceso dialéctico entre teoría y práctica, superando la incapacidad de las ciencias académicas ( economía, sociología, filosofía…) para asumir la realidad humana y la realización de su identidad. Marx destapa la contradicción de una realidad económica que destruye la identidad humana sometiéndola a la supremacía de las cosas, cuando la creación de riqueza (proceso de producción) supone el empobrecimiento integral del trabajador. Es la inversión entre el sujeto y el objeto.
Pero el trabajo en el capitalismo está completamente enajenado. Le pertenece a otro. Este trabajo humano genera un producto que se vuelve en contra del trabajador, se independiza y se le vuelve hostil. “La actividad vital consciente distingue al hombre directamente de la actividad vital de los animales…El trabajo enajenado invierte la relación, haciendo que el hombre, precisamente porque es un ser consciente, convierta su actividad vital, su IDENTIDAD, simplemente en un medio para su EXISTENCIA”.
Es a partir de este inicio, creo que trascendental, donde se insinúa la utopía de una nueva humanidad, presente en la arquitectura del materialismo histórico, fundamento de la formación social que no condicione la reconciliación de mujeres, hombres, de pueblos…, del género humano con su identidad. Y en ese mundo en que cada cual aporte según sus posibilidades y reciba según sus necesidades, el trabajo sería un medio de realización de la propia identidad, reconciliando a su vez la humanidad con la naturaleza. (2011−02−25)
jon kerejeta (ingeniero e historiador)
NOTAS (pequeño diccionario):
Riqueza- La riqueza es trabajo acumulado. Solo el trabajo crea riqueza . La riqueza se ha acumulado generacionalmente al margen de los propios trabajadores. La riqueza se origina en el proceso de producción, proceso en que la mercancía es la fuerza de trabajo del trabajador, una parte de su identidad y tiempo de vida
Plusvalía: Es el excedente de trabajo apropiado por el capital que no revierte en salario
Salario: Parte (mínima) del propio trabajo que percibe el trabajador
Explotación (PLUSVALIA)- Excedente de trabajo apropiado por el capital que no revierte en salario.
TASA de PLUSVALÍA (EXPLOTACIÓN) (Pv = P/V)- Es la relación entre la plusvalía generada por el trabajador y su salario. De otra manera, la relación entre lo que produce para el patrón y lo que produce para su salario.
Composición orgánica del capital ( C /V ): Es la medida de concentración de capital que supone la relación entre el desarrollo de la empresa (capital constante) y la masa salarial (capital variable).
Tasa de ganancia- Medida del desarrollo capitalista . Se mide por la relación entre la plusvalía (ganancia) total y la inversión total.
G = PLUSVALIA /INVERSIÓN = P /(C+V) = (P/V) /( C/V +1)
= tasa plusvalía /( comp.org.cap. + 1 )
La crisis se produce en el colapso de la sobreproducción (no se produce en función de la necesidad), cuando la tasa de plusvalía decrece bruscamente (por déficit de demanda) con respecto a la composición orgánica del capital ( crece en la medida del desarrollo tecnológico). A partir de esta situación se producen los primeros efectos visibles con la caida del PIB y la perdida de empleo
Modo de producción: concepto teórico que expresa la fase social correspondiente a las fuerzas productivas y las relaciones de producción
Formación social: expresa la relación real en “tiempo y espacio” de modo de producción y las relaciones sociales
Identidad: (mismidad, se es, razón de la existencia) = línea dialéctica, proyecto que unifica, en tiempo y espacio, lo que ha sido con lo que se quiere ser, fundamentando la propia existencia. Sin identidad ¿Qué es la existencia?
Propiedad: (se tiene) – se opone a la identidad
Esencia: (ente de razón) = Aquello por lo que un ser es lo que es
Ciudadania: ente social abstracto sin identidad subjetivada
Pueblo Trabajador: colectivo de clase obrera y marginados con conciencia de identidad nacional y de clase