No vamos a repetir todo lo que ya sabemos acerca de la grave crisis, no sólo financiera, sino social, de cuidados, de valores, de derechos… en la que estamos inmersas, y que a nosotras nos ataca con mayor virulencia.
Pero esto no es algo nuevo, ya que en este modelo socioeconómico basado en la división sexual del trabajo, siempre nos ha tocado la peor parte: trabajos más precarios, brecha salarial (7.000 euros menos por año que el sueldo de los hombres), contratos temporales, a tiempo parcial, vacíos en la cotización, debido a las continuas idas y venidas al mercado laboral para dedicarnos a los cuidados, dobles y triples jornadas… Si las mujeres, en momentos de bonanza económica, hemos sido prescindibles ¿Cómo no lo vamos a ser en momentos de crisis económica?
Sin embargo el sistema capitalista patriarcal cuando habla de la crisis olvida intencionadamente la crisis de cuidados. Esta crisis ha sido resultado de la entrada generalizada de las mujeres al mercado laboral y de la falta de voluntad política, social y económica de garantizar el bienestar de amplios sectores de la población que demandan cuidados.
Tradicionalmente las mujeres hemos sido y seguimos siendo, las que hemos desempeñado el papel de cuidadoras. Un trabajo invisibilizado, pero imprescindible para sostener el sistema capitalista y heteropatriarcal. Cuando la situación económica ha sido de bonanza parte de los trabajos necesarios para la calidad de vida se han sacado al mercado laboral, es decir, fuera del hogar; pero en época de recesión económica, vuelven al ámbito doméstico, duplicando y triplicando la jornada de las mujeres.
Ante todo esto ¿qué hacemos y qué decimos las feministas?
Seguimos exigiendo otro modelo social y económico no centrado en el mercado y reivindicando la urgencia de políticas feministas radicales como solución a esta crisis del sistema.
Desde el Movimiento Feminista de Euskal Herria, hacemos un llamamiento propio a todas las mujeres, para que se sumen a la Huelga General del 29 de marzo. Además como seguimos siendo nosotras quienes realizamos las tareas domésticas, animamos a todas a participar en la huelga, colgando los delantales de las ventanas y balcones y visibilizando así nuestra doble y triple jornada.