El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo acaba de hacer pública la Sentencia G. contra Francia numero 27244⁄09 con fecha 23/02/2012 sobre la permanencia en prisión de presos gravemente enfermos, sentencia que viene en un momento en el que se está reclamando la puesta en libertad de presos vascos encarcelados con enfermedades graves e incurables. En la sentencia se concluye que:
Una persona mantenida en prisión con graves problemas mentales hace más difícil que se le pueda proporcionar un tratamiento médico requerido a su situación y somete al reo a una situación que excede el nivel inevitable de sufrimiento inherente en el detenido. Se condena al estado francés por tratos inhumanos y degradantes por mantener a una persona con problemas mentales en prisión, en base al artículo 3 delConvenio Europeo de Derechos Humanos.
Convenio ratificado por España y que por tanto le vincula. La sentencia es clara y de gran importancia en lo referente al reconocimiento de los derechos de una persona presa y gravemente enferma y su acceso a la libertad. Recordar en este sentido que el preso político vasco Txus Martin, encarcelado en la prisión de Zaballa, que sufre un trastorno esquizo-afectivo con componente delirante. Martín permaneció 8 años en prisión en el Estado francés en situación de incomunicación lo que le llevó a desarrollar la enfermedad que ahora padece y se encuentra en prisión preventiva, es decir, sin ninguna sentencia firme en su contra.
Aún sabiendo que su permanencia en prisión puede agravar su estado de salud, la fiscalía ha negado su puesta en libertad, teniendo conocimiento de que su situación no se ha adapta a las obligaciones legales, como así lo demuestra la sentencia mencionada .
Al igual que Txus Martín, otros 8 presos y presas políticas vascas gravemente enfermas permanecen en prisión contraviniendo tanto la propia legislación española como internacional, aplicando una serie de medidas de excepción que pueden tener nefastas consecuencias para los presos y presas que tienen enfermedades graves e incurables.
Por todo ello sólo podemos exigir, la inmediata liberación de los presos y presas políticas vascas que se encuentran gravemente enfermos ya que su situación en prisión no sólo es ilegal, sino que atenta contra uno de los derechos más básicos como es el derecho a la salud.