Ayer me llegó un e‑mail proponiendome que haga un análisis y de mi opinión sobre un reciente texto titulado “Sobre la pretendida unidad en la pretendida izquierda” de la organización comunista vasca Kimetz. Es interesante que me mandéis peticiones de temas a tratar porque muchas veces me cuesta elegir el tema del día. Dicho esto, vamos a reflexionar un poco hoy sobre el texto antes mencionado del que a continuación pondremos un resumen en cursiva:
La unidad de la izquierda no puede estar supeditada a la existencia de coincidencias en la práctica. (…) para poder realizar las labores que la historia nos designa como clase social oprimida, debemos primero dotarnos de un elemento organizativo, en forma de partido, que pueda avanzar el programa que la clase obrera de este país necesita.(…) Resulta cuando menos curioso, que grupos que llevan en sus siglas la palabra comunista,nieguen constantemente la unidad con otros comunistas, y se plieguen a caricias políticas con grupos de marcado carácter socialdemócrata. ¿Acaso la unidad de la clase obrera vasca surgirá de un espacio en el que ni siquiera se habla de socialismo? (…) entendemos necesario el debate, pero para discutir sobre cuestiones como por ejemplo la manera de abordar la huelga general, intentando en todo momento alcanzar una dinámica de lucha desde la base hasta alcanzar el nivel general, acumulando fuerzas por sectores, eskualdes y herrialdes, y buscando complicidades en el estado, para acabar por lanzar un gran proceso huelguístico que cree las condiciones para acabar con el sistema capitalista. Mientras sigamos a la defensiva seguirán llegando reformas. (…)
La unidad de la izquierda no puede estar supeditada exclusivamente a coincidencias en la práctica pero sin esas coincidencias en la práctica no existe unidad de la izquierda. Y lo que es más importante incluso, sin una práctica no se genera adhesión al proyecto. La izquierda no se genera espontáneamente, necesita de elementos que creen una coyuntura donde se haga apostar a la clase trabajadora por cierta teoría. En nuestro caso por un estado socialista independiente. Es decir,es necesario crear un “ecosistema social” a base de “práctica” que genere las condiciones donde exista y crezca la izquierda. Lo que fue llamado en su día “la construcción social” que ha ido inseparablemente unida a la “construcción nacional”, en la estrategia de construcción nacional y social iniciada en los 90 por el MLNV. Esta construcción social requiere por fuerza no partir de análisis maximalistas en cuanto a la unidad de fuerzas sino todo lo contrario. Bajarse hasta el nivel popular más básico para mano a mano con las clases populares construir la alternativa barrio a barrio y pueblo a pueblo. Este esquema ha llegado recientemente tambien al ámbito institucional y apenas ha entrado aún en rodaje.
De abajo a arriba, pueblo a pueblo, barrio a barrio y a nivel nacional. Se empezó a trabajar mas intensamente que nunca en todos los sectores estratégicos; cultura, euskara, lucha de clases, enseñanza… y no solo con el sector clásico simpatizante de la izquierda abertzale. No, para nada. Se activó a toda persona que compartiera los objetivos concretos en cada iniciativa práctica. Y se estrecharon lazos con movimientos muy diferentes.
No se esperó que la sociedad vendria sino que se fue a buscarla. Fue activada, se trabajó con ella y se fueron creando esos lazos que aún perduran y que han ido creando poco a poco un tejido social idóneo para los intereses abertzales de izquierda. Con paciencia y mucho trabajo de fondo. Una lucha anónima y profundamente revolucionaria. Con frutos que tardan en recogerse pero que llegan.
Por lo tanto una práctica coincidente es un valor de máxima importancia para dar los pasos necesarios en el camino hacia el estado socialista. Y esa práctica está basada en los problemas principales que azotan a la clase obrera vasca.
Al final la fórmula es la siguiente: La acumulación que predica kimetz se basa en acumular sectores con un valor socialista 100, olvidandose del 1 hasta el 99 y a la mayoría de la sociedad en el proceso. Mientras que el proceso más efectivo y seguramente el único viable es trabajar mano a mano con los que no sean 100 para que mediante la práctica y de una forma pedagógica
vayan subiendo escalones.
Para llevar a cabo esta labor el MLNV se ha dotado de diversas herramientas organizativas propias casi todas ellas ilegalizadas y que no se ahondarán en ellas en este texto pero que son ampliamente conocidas y que a lo largo de la historia del proceso de liberación nacional y social han servido de motor y dirección política para la consecución del estado socialista vasco. Organizaciones de clase y revolucionarias incluidas. Esquema estructural que a lo largo de las décadas y mediante la praxis ya comprobada han sido superiores a modelos plantilla como el que propone kimetz aplicados y ya fracasados en Euskal Herria o en otras latitudes de nuestro entorno cercano como el estado español o el francés, al no estar imbricadas en el caudal central de lucha de la clase trabajadora e intentar aplicar un modelo vanguardista exógeno. A modo de ejemplo; Es imposible que ninguna organización juvenil pueda ser vanguardia de la juventud vasca por encima de la organizacion juvenil del MLNV. Por historia, por compromiso y por recorrido político. Por no hablar de alguna otra organización.
Sin embargo el modelo estructural no es un esquema fijo y es cambiante amoldandose a las situaciones a lo largo de los años. Precisamente justo ahora ese es un debate no cerrado (nunca lo es) y en mi opinión si existen vacíos, sobre todo desde hace algunos meses aunque también parece que se están dando pasos en buena dirección por otra parte.
En medio siglo de historia jamás se ha estructurado al MLNV entorno a un partido vanguardia. O mejor dicho, si se hizo a través de EIA con las consecuencias a la vista. HASI nunca llego a ser partido vanguardia pese a revisionismos históricos más cercanos a intereses concretos que a una realidad.
En cualquier caso nada impide a los comunistas que se organizen de la mejor manera que crean conveniente, pero lo que no se puede esperar es que nadie otorgue a ninguna organización rango de vanguardia mientras que no haya demostrado que pueda serlo y ya existiendo organizaciones con numerosos años de batalla y con legitimidad social y política es algo que no es nada fácil sobre todo cuando sectores populares que son los que en última instancia otorgan ese beneplácito son tratados de “pretendida izquierda”.
En realidad ya existen “partidos comunistas”, Kimetz sería uno de ellos. Y sinceramente creo que más que realizar un análisis externo de cara a preguntarse porque un partido comunista no tiene la influencia requerida en el contexto vasco poniendo el acento en la crítica externa habría que hacerlo en la autocrítica. Y yo remarcaría personalmente tres puntos.
- La unidad comunista es imposible cuando existe demasiado capitán y poco marinero.
- La unidad comunista es imposible cuando existe una confrontación evidente entre el intento de exportación teórica y crítica del comunismo español al contexto vasco aunque sea desde posturas independentistas.
- La vanguardia no se crea, la otorga el pueblo.
En mi opinión, mediante la profundización del proceso de liberación nacional y social donde el comunismo, tanto ayer como hoy, cumple un papel importante, hará en su debido momento y cuando el contexto lo requiera, no solo la creación de un gran partido comunista vasco sino que el MLNV al completo será un movimiento comunista en el contexto de un estado socialista vasco inminente con diferentes tendencias en su seno y con sus características muy marcadas y especiales del socialismo vasco, hoy en construcción y con la necesidad de la aportación comunista entre otros. Que las etapas se vayan quemando más rapido es responsabilidad del comunismo y de que se dote de las estrategias y herramientas adecuadas hoy y ahora, pero no solo de él. Y el mayor peligro y actitud más peligrosa en la que podría caer es en mantenerse al margen de la unidad de acción de todo sector a la izquierda del PNV siendo esto una pieza clave de cara a la consecución de la hegemonía de la clase trabajadora y de la izquierda en este país.
Por lo tanto: ¿Es deseable la unidad del comunismo?. Lo es, y que se dote de las herramientas organizativas que considere oportunas, de igual manera es importante que todo sector revolucionario, libertarios incluidos, se una y a gran escala que todos los sectores populares den forma al bloque histórico necesario hacia la independencia y el socialismo ya que sin ese bloque el comunismo muere ahogado.
Creo que no es correcto proponer lanzar un gran proceso huelguístico que cree las condiciones para acabar con el sistema capitalista, buscando la complicidad de fuerzas del estado español, sin tener en cuenta el proceso de liberación nacional ya que es el eje principal donde la la lucha de clases toma forma en Euskal Herria ni tampoco olvidando y obviando que para llevar a cabo estrategias de lucha de ese nivel se olvide de todo el recorrido previo necesario donde precisamente “las pretendidas izquierdas” son las que tendrán que ser entre otras sujeto de esa lucha. La consecución del estado socialista vasco pasa por la ruptura con el estado español y francés, arrebatando a esos estados el derecho de autodeterminación secuestrado. Es imposible el estado socialista vasco sin las herramientas que posibiliten al pueblo vasco decidir y eso a su vez también solo pasa por la independencia nacional. La estrategia planteada por kimetz estaría por tanto en la línea de las ya planteadas en su día por ETA VI, LCR, MCE etc..
La lucha nacional y social tiene que avanzar desde hoy conjuntamente, con la complicidad de fuerzas, no solo del estado español sino de todo el mundo, pero la primera parada será el derecho de autodeterminación. Dandonos las herramientas y el contexto para construir el estado socialista. No cometamos errores del pasado.