Con­tra el des­pil­fa­rro de dine­ro públi­co, Mar­kel Olano y Eneko Goia res­pon­sa­bles de los des­fa­ses de Bidegi

POR UN CAMBIO DEL MODELO SOCIAL PARA UNA GIPUZKOA DIFERENTE: ¡PARALIZACIÓN DE LAS GRANDES INFRAESTRUCTURAS! fue el lema que uti­li­za­mos el pasa­do 4 de febre­ro en la mani­fes­ta­ción secun­da­da por miles de per­so­nas en Donos­tia, en opo­si­ción a dife­ren­tes pro­yec­tos y agre­si­vos pla­nes de infra­es­truc­tu­ra y por un mode­lo que res­pe­te la natu­ra­le­za y las con­di­cio­nes de vida de la población.

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Dicha polí­ti­ca de infra­es­truc­tu­ras ha sido amplia­men­te cues­tio­na­da social­men­te duran­te estos últi­mos años, pues se han fomen­ta­do a tra­vés de la impo­si­ción y sin dar nin­gu­na opor­tu­ni­dad a los pue­blos afec­ta­dos a par­ti­ci­par en las deci­sio­nes o tener en cuen­ta su opi­nión. La fal­ta de trans­pa­ren­cia y par­ti­ci­pa­ción social, no hizo más que ali­men­tar el problema.

Es pre­ci­so des­ta­car el inmen­so agu­je­ro eco­nó­mi­co en que se han con­ver­ti­do las infra­es­truc­tu­ras en los últi­mos años, des­cu­brién­do­se aho­ra el derro­che de recur­sos y los pelo­ta­zos que se han dado con la eje­cu­ción de obras públi­cas par­ti­cu­lar­men­te no ren­ta­bles y cuya jus­ti­fi­ca­ción ofi­cial se ha cons­trui­do recu­rrien­do sis­te­má­ti­ca­men­te a un retó­ri­co inte­rés gene­ral y a hipó­te­sis fal­sas de ren­ta­bi­li­dad socio­eco­nó­mi­ca y de crea­ción de empleo. Res­pec­to a lo cual, ese empleo ha con­sis­ti­do en con­tra­tos fue­ra de los con­ve­nios labo­ra­les de Eus­kal Herria, con jor­na­das labo­ra­les de 12 horas y bajo con­di­cio­nes de inse­gu­ri­dad labo­ral que se sal­dan con la muer­te de nume­ro­sos trabajadores.

La prio­ri­dad otor­ga­da al gas­to públi­co en infra­es­truc­tu­ras se ha hecho, con un cos­te colo­sal, a expen­sas del enor­me endeu­da­mien­to públi­co pro­vo­ca­do por estas polí­ti­cas derro­cha­do­ras, hipo­te­can­do medioam­bien­tal y eco­nó­mi­ca­men­te los bie­nes comu­nes en bene­fi­cio de intere­ses empre­sa­ria­les muy con­cre­tos, absor­bien­do cre­cien­te­men­te los recur­sos que requie­ren impe­rio­sa­men­te otros sec­to­res de acti­vi­dad eco­nó­mi­ca, social o cul­tu­ral y la cober­tu­ra de nece­si­da­des socia­les. Estos pro­ce­sos están tenien­do ya con­se­cuen­cia socia­les muy gra­ves, que, si no cam­bia­mos de rum­bo, lo serán aún más si cabe en el con­tex­to de la pro­fun­da cri­sis eco­nó­mi­ca en la que nos adentramos.

Los car­gos polí­ti­cos aco­mo­da­dos en la acos­tum­bra­da polí­ti­ca desa­rro­llis­ta son los que quie­ren impe­dir polí­ti­cas de cam­bio y seguir man­te­nien­do la pre­sión des­truc­ti­va sobre el terri­to­rio, acu­dien­do en tan­to que fir­mes sos­te­ne­do­res de los intere­ses eco­nó­mi­cos y pri­va­dos crea­dos en torno al fabu­lo­so nego­cio de las infra­es­truc­tu­ras, a la polí­ti­ca de hechos con­su­ma­dos para tra­tar de colar sus mega­pro­yec­tos. Aquí tene­mos una prue­ba escan­da­lo­sa de todo ello: Mar­kel Olano, Eneko Goia y Bor­ja Jau­re­gi darán hoy expli­ca­cio­nes en las Jun­tas Gene­ra­les de Gipuz­koa en rela­ción con la situa­ción de las irre­gu­la­ri­da­des efec­tua­das en las cuen­tas de la legis­la­tu­ra ante­rior en el Depar­ta­men­to de Infra­es­truc­tu­ras Via­rias de la Dipu­tación Foral. No debe­mos olvi­dar que esas irre­gu­la­ri­da­des corres­pon­den prin­ci­pal­men­te a la Auto­pis­ta Eibar-Gas­teiz y el segun­do cin­tu­rón de Donos­tia, cuyas obras fue­ron pues­tas en entre­di­cho no solo des­de el pun­to de vis­ta del impac­to ambien­tal, sino tam­bién laboral.

Se tra­ta de una prue­ba ine­quí­vo­ca de la prin­ci­pal moti­va­ción de los polí­ti­cos y empre­sas cons­truc­to­ras a la hora de cons­truir una gran infra­es­truc­tu­ra, pues en el caso de Bide­gi, tal como anun­ción el Tri­bu­nal Vas­co de Cuen­tas Públi­cas, las des­via­cio­nes pre­su­pues­ta­rias en cin­co obras via­rias ron­dan entre el 32 y 53% (debe­mos tener en cuen­ta que la si la deu­da actual de la Dipu­tación Foral de Gipuz­koa es hoy en día de 500 millo­nes, la de Bide­gi es de ¡900 millo­nes!). Por tan­to, que­da cla­ro que esta actua­ción polí­ti­ca afec­ta a toda la ciu­da­da­nía, pues aun­que algu­nas per­so­nas hayan sido direc­ta­men­te afec­ta­das, el mode­lo mis­mo de desa­rro­llo y des­pil­fa­rro impul­sa­do por este tipo de polí­ti­cos se sus­ten­ta en el dine­ro públi­co, en los recur­sos públi­cos apor­ta­dos por toda la ciudadanía.

Ante esta situa­ción, la res­pon­sa­bi­li­dad que nos corres­pon­de como orga­nis­mos popu­la­res es la de actuar con inde­pen­den­cia y deter­mi­na­ción por la para­li­za­ción de estos pro­yec­tos, impul­san­do la movi­li­za­ción y la con­tes­ta­ción popu­lar. En cual­quier caso, sería equi­vo­ca­do creer que las res­pues­tas están todas en las ins­ti­tu­cio­nes, sino que los logros, si final­men­te se con­cre­tan, serán a nues­tro enten­der fru­to fun­da­men­tal­men­te de la toma de con­cien­cia y del esfuer­zo de la pobla­ción. Por tan­to, hemos de per­sis­tir en la lucha por la para­li­za­ción de las gran­des infra­es­truc­tu­ras y de los pro­yec­tos des­truc­ti­vos, inci­dien­do en la nece­si­dad de trans­for­mar el mode­lo y en la impor­tan­cia de la defen­sa de la tie­rra para que cua­je un cam­bio social verdadero.

AHT GELDITU ELKARLANA 

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