El socia­lis­mo abar­ca todos los aspec­tos de la vida- Manuel Taibo

El socia­lis­mo es un ideal a rea­li­zar por obra del pue­blo. Como aspi­ra­ción inclu­ye una trans­for­ma­ción de las ins­ti­tu­cio­nes socia­les y cul­tu­ra­les, del Esta­do Capi­ta­lis­ta, de la ense­ñan­za, del dere­cho. El socia­lis­mo supo­ne una trans­for­ma­ción de la moral bur­gue­sa, pues­to que inclu­ye una huma­ni­za­ción de las rela­cio­nes entre las cla­ses, es decir, supo­ne que los valo­res que en el capi­ta­lis­mo jerar­qui­zan la con­vi­ven­cia o subor­di­nan unos indi­vi­duos a otros dejan de cum­plir tal fun­ción pre­ci­sa­men­te por­que la pose­sión de rique­za, que es el medio de encum­brar­se y de adqui­rir valor, se les ha hecho imposible.

El socia­lis­mo no es eco­nó­mi­co sólo, abar­ca todos los aspec­tos de la vida, no es dog­ma suyo ni mucho menos que la igual­dad y el fin eco­nó­mi­co sea el supre­mo, pero va dere­cha­men­te a la revo­lu­ción eco­nó­mi­ca, segu­ro que todo lo demás se nos dará por aña­di­du­ra. El socia­lis­mo, de acuer­do con este prin­ci­pio, pone su raíz y su asien­to en la for­ma eco­nó­mi­ca de la socie­dad, en la con­fian­za de que todos los demás aspec­tos se refor­ma­rán refor­man­do el fun­da­men­tal. La moral el arte, el dere­cho, la cien­cia, la polí­ti­ca, todo des­can­sa en cimien­tos eco­nó­mi­cos, todos los carac­te­res de un pue­blo bro­tan de su estruc­tu­ra eco­nó­mi­ca, esta es lo esencial.

Que­re­mos ir a la lucha, que­re­mos que se abra una polé­mi­ca en que, apa­rez­ca el pro­pó­si­to de ir al encuen­tro de la men­ti­ra de las Uni­ver­si­da­des comer­cia­les, la men­ti­ra de la Aca­de­mia, la men­ti­ra de la polí­ti­ca. La socia­li­za­ción de los medios de pro­duc­ción, la supre­sión de pro­duc­cio­nes de lujo, la socia­li­za­ción de los medios de comu­ni­ca­ción, la socia­li­za­ción de la salud, la socia­li­za­ción de la edu­ca­ción, la orga­ni­za­ción ver­da­de­ra del tra­ba­jo, el aho­rro del inmen­so, increí­ble­men­te inmen­so derro­che del man­te­ni­mien­to del gas­to que lle­va el man­te­ner la pro­pie­dad pri­va­da, todo esto, que es en el fon­do la razón de ser del socia­lis­mo, trae­rá con­si­go la trans­for­ma­ción del medio social, para aco­mo­dar­se al cual serán pre­ci­sas las vir­tu­des mora­les que bro­tan del espí­ri­tu de la soli­da­ri­dad y que van for­mán­do­se al calor de la unión en el espí­ri­tu del pue­blo y sus difi­cul­ta­des. Y es que cómo en la cons­ti­tu­ción eco­nó­mi­ca repo­sa la injus­ti­cia radi­cal, com­ba­tir­la es com­ba­tir por el rei­no de la Justicia.

Toda­vía no entra en cier­tas cabe­zas de pie­dra la idea de que el socia­lis­mo es pro­duc­to de la evo­lu­ción eco­nó­mi­ca, que no se tra­ta de ali­viar la suer­te de éste o aquél, sino de favo­re­cer la trans­for­ma­ción del pro­ce­so eco­nó­mi­co capi­ta­lis­ta, y que el socia­lis­mo ha de ser para todos, redi­mien­do por igual al rico que el pobre, de unas mise­rias a este de otras a aquel.

Cama­ra­das Boli­va­ria­nos: El sis­te­ma es lo que hay que trans­for­mar, pero el sis­te­ma no es nada ajeno a sus com­po­nen­tes, es decir, a las cla­ses que lo inte­gran. No se tra­ta de que ambas sean víc­ti­mas de una fata­li­dad extra­ña, sino de que hay una cla­se que hace valer su pre­po­ten­cia para con­ser­var las cosas como están y otra que es revo­lu­cio­na­ria en la medi­da en que quie­re trans­for­mar la explo­ta­ción en una comu­ni­dad de trabajo.

La ver­dad es que el sín­to­ma que más espe­ran­zas infun­de a nues­tra cau­sa es el de que, a medi­da que se des­pier­ta en el pue­blo una sed de apren­der y estu­diar, den­tro de sus medios y luces, sin con­ten­tar­se con que pien­sen por él los que le explo­tan, reve­lan­do así que van adqui­rien­do con­cien­cia de su dig­ni­dad huma­na, a medi­da que esto suce­de, pare­ce que ener­va y para­li­za a la bur­gue­sía un irre­me­dia­ble horror a la cien­cia y la ver­dad. La bur­gue­sía no va en bus­ca de la ver­dad, sino de armas para rete­ner sus pri­vi­le­gios; no se des­pren­de de las liga­du­ras de unas doc­tri­nas for­ja­das para coho­nes­tar atro­pe­llos, cuan­do ya éstos apa­re­cie­ron como tales; no se sacu­de de la sofís­ti­ca retó­ri­ca, se con­ten­ta con repe­tir sim­ple­zas, con tocar a alar­ma, con echar­lo todo a baru­llo huyen­do de la luz.

—Lo que hay en el fon­do de la his­to­ria es el pensamiento.

Las ideas cam­bian, cuan­do son sus­ti­tui­das por otras mejo­res. No debe­mos temer la liber­tad debe­mos temer a quie­nes se empe­ñan en destruirla.

¡Cama­ra­das no pode­mos fallar! Hacia Vene­zue­la están vol­vien­do de nue­vo los ojos y los oídos todos los pue­blos del Hemis­fe­rio. ¡SOMOS LA VOZ DE AMÉRICA!

¡Pa’lante Coman­dan­te, esta­mos con­ti­go! Lucha­re­mos, Vivi­re­mos y Venceremos.

Has­ta la vic­to­ria siem­pre y Patria socialista.

¡Grin­gos Go Home! ¡Liber­tad para los cin­co héroes de la Humanidad!

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