Convocadas por los colectivos populares vascos y por organismos de victimas de la violencia policial en los Paisos Catalans, más de un millar de personas han recorrido el centro de Bilbo, recordando a Iñigo Cabacas y exigiendo justicia.
No ha faltado el recuerdo de Xuban Nafarrete, el joven gasteiztarra salvajemente herido por la policia autónoma española o el caso de Kukutza, donde también la violencia policial campó a sus anchas. La exigencia de dimisión de Ares, el consejero de la porra ha sido constante y gritos como «Policia Asesina» o «No ha sido accidente, es asesinato».
En los últimos meses, las agresiones policiales han sido una constante en Euskal Herria, que pese a ser muy buena conocedora de esta práctica, ha visto como el salvajismo policial se ha incrementado notablemente. En el último mes hemos tenido que lamentar el caso de Xuban y la muerte de Iñigo.
«Tenemos claro que no queremos vivir con miedo; en ningún espacio. Esto es lo que busca el Gobierno con este modelo policial, inculcar el miedo». Con estas palabras se ha dado por finalizada la manifestación que ha trascurrido sin incidente alguno y en medio de una persistente llovizna bilbotarra.
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