Esta mañana ha sido detenido nuestro camarada Vicente en su casa de Cádiz y se le ha aplicado la legislación antiterrorista. Aún no se conoce la acusación, le tienen incomunicado y no sabemos dónde está; pero, como en tantos otros casos, los medios de comunicación –reproduciendo sin duda fuentes de la policía‑, le presentan a él y a sus compañerxs como peligrosos criminales.
Vicente es militante de Red Roja en Cádiz desde su fundación, y podemos asegurar que su importante actividad, tanto en nuestra organización como en los movimientos populares, se ha venido desarrollando exclusivamente en ámbitos políticos y sociales. Vicente fue militante del PCE‑r, no de los GRAPO, y ya fue represaliado por ello, y por posesión de documentación falsa.
Vicente es bien conocido en Cádiz. No ha habido lucha obrera y popular en la que él, junto al resto de la militancia de Red Roja, no tuviera una presencia destacada.
Su generosidad y su compromiso, se cristalizaban no sólo en su militancia política sino en su trabajo a pie de calle, en los barrios, con las y los trabajadores –como los de Delphi‑, con el 15M, con la asociación de vecinos de su barrio, dando clases gratuitas a los hijos y las hijas de los trabajadores, dejando claro su ejemplo de compromiso con los problemas de la gente, participando y animando en todas las luchas con espíritu revolucionario. Es decir, mostrando desde lo concreto, que el capitalismo no ofrece solución alguna a los problemas de la clase trabajadora.
Si Ernesto Cardenal decía: “si los medios de comunicación mienten tan groseramente al hablar de mi país que conozco tan bien, no puedo creer ni una palabra cuando hablan de otros lugares que no conozco”. Conociendo profundamente a Vicente y escuchando lo que dicen de él, estamos en condiciones de afirmar que asistimos al enésimo montaje policial contra un militante sin tacha. Su lucha frente a un sistema criminal y a unos gobiernos sátrapas y corruptos, tiene como únicas armas la conciencia de la gente y la voluntad de resistencia que cada momento que pasa se hace más masiva.
La extensión de la condición de sospecha (absolutamente sin fundamento alguno en el caso de Vicente, como se demostrará), y la consiguiente represión que se abate sobre un número creciente de compañeros y compañeras de otras organizaciones, forman parte de una guerra preventiva que intenta impedir, mediante la criminalización, que los pueblos se organicen y busquen alternativas fuera de sus corrompidas instituciones.
En estos momentos en que millones de trabajadores y trabajadoras arrancan la máscara de la oligarquía española y la de la Unión Europea y descubren su verdadero rostro de atracadores contra la inmensa mayoría, lo que más temen es a luchadores y luchadoras como Vicente, capaces de abrir un camino hacia la construcción del poder popular.
Red Roja, desde su solidaridad militante con las compañeras y compañeros reprimidos de otras organizaciones, solicita así mismo solidaridad de los colectivos de todo tipo con los que codo con codo y día a día trabajamos, evitando lo que el poder persigue, que la criminalización nos aísle y nos debilite. Agradecemos las muestras de solidaridad que ya estamos recibiendo.
¡Libertad para Vicente y para todos los presos y presas políticos!
¡La lucha es el único camino!
19 de julio de 2012