La semana pasada se hizo público a través de un comunicado firmado por el IRA Army Council, (Órgano ejecutivo del nuevo IRA) una declaración de intenciones de cara a activar una nueva campaña armada con el objetivo de eliminar la presencia militar británica en el norte de Irlanda, asentar un proceso de autodeterminación y un calendario detallado para el desmantelamiento de la interferencia política británica.
Esta nueva organización que toma el nombre histórico del IRA, aparentemente en un intento de refundación, estaría conformada por las ya extintas Real-IRA (escisión del PIRA en 1997), el RAAD ( ex-miembros del PIRA centrados en operaciones de castigo contra el narcotráfico en el área de Derry), la Brigada Tyrone (que abandonó el PIRA en el 2011), y diversas facciones independientes del republicanismo, aunque por el momento se desconoce el alcance que podría tener en el Oghlaigh na hEireann (ONH), considerado el grupo más activo y preparado. Por lo tanto según parece casi todas las diferentes facciones del republicanismo armado excepto el CIRA (escisión del PIRA en 1986) habrían llegado a un acuerdo de mínimos para su disolución y conformación de un liderato unificado siendo probablemente este hecho el paso más significativo de la lucha armada en Irlanda el norte desde finales de los 90.
El proceso político y de paz en Irlanda del norte se asentó en base a acuerdos políticos de resolución mediante los cuales se producía un alto el fuego de las diversas facciones armadas en liza y se reconocía el derecho de autodeterminación para la parte norte de la isla irlandesa así como el derecho a la nacionalidad irlandesa de los ciudadanos del norte de irlanda.
Este hecho produjo cierta brecha dentro del movimiento republicano irlandés ya que diversos sectores minoritarios del republicanismo no aceptaron la aplicación del derecho de autodeterminación a nivel regional ya que en su opinión eso asentaba la partición y el veto unionista.
Estos sectores a lo largo de los años han intentado con escaso éxito activar una campaña armada y articular un movimiento republicano paralelamente al Sinn Féin pero a duras penas han podido salir de la marginalidad, entre otros factores debido al fuerte sectarismo político y divisionismo existente y a su ataque permanente al SF lo cual ha impedido una afirmación de sus propias políticas. Esta debilidad organizativa, supuesta falta de estrategia y apoyo popular han sido objeto de crítica constante por parte del SF que no ve con buenos ojos a lo que se ha tildado como “disidencia” ni a una posible re-activación de la lucha armada.
Sin embargo la política del SF tampoco parece que haya ayudado mucho a un posible acercamiento de posturas y es que las taras y vacíos del movimiento republicano histórico se hicieron evidentes una vez iniciado el proceso de paz, que si bien consiguió que el SF lograra la hegemonía electoral dentro del nacionalismo/republicanismo en el norte de Irlanda superando al SDLP, la escasa articulación de un movimiento de liberación nacional y la casi inexistencia de movimiento popular tras largos años de duro conflicto militar lanzó en una carrera institucionalista al partido que ha recibido muchas críticas debido a la desideologización y destensionamiento político aumentando progresivamente la brecha y desencanto en sectores de las clases populares.
Este comunicado del nuevo IRA en muchos sectores ha sido interpretado como pura retórica que no está basada en la realidad de los hechos y se sitúa mas en declaración de intenciones a nivel propagandístico, lo cual hubiera sido diferente si se hubiera hecho público una vez demostrada capacidad militar, la cual se pone en duda. Y es que el republicanismo armado en todos estos años ha sido incapaz de plantear una estrategia sostenida, nunca sobrepasando lo esporádico. Esto no significa que la situación en Irlanda del norte sea de paz, ya que la violencia es algo cotidiano y los ataques de uno u otro signo son constantes y se repiten con mucha asiduidad en una especie de kale borroka imposible de extirpar y una represión policial y control militar sibilino pero no menos efectivo. En las cárceles la situación de los presos políticos irlandeses pese a su silenciamiento internacional es de bastante gravedad.
Como se desarrollarán los acontecimientos y que alcance real tendrá esta decisión unitaria de diversas facciones del republicanismo irlandés está por ver y crea cierta incertidumbre. En cualquier caso desde Euskal Herria no corresponde juzgar la legitimidad de las diferentes estrategias y posturas del republicanismo irlandés, sino desear lo mejor para el conjunto del movimiento republicano en su lucha siempre justa por la unidad de Irlanda frente a la injerencia y ocupación británica.