El 21 de julio, hace 500 años el Duque de Alba entraba en el antiguo reino de Nafarroa para llevar a cabo todas las acciones que acabarían con el viejo reino de los vascos. No fue una concurrencia de dos reinos de forma amistosa ni acordada como nos quieren vender sino que fue una conquista militar como la que 425 años después llevaría a cabo el ejército franquista.
A pesar de todas las críticas y todo lo dicho de que el pueblo vasco nunca tuvo un país propio, los vascos (o al menos una gran parte de ellos) dispusieron y vivieron de un Estado propio, reconocido internacionalmente, que disponía de su ordenamiento legal así como de una estructura administrativa.
Génesis del país de los vascos
Si tenemos en cuenta que los Estados como los conocemos en la actualidad no comenzaron a articularse hasta la Baja Edad Media, lo que había anteriormente eran reinos, ducados condados, etc., y que para sobrevivir, dichas instituciones tenían que rendir vasallaje a un señor más poderoso que ellos, de tal manera que dichas alianzas intimidaran a los posibles enemigos de los reinos menores.
Se tienen noticias de los vascones desde antes de que empezara nuestra era. Pueblo que supo luchar por sus intereses, como lo prueba las relaciones comerciales que tuvieron con el Imperio Romano en determinadas fechas, de tal manera que ambos salieran beneficiados por dichas relaciones o la profunda enemistad registrada en los escritos de los visigodos, de tal manera que éstos llegaron a ser uno de sus principales enemigos. Así se da el caso de que cuando los árabes conquistaron las tierras de los visigodos en la península, éstos se refugiaban en tierra de sus vecinos astures o con los cántabros pero nunca con los vascones, dado que éstos eran considerados como enemigos, puesto que nunca fueron sometidos por los visigodos.
No cabe duda que en estas fechas, así como en futuro, el asunto de las fronteras era algo variable, debido a las continuas guerras que existían entre los diferentes pueblos. No obstante, lo que queda claro, es que para poder resistir (y llegar a intimidar) a visigodos por el sur, a francos por el norte y al resto de los pueblos limítrofes, los vascos necesitaron una estructura y articulación administrativa, que de no existir, les habría llevado a la conquista por parte de unos vecinos tan agresivos como los comentados.
Reino de Nafarroa, el reino de los vascos
El Reino de Nafarroa existirá hasta 1515, año en que oficialmente queda anexionado a Castilla (la parte peninsular del Reino de Nafarroa). Este Reino tendrá una vida trepidante, llena de guerras por su expansión en un primer momento y lleno de intrigas por parte de Castilla, Aragón y Francia por intentar su conquista. La movilidad de sus fronteras fue una constante, con continuas pérdidas y ganancias de plazas.
El reino de Nafarroa, como en el resto de la Europa del siglo XII, se configuró con una territorialidad bien definida, avalada por los tratados sobre límites con Castilla de 1016, 1127 y el Laudo Arbitral de Londres de 1177; llegando sus aguas marítimas en 1190, según la documentación existente, hasta Castro Urdiales.
Si cogemos como prueba las actas de toma de posesión de Sancho VI, éste toma posesión de un reino, que contaba con «las tierras de Iruñea, Estella, Sos, Valdonsella, Tudela, Gipuzkoa, Araba, Bizkaia y montañas».
Que estas tierras eran regidas desde Iruñea da prueba el primer fuero para la ciudad de San Sebastián otorgado por Sancho el Sabio en el año 1179 a dicha ciudad, así como a Durango (con el objetivo de atraerlo más firmemente al reino de Nafarroa) y a determinadas ciudades alavesas (fueros de Gasteiz en 1181, de Bernedo en 1182 y de Antoñana en el mismo año), entre otras poblaciones.
Como respuesta a esta articulación del reino de Nafarroa y de la integración de los territorios de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, se dan los pactos antinavarros de 1186 y 1187 entre Castilla y Aragón.
Las agresiones fueron continuas y en el año 1200 Alfonso VIII conquista Gasteiz, Ibida, los castillos de Zeguiategi, Aizcorroz, Aslucea, Arzorocia, Vitoria la Vieja, Marañón, Ausa, Atavit, Irurita y San Vicente junto con Gipuzkoa y su primera capital Getaria y las villas burguesas y libres, asentadas en territorio vascón de Donostia y Hondarribi, con todas las tierras que controlaban de una manera total, pudiéndose únicamente recuperar unas pocas plazas en guerras que tuvieron lugar en los años siguientes a estas pérdidas.
El fin del Reino de Nafarroa
Caso de que la historia hubiera seguido de manera natural, sin la agresión castellana y aragonesa, lo lógico es que la actual Euskal Herria hubiera surgido del antiguo reino de Nafarroa.
Pero el gran problema de Nafarroa fue que se encontraba entre dos reinos con clara intención expansionista. Por una parte estaba el eje de los reinos de Castilla – Aragón y por otra estaba Francia que tras la cruzada contra los cátaros llevaba mucho más adelantada su vertebración en Estado que los reinos peninsulares.
De esta manera, a pesar de que es cierto que el fin del Reino de Nafarroa empieza en 1200 y que posteriormente hubo un periodo de desintegración interna de la vida política del reino, cambiando de manera sucesiva en breves periodos de tiempo las familias gobernantes, el 21 de julio de 1512, cuando el Duque de Alba parte con un ejército desde Agurain hacia Nafarroa, la suerte del reino está decidida.
Las ansias de expansión de Fernando el Católico no tenían límite y necesita las tierras del Reino de Nafarroa para intentar expandir su reino hasta las montanas de tal manera que pudiera frenar la expansión del reino de los francos.
A partir de la entrada del Duque de Alba (21 de julio de 1512) y dada la superioridad de los ejércitos castellano-aragoneses, se da rápidamente la capitulación de Iruñea (25 de julio), cayendo el resto de los territorios de manera más o menos rápida, con más o menos lucha, dependiendo la familia de la que eran vasallos.
En todo este proceso no hay que olvidar un agente político que aunque se declare celestial ejerce su poder en la tierra, y no es otra que la Iglesia Católica. Fernando el Católico requirió bula de excomunión al papa Julio II en abril y en julio de 1512, concediéndose el papado, firmando éste la bula Pastor ille Caelestis. De esta manera, el Papa pidió públicamente que no se apoyara a los cismáticos, es decir, al rey legítimo de Nafarroa. En la práctica esto significó la legalización de la agresión contra un reino reconocido internacionalmente así como la validación de las conquistas del agresor.
Así mismo, digno de destacar es el papel de los beamotenses en la conquista de reino. La regia familia pensaba que una vez el reino conquistado por Castilla, pasaría a sus manos por los servicios prestado al rey castellano, sin pararse a pensar en la posibilidad de que Nafarroa fuera incorporada a la corona de Castilla, siendo todos sus bienes confiscados en represalia, quedando sin pago todos los servicios que en años anteriores dieron a Castilla.
Los intentos de los navarros por recuperar su independencia fue incesante, utilizando la vía diplomática y la vía armada (1512, 1516, y 1521). Es de destacar que todos estos alzamientos del pueblo vasco por recuperar su independencia han llegado hasta nuestros tiempos manipulados por los historiadores castellanos, al referirse a ellos como agresiones francesas, no reconociendo la existencia de una resistencia navarra.
Con respecto a los intentos de recuperación diplomáticos, significativo fueron las gestiones que la delegación de Nafarroa realizó para que el papa León X les recibiera con el objetivo de que levantara las sospechas de cisma que su antecesor había sembrado con su encíclica y declarar ilegales las conquistas. El papa nunca les recibió, con lo que demostró que su actitud era puramente política.
Pero los navarros no se integraron de forma natural y pacífica en Castilla, como lo demuestran los diferentes planes que se realizaron en la Corte castellana para el control de las tierras navarras, siendo el plan del Cardenal Cisneros (otra vez topamos con la iglesia católica en su accionar contra Nafarroa) el más destacado. Dicho cardenal diseñó en 1522 un plan que en sus líneas principales recogía específicamente la persecución de agramonteses y beamontenes, tanto civiles como religiosos e incluso pensó en el traslado masivo de la población del reino de Nafarroa deportándola a tierras del interior de Castilla, sustituyéndola por gente oriunda de Castilla. Si bien la deportación no se realizó, sí desmochó las torres, destruyó los castillos, desmanteló las murallas urbanas de todo el reino así como cualquier tipo de fortificación que existiera en el reino, llegando a declarar el curita de marras «quasi no había persona en aquel reino de quien nos pudieramos fiar y de esta manera todo estará muy seguro y muisubieto a Castilla y ninguno osará hacer cosa en deservicio de Sus Altezas ni tendrá fuerza para ello, especialmente allanados los muros, como se hace».
Conclusiones
Las conclusiones que se pueden sacar quinientos años después de las hazañas de los castellanos y aragoneses contra el reino de Nafarroa son claras. Nafarroa no se integró como pretenden convencernos de manera voluntaria en Castilla sino que fue conquistada a sangre y fuego por castellanos y aragoneses en su parte peninsular.
Los vascos, con el reino de Nafarroa, tuvieron representación legal en Europa, con estructuras políticas, lo cual no es ninguna invención del «nacionalismo sabiniano» como pretenden hacernos creer los españoles sobre este tema cuando hablan de él.
Si actualmente Nafarroa debe integrarse en la CAPV o si la CAPV debe integrarse en Nafarroa, si se debe llamar Nafarroa o Euskal Herria son meras excusas para negar el Estado vasco, escondiéndose en pretendidos imperialismos de unos sobre todos. El imperialismo siempre intenta dividir a los pueblos que sojuzga. ¿Qué problemas podrían haber si nos integramos todos los vascos en un país compuesto por los siete herrialdes, independientemente del nombre que se le dé, si todas las personas que lo integren dispondrían de los mismos derechos y las mismas obligaciones?
Es el pueblo vasco el que necesita el Estado vasco independiente de amigos «bienintecionados» como son España o Francia, dado que si no dispone de dicho Estado, el pueblo vasco se verá abocado a su desaparición ahogado por los imperialismos español y francés. Es cierto que vivimos en tiempos de eso que llaman globalización en los que las fronteras, se supone, representan menos que hace siglos, pero también es cierto que vemos los esfuerzos que los Estados español y francés hacen para mantener sus fronteras, con las cuales continuar desgarrando nuestro país. Pero no olvidemos que la cada burguesía mantiene sus fronteras y defiende sus intereses frente a otras burguesías, y que si en algún momento se unen es para defender sus intereses comunes en contra de los pueblos que oprimen. Es cierto que en los últimos años las fronteras en Europa han cambiado, pero lo ha hecho en favor de la expansión de otros Estados capitalistas, como por ejemplo Alemania al extender su influencia en los nuevos Estados del Este de Europa. Cuantos más mini Estados existan, más fácil será que caigan bajo la influencia de los grandes Estados. No olvidemos que todos los nuevos Estados aparecidos en los últimos años han sido Estados capitalistas, en ningún momento se ha planteado la constitución de un Estado popular u obrero.
El pueblo vasco sí se plantea un Estado popular, y ese es uno de los problemas fundamentales que le enfrentan a los Estados francés y español, así como a la Unión Europea. Necesitamos la República vasca, socialista, independiente de injerencias externas, en la cual podamos realizar nuestros proyectos de futuro, dado que España y Francia nos arrastran a la destrucción, con su modelo cultural, con su modelo social y con su modelo económico.
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21 de julio de 2012
EUSKERAZ
Euskal Herriak bere Estatua eta erabakitze-eskubidea berreskuratu behar ditu
Gaur bezalako egun batean, uztailaren 21ez, duela 500 urte, Albako Dukea Nafarroako aintzinako erreinuan sartu zen euskaldunen erreinu zaharrarekin amaituko zuten erasoak aurrera eramateko asmoz. Ez zen izan, saldu nahi diguten bezala, bi erreinuen lagunen arteko eta adostasutako bateratze bat, 425 urte beranduago ejerzito frankistak burutu zuen konkista militar hura bezalako bat baizik.
Kritika guztiez gain eta euskadunen herriak ez duela inoiz estatu baten jabe esan den arren, euskaldunek (haietako batzuk bederen) Estatu propioa izan eta bertan bizi izan ziren, nazioartean ezaguna zena, bere lege araudia eta egitura administratibo bat zeukana.
Euskaldunen herriaren sorrera
Gaur egun ezagutzen ditugun Estatuak Behe Ertarora arte ez zirela osatzen hasi kontutan hartu behar dugu. Aurretik erreinuak, dukerriak, konterriak, etab. ziren, eta bizirauteko, eurek baino potere handiagoa zuen jauntxo bati morrontza, basailutza eman behar zioten, lotura horien helburua tamaina txikiko erreinuen etsaiak kikiltzea zela.
Baskoien inguruko berriak bizi garen aroa hasi baino aurreragokoak dira. Bere interesei eusteko borrokatzen jakin izan zuen herria, garai batzuetan Erromako Inperioarekin izan zituen harreman komertzialak lekuko, zeinekin herri biek onura ateratzen zuten. Edota beste aldetik, bisigokoekin sortutako ezinikusia, euren idatzietan adierazita dagoen bezala, baskoien arerio nagusietako bat izateraino. Hau dela eta, arabiarrak iberiar penintsulan bisigodoek okupatuta zeuzkaten lurrak euren menpe hartzera zihoazenean, azken hauek ez zuten inoiz baskoien lurretan aterpe bilatzen, asturen edota kantabroen lurrentan baizik, bisigodoek baskoiak ez zituztelako inoi menpean hartu eta etsaitzat zituztelako.
Herri ezberdinen artean izaten ziren gudek garai hartako baita aurrerantzan ere mugen gaia uneoro aldatzen ari zen zerbait zen. Dena dela, argi geratzen da hegoaldetik jotzen zuten bisigodoei, iparraldeko frankoei, eta mugetan zeuden gainontzeko herriei aurre egin ahal izateko, baskoiek, euskaldunek egitura eta artikulazio administratibo bat behar izan zutela, eta hori ezean, aipatutako “bizilagun” bortitz horien erasoen aurrean men egin behar izan zuketeen.
Nafarroako Erreinua, euskaldunen erreinua
Nafarroako Erreinua 1515 urtera arte izango da, urte horretan ofizialki Gaztelara lotuta geratzen dela (Nafarroako Erreinuaren penintsula aldean dagoen zatia soilik). Bizi sakona izango du erreinu honek. Zabaltzeko nahiak bultzatuta ematen diren gudengatik hasieretan, eta beste aldetik Gaztela, Aragoi eta Frantziaren aldetik Nafarroako Erreinua mendean hartzeko egiten diren saiakeragaitik. Mugen leku aldatzea iraunkorra izan zen, lekuak galdu eta berreskuratzen ziren etengabe.
Nafarroako Erreinua, XII mendeko Europa osoan gertatzen zen bezala, ondo zehaztutako lurraldetasun batean eraiki zen, Gaztelarekiko mugen inguruko 1016, 1127 hitzarmenetan, baita Londongo 1177ko Ebazpen Arbitralek sustatuta; izan ere, eta garaiko dokumentazioaren arabera, 1190 urtean itsas eremua Castro Urdialeseraino zabaltzen zen.
Santxo VIak jabetze agiriak lekuko, erreinuak “Iruñea, Lizarra, Sos, Valdonsella, Tutera, Gipuzkoa, Araba, Bizkaiko lurrak eta mendiak” hartzen zituen bere baitan.
Lur hauek denak Iruñeatik gobernatzen zirela adierazten Donostiari 1179 urtean Santxo Azkarrak eman zion lehendabiziko foruan agertzen da, era berean Durangori (Nafarroaren Erreinuari estu lotzeko asmoz), eta Arabako hiri zehatz batzuei ere (Gasteizkoa 1181 urtean; Bernedokoa 1182ean; eta Antoñanako forua, urte berean ere), beste herriak batzuen artean.
Nafarroako Erreinuaren artikulazio honi eta Bizkaia, Araba eta Gipuzkoako lurraldeen integrazioari erantzunez, Gaztela eta Aragoien arteko 1186 eta 1187 urteetako Nafarroaren aurkako itunak eman ziren.
Erasoak etengabe eman ziren, eta 1200 urtean Alfonso VIII-ak Gasteiz eta Ibida alde batetik; bestetik Zeitagiko, Aizcorroz, Arluzea, Arzorozia, Vitoria la Vieja, Marañon, Ausa, Atavit, Irurita eta San Bixente Gazteluak bestetik bere menpe hartu zituen, Gipuzkoarekin eta honen izan zen lehenengo hiriburuarekin batera, Getaria, baita Donostian eta Hondarribiko eremu baskoiean kokatuta zeuden hiri burges eta askeak ere, hauen lur eremu guztiekin batera. Hurrengo urteetan izan ziren gerretan leku soil batzuk berreskuratu ahal izan zituzten.
Nafarroako Erreinuaren amaiera
Historiak bere ibilbide naturalari segitu izan balio, gaztelakoen eta aragoikoen inolako erasorik ezean, egungo Euskal Herriaren jatorria aintzineko Nafarroako Erreinutik sortua litzateke.
Nafarroako arazorik handiena zabaltze nahi handi eta argia zuten bi erreinuen artean egotea izan zen. Alde batetik, Gaztela-Aragoi osatzen zuten ardatza zegoen, eta bestetik, Frantzia. Azken hau, kataroen aurka burutu zuen gurutzadaren ostean Estatu gisa hezurduratzeko bere barne-egituratze prozesua penintsulakoak baino askoz aurreratuago zeraman.
Honela, egia bada ere Nafarroako Erreinuaren amaiera 1200 urtean hasi zela, eta ondoren, erreinuaren barne bizitza politikaren desegite aldia izan zela eta gobernuan izan ziren leinuak behin eta berriro aldatzen zirela, 1512ko uztailaren 21ean erreinuarenak berea egin zuen Albako Dukea Aguraindik Nafarrorako bidea hartu zuenean.
Fernando Katolikoaren handitze nahiak ez zuen mugarik, eta Nafarroako Erreinuaren lurrak behar zituen bere erreinua mendietaraino zabaltzeko, horrela, frankoen erreinuraren zabalapena gelditu ahal izan zedin.
Albako Dukearen erasoaren ostean (1512ko uztailaren 21ean) eta Gaztela-Aragoiko ejerzitoen nagusitasunaren aurrean, Iruñeak berehala kapitulatzen du (uztailaren 25ean), gainontzeko lurrek apurka-apurka egingo zuten bezala, borroka gehiago edo gutxiagorekin, menpekoak ziren familiaren arabera.
Prozesu honetan guztian zehar bada ahaztu behar ez den eragile politiko bat, zerukoa dela esaten den arren, duen poterea lurrean erabiltzen duelako, eta ez da beste Eliza Katolikoa baino. Fernando Katolikoak 1512eko apirilean Julio II aita santuari eskumikazio bulda eskatu zion, eta urte bereko uztailean aita santuak baiezkoa eman zuen, “Pastor ille Caelestis” bulda izenpetuz. Era honetan, aita santuak berak zismatikoei, hau da, Nafarroako legezko erregeari laguntzarik ez emateko publikoki eskatu zuen. Praktikan, nazioartean errekonozitua zen erreinu baten aurkako erasoa legeztatzea, baita erasotzailearen menpean hartutako lurren jabetzaren onarpena.
Era berean, erreinuaren konkistan beaumontarrek jokatutako papera aipatzekoa da. Errege-familia honek uzte zuen behin Gaztelak erreinua menpean hartu ostean, euren esku geratuko zela Gaztelako erregeari emandako zerbitzuen truke. Ez zuten pentsatu Nafarroako Erreinua Gaztelako koroaren menpe geratu ahalko zela, ondasun guztiak konfiskatuta, aurreko urte guztietan Gaztelari eman zituzten zerbitzuen ordainetan hutsaren hurrenhoa jaso zutelarik.
Independentzia berreskuratzeko asmoz egin zituezten ahaleginak etengabekoak izan ziren, diplomaziaren bidea zein armen bidea erabiliz (1512, 1516, eta 1521). Euskaldunen herriak independentzia berreskuratzeko egin dituen ahalgin hauek denak Gaztelako historiatzaileek zeharo manipulatuta heldu zaizkigu, gaiari heldu diotenean frantsesen eraso gisa aurkeztuz, eta ez nafarren erresistentziatzat hartuz.
Bide diplomatikoari dagokionez, nabarmentzekoa da Nafarroako ordezkaritzak Leon X aita santuarekin izateko egin zituzten ahaleginak, aurreko aita santuak bere enziklikan agertzen ziren apurketa zantzuak bazter zitzan eta horrela, izan ziren konkistak ez-legezkotzat jo zitzan ere. Aita santuak, ordea, ez zituen inoiz aurrean hartu, honela, bere jarrera guztiz politikoa zela adieraziz.
Nafartarrak ez ziren Gaztelan sartu era baketsu eta natural batean, nafar lurrak menperatzeko Gaztelako Gortean garatu ziren plan ezberdinek ondo adierazten duten bezala, Cisneros Kardenalarena nabarmenena izanik (Nafarroaren aurka eginez, beste behain ere Eliza Katolikoarekin topo egiten dugu). 1522an, aipatutako kardenalak ildo nagusia zuen agramontarrak eta beaumontarrak beren-beregi jazartzeko agindua jasotzen zuen plana garatu zuen, bai zibilak, erlijiosoak, eta are gehiago, Nafarroako biztanleria hartu eta Gaztelako barne lurretara eramatea pentsatu zuen ere, bere ordez, Gaztelako jendea Nafarrora eramanez. Deportazioa burutu ez bazen ere, dorreak moztu, gazteluak desegin, erreinu osoko herrietako baita edozein gotorlekuetako harresiak suntsitu zituen, eta honela esan zuen ere apaiztxo horrek: «quasi no había persona en aquel reino de quien nos pudieramos fiar y de esta manera todo estará muy seguro y muisubieto a Castilla y ninguno osará hacer cosa en deservicio de Sus Altezas ni tendrá fuerza para ello, especialmente allanados los muros, como se hace».
Ondorioak
Bostehun urte ondoren gaztelakoek eta aragoikoek Nafarroako Erreinuaren aurka egindakoetatik atera daitezkeen ondorioak argiak dira. Nafarroa ez zen Gaztelan bere borondatez sartu, hortaz konbentzitu nahi bagaituzte ere. Konkista odoltsua eta sutsua egin zuten gaztelakoek eta aragoikoen, penintsularen zatiari dagokionez.
Euskaldunek, Nafarroako Erreinuaren bitartez legezko ordezkaritza izan zuten Europan, egitura politikoak zeuzkatelarik, ez da “nazionalismo sabinianoaren” asmakizun bat inola ere, espainolek gai hau ikutzen denean hala sineztarazi nahi badigute ere.
Gaur egun Nafarroa EAEn, edota EAE Nafarroan sartu behar den; izena Nafarroa edota Euskal Herria izan beha duen, aitzakiak besterik ez dira Euskal Estatua bera ukatzeko, batzuk besteenganako balizko inperialismoen atzetik izkutatuz. Inperialismoak berak beti saiatu da menpean dituen herriak bana daitezen. Zein izango litzateke arazoa euskaldun guztiak zazpi herrialdeko herri bakarrean batuko bagina, berdin da zein den izena, herri batu horretan pertsona guztiek eskubide eta betebehar berdinak edukiko balituzkete?
Espainia edota Frantzia bezalako “lagun onetatik” aldendutako Estatu independientea behar duena euskaldunen herria da, Estatu horren ezean, euskaldunon herria Espainiako eta Frantziako inperialismoak jango eta desagertarazioko duelako. Egia da globalizazio aroan bizi garela, non mugek, badirudi, ez dutela duela mende batzuk izaten zuten esanahia, eta eginbeharra. Baina egia da ere, gure herria zatitu asmoz, Estatu Espainolak eta Estatu Frantsesak beren mugei eustearren egiten dituezten ahaleginak eta bi ikusten ari garela. Ezin dugu ahaztu burgesia bakoitzak beren eremuei eusten diola, eta beste burgesien aurka bere interesak defendituko dituela. Eta une batez bere indarrak batzen badituzte, zanpatuta dauzkaten herrien aurka euren interes amankomunak defenditzeko izango dela. Azken urteotan Europan zeuden mugak aldatu dira, baina beste estatu kapitalisten mesedetan izan da, Europako Ekialdeko Estatu berri horietan bere eragina zabaltzeko asmoz, Alemaniak egin duen bezala, esaterako. Gero eta Estadu txiki gehiago izan, errezagoa izango da hauek Estatu handien menpean erortzea. Ezin dugu ahaztu azken urteotan sortu diren Estatu berriak estatu kapitalistak izan direla. Ez da kasurik eman non Langileen Estatua, herritarrena, sortzea mahai gainean ipini denik.
Euskal Herrian, ordea, bai proposatzen da Herritarren Estatu bat sortzea, eta hauxe da hain zuzen Espainiako eta Frantziako Estatuen aurrean, baita Europako Batasunaren aurrean duen arazo nagusiena. Euskal Errepublika behar dugu, sozialista, kapoko eraginetatik at sortuko dena, gure etorkizunerako proiektuak garatu ahal izateko. Espainiak eta Frantziak, euren eredu kulturala, soziala eta ekonomikoa suntsiketara garamatzatelako.
Boltxe kolektiboa
2012ko uztailaren 21ean