Desde los primeros años del gobierno bolivariano, el problema de la geopolítica mundial y el reto de construir un mundo multipolar, ha sido parte fundamental de la política exterior venezolana. Este esfuerzo, ha tenido como base, la comprensión de los peligros que trae para la humanidad y nuestras naciones, la existencia de un solo polo de poder expresado en la rapiña imperial, la cual con su histórica práctica injerencista y militarista, cobra presa fácil de naciones aisladas y pequeñas.
En esta dirección, encontramos el tercer objetivo histórico del Segundo PlanSocialista, para el período 2013 – 2019. Dicho objetivo plantea “Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América”.
Este objetivo expresa la doble condición para la construcción de un nuevo bloque de poder en el concierto mundial, uno es la consolidación como país potencia, el otro la articulación con el proyecto regional latinoamericano, lo cual significará la configuración de un nuevo bloque de poder en el tablero geopolítico del mundo.
Tradicionalmente, se ha entendido como potencia a un Estado que tiene la capacidad de influir o proyectar poder a escala mundial. Esta posibilidad viene dada de su desarrollo y preeminencia militar, o de su crecimiento económico o capacidad de condicionar a las demás naciones.
Sin embargo, el sentido de “potencia” esbozado en el Segundo PlanSocialista, para el período 2013 – 2019, está asociado a la acumulación de poder, al empoderamiento de los excluídos y el posicionamiento de Venezuelacomo una nación con capacidades productivas que permitan garantizar la vida buena de su población y con capacidades de defensa para preservar la autodeterminación y la independencia.
En esta dirección están planteados los objetivos nacionales del plan, los cuales dicen textualmente:
- “La construcción del Poderío Económicode Venezuela como potencia energética, agroalimentaria e industrial a futuro,obliga a consolidar los avances en cuantoal desarrollo del marco normativo y de lapolítica de inversiones soberanas para quela riqueza nacional esté al servicio de lavida de nuestro pueblo y de la construcciónde un mundo de justicia y paz”.
- “Igualmente se requiere que la Nación,los soldados de la Patria con el respaldode todo el pueblo, sigan incrementando elfortalecimiento del Poderío Militar de laNación, que es parte de la tarea vital de ladefensa integral de nuestra Patria”.
Lograr todo esto, implica un cambio radical en el patrón primario exportador de petróleo, significa transformar la economía de puerto, hacia una economía industrial, capaz de agregar valor a nuestra fortaleza central que es el petróleo.
Nuestra potencia está en la riqueza petrolera, la cual viene siendo sembrada para superar la inequidad y la exclusión a la que por décadas fueron sometidas las mayorías; la renta petrolera se ha utilizado durante estos 12 años de gobierno revolucionario, en la garantía, realización y disfrute de los derechos económicos y sociales por parte de toda la población. Ahora se trata de apalancarnos en la riqueza petrolera para ser potencia industrial, ruta que no tiene otro horizonte que un alto desarrollo de nuestra industria petroquímica.
La petroquímica es una cadena productiva o industrial, que utiliza el petróleo o el gas para la obtención de productos útiles a diversos sectores económicos.La petroquímica produce bienes que son fundamentales en el sector agroalimentario, la industria del plástico, la industria textil y de confecciones, la industria automotriz, la industria de la construcción, la industria electrónica y telemática, entre otras.
En el concierto de naciones sur americanas, latinoamericanas y del mundo, Venezuela busca consolidarse como potencia energética mundial, la interconexión de las economías en marcos regionales como Mercosur y Unasur, exigen de nuestro país una racionalización mayor del aporte y estrategia de inserción en el conjunto de estos bloques, si bien, en el plano nacional se fortalecerán diversos renglones como lo agroalimentario, las industrias básicas e intermedias, es en los derivados industriales del petróleo en los que debemos encontrar nuestro eje nacional de desarrollo.
El eje de gravitación que para sur América viene representando el desarrollo industrial de Brasil, al ocupar hoy el octavo lugar como potencia económica en el mundo, después de Estados Unidos, China, Japón, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, será sin lugar a dudas complementado por Venezuela, la cual al proyectarse como potencia energética, brindará al bloque sur americano una preeminencia global sin precedentes.
Desde ya Venezuela aporta al soporte energético de diversos países sur americanos y latinoamericanos, la petroquímica brindará el soporte básico para la industria regional, una industria que debe ser pensada desde la metodología de cadenas productivas, tejidas ya no en los límites de lo nacional, sino, en el conjunto de la región sur americana.
Sur América como potencia presenta datos asombrosos, geográficamente tiene una extensión de 17.749.189 de kilómetros cuadrados y una población de 384.520.000 habitantes, tiene un producto interno bruto de 4,2 billones de dólares, lo cual equivale casi a la tercera parte del pib estadounidense, el cual se ubica en 14,66 billones de dólares, y se acerca al pib de china que es de 5.8 billones de dólares.
Sur América tiene a Brasil que es la octava potencia industrial del mundo, tiene a Venezuela que hoy cuenta con las mayores reservas de petróleo en el mundo, Bolivia y Venezuela poseen la segunda mayor reserva del gas del mundo, tiene a Argentina la cual puede llegar a ser la despensa alimentaria de todo el mundo, sin lugar a dudas la potencia sur americana tiene todas las condiciones para jugar un papel protagónico en el transcurso de la década del 2012 a 2022.
Pero lo esencial, también está en Sur América, y es la movilización de sus pueblos hacia la construcción de un nuevo discurso y práctica del desarrollo, donde la potencia más valiosa será la felicidad y calidad de vida de nuestra gente.
Este 07 de Octubre se enfrentaran un nuevo módelo que privilegia la integración latinoamericana y la construcción de un mundo multipolar con el viejo módelo de la subordinación a la politica iunternacional de EEUU. ¡Los venezolanos elegirán!
Jesse Chacón
Director GISXXI
www.gisxxi.org