Colectivo “La Gotera”- Guatemala
El cinismo imperialista es monumental. Ahora es más insolente y no le pesa mentir descaradamente con el fin de alcanzar sus mezquinos objetivos.
Siria es el último laboratorio donde prueban de nuevo su guerra mediática. La que les pueda asegurar la inmovilización de todo un pueblo.
Comenzó con la cobertura siempre fantasmagórica de bandas mercenarias realizando ataques y sabotajes a las fuerzas de la República Siria, agudizando poco a poco el cerco mediático para provocar un rompimiento institucional y dejar fuera a su presidente legítimo Bashar Al-Assad. Esto, con la transmisión de videos “aficionados” sin fuente reconocida que los respaldara; luego, con el respaldo de un Secretario General de las Naciones Unidas que, como en Libia, ha sido el pelele de las potencias colonialistas. Asimismo, con algunas instancias de esa misma ONU como su Comisión de Derechos Humanos y los observadores. Ambos genuflexos a las intrigas de Estados Unidos. Por supuesto, un grupo de apátridas que se dicen aglutinar en el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Londres y las bandas mercenarias del Ejército Libre Sirio. Por si esto fuera poco, últimamente con el bloqueo a la transmisión de las cadenas de televisión y radio sirias y la intromisión de canales de la red de los países de la Liga Árabe, que igual de cínicos que sus socios de la potencias occidentales, han dado la orden de poner sus satélites al servicio de esta estrategia.
Sin embargo, una vez más se han topado con la firmeza del pueblo sirio que mejor organizado que el de Libia, previó ese futuro nefasto en el espejo de aquel, anticipándose a esa farsa. Asimismo, con el apoyo de Rusia y China que igual, adelantándose a este sucio juego, han expresado firmemente que para salvar al pueblo sirio de una potencial guerra civil es necesario tomar acciones determinantes e inmediatas entre las que se cuentan levantar ese cerco mediático sobre Siria, aceptar y prestar total apoyo al plan de paz propuesto por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan y expulsar de todo lenguaje la intervención extranjera.
Pero estas iniciativas diplomáticas han sido respaldadas por muestras de músculo de parte de Rusia que disparando misiles de prueba intercontinentales, ha dejado en claro que su lenguaje es serio, así como filtraciones de posibles ejercicios militares conjuntos con China y Siria en aguas territoriales de esta última, sin que esto pueda aún ser confirmado. No obstante, el evento no sería nada novedoso si las potencias imperialistas occidentales y sus socios en la guerra en esa zona, los países del Golfo Pérsico, insisten en derrocar al gobierno de Assad. Cuestión que subiría la temperatura en la región.
Empero, si la guerra es conjurada por el momento, el gobierno sirio quedará debilitado lo que será aprovechado por sus detractores para seguir insistiendo en el cambio de gobierno y explotado por las potencias occidentales con tal de imponer un régimen títere en la zona para tener una base de agresión al vecino Irán que es lo que se esconde tras esa agresión, realmente para poder controlar los recursos petroleros de esa nación. Eso que es de conocimiento pleno de Rusia, China y del mismo Irán, serán en el futuro mediato el caldo de cultivo para roces plausibles y frecuentes. Por ello, la posición geoestratégica de Siria la ubica en un punto crucial para controlar el suministro de combustible por el estrecho de Ormuz y custodiar la retaguardia amenazada por Turquía, la cual en circunstancias de guerra inminente no querrá arriesgar su paz al ponerse en posición comprometida ante enemigos tan próximos y fuertemente armados como la República persa y Rusia, lo cual, obviamente sería aprovechado estratégicamente por los kurdos del Partido de los Trabajadores –PKK- en búsqueda de su independencia y seguramente por los iraníes y rusos. En río revuelto, ganancia de pescadores.
La política exterior estadounidense, por esas debilidades contextuales, es muy probable que dé un compás de espera hasta después de las elecciones donde los neoconservadores militantes del tea party esperan ganar las elecciones ante un Obama desgastado por esa misma ultra derecha y por su incumplimiento en la mayoría de promesas de campaña que le augura perder buena parte del electorado entre las comunidades negra y latina.
Ese triunfo de la ultraderecha, tendrá que ver mucho con el actuar del próximo gobierno, dando la pauta para que el mundo de nuevo experimente un retroceso en el respeto a los derechos civiles orillándose peligrosamente a las atrocidades de una conflagración de magnitudes planetarias, que por los intereses en juego y la crisis terminal del capitalismo, fácilmente puede desembocar en la III Guerra Mundial.
En ese escenario muy factible, el conflicto con las grandes potencias obviamente será retrasado por la derecha recalcitrante estadounidense, hasta tener aseguradas rutas de abastecimiento más próximas como son las que se encuentran en el sur del continente. Para ello, tiene que volver a controlar las reservas en Venezuela y Brasil pues las del Medio Oriente pueden fácilmente ser bloqueadas por sus enemigos al cerrar el estrecho de Ormuz como táctica de guerra.
Por eso apuesta a retomar ese perdido patio trasero, a partir de una estrategia similar a la de Libia y Siria en Venezuela en el marco de las elecciones a presidente en octubre próximo, donde apoya claramente la campaña de desestabilización e ingobernabilidad de la “oposición” contra los resultados que obviamente les resultarán desfavorables y donde se espera el triunfo de nuevo del comandante Chávez. Percepción que está basada en encuestas de opinión las cuales arrojan que cada día que pasa la intención de voto a favor de aquél crece mientras las del candidato de la oposición se han estancado.
El libreto libio/sirio es la única opción que va quedando al Imperio y a sus lacayos de la MUD para hacerse de nuevo con el poder en la Venezuela Bolivariana y con ello asegurar el abastecimiento para, con mayor confianza, enfilar sus cañoneras contra Rusia y China. Y, así poder hacerse de un territorio rico en recursos energéticos que hasta el momento los pueblos que lo habitan le han vedado con su resistencia heroica interponiéndose así en su gran objetivo de instaurar un gobierno mundial.
Así pues las cosas, Octubre será de nuevo el mes de las grandes definiciones. El mes de la batalla contra el neofascismo. El mes que detendrá una de las más grandes locuras de una oligarquía y un imperialismo que aún no aceptan su derrota histórica y, que por lo mismo, desean vehementemente, retomar el poder no importando si para ello tengan que provocar una gigantesca carnicería y volver a esclavizar a millones tal como el mundo ha sido testigo en dos ocasiones anteriores.
A luchar por octubre de 2012. A resguardar el triunfo de Chávez que es el triunfo de nuestra América. A luchar por Siria que es defender la democracia y la autodeterminación de los pueblos que tanta sangre han costado.
Al defender a estos pueblos de la barbarie imperialista se allana y acorta el camino al socialismo y con ello se evitará la III Guerra Mundial.