Se rescata a los bancos que han dejado ya a más de 300.000 familias sin un hogar mediante desahucios inhumanos que se producen todos los días; se deja en paro a un millón y medio de andaluces y andaluzas, muchos de los cuales no reciben ninguna prestación; se nos sube el IVA al mismo tiempo que Rajoy aprueba una amnistía fiscal para los defraudadores; se les regala decenas de miles de millones de euros de dinero público, dinero de todos y de todas, a los bancos y siguen sin dar créditos a PYME’s, autónomos y particulares; se recortan derechos y prestaciones sociales como si fueran los culpables de la crisis; se les quita la paga extra de navidad a los empleados y empleadas públicos para darle a Bankia 23.465 millones de euros, el rescate bancario más caro de la historia del Estado español… y a algunos editorialistas y comentaristas les parece algo normal y lógico.Sin embargo, entregar alimentos de primera necesidad a familias que no tienen nada que llevarse a la boca les parece una tremenda barbaridad. Así se ha manifestado en el twitter el presidente Griñán que no tuvo ningún reparo en recortar salarios y derechos a los trabajadores de la Junta de Andalucía y que cuando fue Ministro de Trabajo con Felipe González aplicó una reforma laboral regresiva y conservadora que legalizaba la precariedad y que motivó una huelga general.
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Da vergüenza ajena como algunos jerifaltes bien alimentados vociferan en defensa de los intereses de una gran empresa como Mercadona que tiene innumerables denuncias por acoso laboral. Griñán, mejor estas calladito.
Rescatar a las personas, esa debe ser la prioridad en estos tiempos de crisis. Evitar que las familias pierdan sus casas, darles vivienda de inmediato a quienes la hayan perdido; evitar que se pierdan más empleos, prohibir de inmediato los despidos y los cierres de empresas e impulsar planes públicos de empleo; dejar de regalar dinero a los bancos, exigir la devolución inmediata de todos los fondos públicos entregados y nacionalizar la banca; bajar el IVA, subir los impuestos a los más ricos, perseguir el fraude fiscal… y por supuesto, entregar gratuitamente alimentos de primera necesidad a aquellas personas que no tienen nada. Y esto, Sr. Griñán, no es ninguna barbaridad. Barbaridad es lo que usted hace. Barbarie es este sistema capitalista que usted tanto defiende.