Cuba ha expresado este lunes su rechazo a cualquier intervención en Siria en la reunión del Consejo de Derechos Humanos, celebrada en Ginebra, Suiza.
“Una guerra civil en Siria o una intervención de fuerzas extranjeras sembrarían mayor destrucción y multiplicarían las muertes, desestabilizarían toda la región y tendrían graves consecuencias para los pueblos de Oriente Medio”, ha subrayado el embajador cubano en Ginebra, Rodolfo Reyes.
La Habana, a través de su representante permanente en Ginebra, ha rechazado cualquier intento de socavar la independencia, soberanía e integridad territorial del país árabe.
Asimismo, ha condenado las intenciones de algunos países occidentales de imponer a la nación siria un cambio de Gobierno, así como las recientes medidas para promover una agresión contra ese territorio árabe.
Rodolfo Reyes, al recordar también que se está manipulando la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al respecto, ha recalcado el doble rasero de Estados Unidos y otras potencias de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El representante cubano ha exigido el cese de la violencia, las masacres y los actos terroristas en los territorios sirios, los cuales se han cobrado la vida de miles de personas. Ha pedido, además, que quienes se involucran en los asuntos de Siria acaben con sus actos manipuladores, como son la entrega de armas a la oposición y su financiación.
“El papel de la comunidad internacional es apoyar todo esfuerzo que contribuya a la salvaguarda de la paz y la estabilidad de Siria”, ha señalado Reyes.
Estas declaraciones se producen en un ámbito internacional, donde las potencias del planeta no colaboran para que vuelvan la paz y la seguridad a esa nación, que sufre desde hace 18 meses una grave crisis.
Los desacuerdos que hay entre estos poderes han aumentado tanto que el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe (LA) para Siria, Kofi Annan, se vio obligado, el primero de septiembre, a dejar su puesto, el cual fue ocupado luego por Lakhdar Brahimi.