«Paga­re­mos la deu­da y hare­mos fren­te al día a día de Mutri­ku». Gara entre­vis­ta al alcal­de de Mutriku

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Palen­zue­la es alcal­de de Mutri­ku por Bil­du des­de mayo de 2011. Esta for­ma­ción tie­ne ocho con­ce­ja­les, el PNV cua­tro y Ber­deak-Inde­pen­dien­teak uno. El ayun­ta­mien­to debe hacer fren­te a una deu­da here­da­da de 5,3 millo­nes de euros y para ello ha soli­ci­ta­do un cré­di­to con el aval de la Diputación.

La difí­cil situa­ción de las cuen­tas de Mutri­ku ha corri­do de boca en boca en Gipuz­koa, des­pués de que se fil­tra­ran las ges­tio­nes que el equi­po de Gobierno del Ayun­ta­mien­to y el depar­ta­men­to de Hacien­da y Finan­zas de la Dipu­tación esta­ban hacien­do para dar sali­da a la situa­ción. Esta sema­na el orga­nis­mo foral ha pre­sen­ta­do a los gru­pos polí­ti­cos su plan de ayu­da a Mutri­ku, con­sis­ten­te en un aval de las Jun­tas Gene­ra­les para pedir un cré­di­to de 450.000 euros. Pare­ce el prin­ci­pio del fin de un gra­ve pro­ble­ma. El alcal­de, Jose­ba Palen­zue­la, dis­fru­ta este fin de sema­na con sus veci­nos de las fies­tas del Cal­va­rio, un res­pi­ro tras meses de inten­so tra­ba­jo con el ente foral.

¿Cuán­do se die­ron cuen­ta de la gra­ve situa­ción eco­nó­mi­ca del Ayuntamiento?

Cuan­do empe­za­mos el año pasa­do a pre­pa­rar los pre­su­pues­tos de 2012, nos mar­ca­mos nues­tros obje­ti­vos en fun­ción de las nece­si­da­des del pue­blo. A par­tir de ese momen­to, empe­za­mos a ana­li­zar las cuen­tas y vimos que no daban para nues­tros pro­yec­tos. Encon­tra­mos un rema­nen­te nega­ti­vo de teso­re­ría de 206.000 euros, fun­da­men­tal­men­te por­que en 2011 tuvi­mos que hacer fren­te a una devo­lu­ción al Fon­do Foral de 356.000 euros. Esto con­di­cio­nó el cie­rre de 2011, con lo que empe­za­mos 2012 con un sal­do negativo.

Pero…¿la deu­da no que­da­ba solo en esto?

En diciem­bre con­fir­ma­mos que la deu­da que el Ayun­ta­mien­to tenía con las enti­da­des finan­cie­ras era de casi 5,3 millo­nes de euros. Eso supo­ne que la deu­da viva era del 118,8%, lo que quie­re decir que es muy supe­rior a los ingre­sos que pode­mos gene­rar en un año. La nor­ma foral pone en el 100% el lími­te de deu­da que pue­de tener un muni­ci­pio para con­tar con ayu­das de Dipu­tación. Está­ba­mos en una situa­ción en la que no podía­mos ni ir al ban­co de al lado y pedir­le mil euros, por­que las nor­mas nos impi­den hacer ese trámite.

¿Cómo se pue­de lle­gar a crear ese agujero?

Evi­den­te­men­te por una ges­tión pési­ma, pero hay que reco­no­cer que las últi­mas déca­das en la his­to­ria de Mutri­ku son un poco depri­men­tes. En los últi­mos años se han cerra­do talle­res y peque­ñas empre­sas y eso ha redun­da­do en la reduc­ción de ingre­sos por impues­tos. Pero es que en Mutri­ku no tene­mos ni un polí­gono indus­trial que gene­re ingre­sos al pue­blo. Mien­tras todas las demás loca­li­da­des de la comar­ca cuen­tan con polí­go­nos y empre­sas que expli­can bue­na par­te de los ingre­sos, Mutri­ku no tie­ne nada. En su tiem­po, cuan­do se mon­ta­ban los polos indus­tria­les, des­de el Gobierno vas­co y Dipu­tación se nos decía que era para bene­fi­cio de todo el eskual­de y el tiem­po ha demos­tra­do que los bene­fi­cios han ido a parar solo a los pue­blos que los tienen.

Des­cu­brie­ron el mon­to total de la deu­da y ¿qué hicie­ron entonces?

Nos diri­gi­mos al depar­ta­men­to de Hacien­da y Finan­zas de la Dipu­tación, y tene­mos que agra­de­cer el tra­ba­jo que han hecho y el tiem­po dedi­ca­do. Nos dije­ron que el pro­ble­ma no era solo de la deu­da con el Fon­do Foral, sino que era gene­ral de todo el pre­su­pues­to. De hecho, solo nues­tras car­gas finan­cie­ras de 2012 lle­gan al millón de euros.

¿Hicie­ron algu­na ges­tión antes con los ban­cos para rene­go­ciar la deuda?

Fui­mos a Kutxa, con la que tene­mos la mayor par­te de la deu­da, para tra­tar de alar­gar en el tiem­po el pago de la deu­da garan­ti­zán­do­les un plan de via­bi­li­dad. Y nos dije­ron que la refi­nan­cia­ción de la deu­da de 5,3 millo­nes había que hacer­la obli­ga­to­ria­men­te sobre el mon­to total, que no se podía hacer por par­tes, y que tenía un cos­te de otro millón de euros. Esta fue la acti­tud de la Kutxa, la de los «ami­gos del pue­blo». Des­de Dipu­tación tuvie­ron cla­ro que esta solu­ción no era bue­na por­que sal­dría­mos al paso del día a día, pero a cuen­ta de hipo­te­car el futu­ro. Y eso es lo que no que­re­mos por nada del mun­do. Nues­tro obje­ti­vo es que cuan­do aca­be la legis­la­tu­ra la situa­ción esté sanea­da, pero no solo eso sino que ade­más tene­mos que hacer cosas. Noso­tros paga­re­mos la deu­da pero tam­bién hare­mos fren­te a los pro­ble­mas del día a día de Mutriku.

¿Qué alter­na­ti­vas les ofre­cie­ron des­de Diputación?

Plan­tea­ron la posi­bi­li­dad de pedir un prés­ta­mo acu­dien­do a una nor­ma foral que lo per­mi­te, pre­via apro­ba­ción del Pleno de las Jun­tas Gene­ra­les. Pero no se tra­ta de pagar con este prés­ta­mo la deu­da con la Dipu­tación, que esa ya está encau­za­da, sino que va a ser­vir para ir hacien­do fren­te a las nece­si­da­des del pue­blo y al pago de la deuda.

¿Se pue­de pen­sar en tra­to de favor por par­te de Diputación?

Es ver­dad, algu­nos vie­nen y me pre­gun­tan ¿qué? ¿cuán­to os va a dar la Dipu­tación? y les tene­mos que res­pon­der que no nos van a dar ni un puto duro, sino que nos van a dar, aun­que no es poco, el per­mi­so para poder pedir un prés­ta­mo. Un prés­ta­mo que pedi­mos noso­tros, paga­mos noso­tros y en el que noso­tros asu­mi­mos todos los cos­tes que conlleva.

¿Están infor­ma­dos los veci­nos de Mutri­ku de todo esto?

En junio les con­sul­ta­mos y des­pués apro­ba­mos en Pleno los Pre­su­pues­tos, tenien­do en cuen­ta ya los 450.000 euros del cré­di­to. Todos los pasos que hemos dado han sido con­tras­ta­dos con los veci­nos y con los con­ce­ja­les de la oposición.

¿Cómo está res­pon­dien­do la gente?

Los veci­nos nos están apo­yan­do por­que nues­tra pro­pues­ta no con­sis­te solo en pagar la deu­da, sino que que­re­mos tam­bién res­pon­der a las nece­si­da­des del pue­blo. Y una cosa tene­mos cla­ra, lo que esta­mos hacien­do aho­ra o lo hace­mos noso­tros o, si no, no va a venir nadie a hacer­lo. Tene­mos cla­ro que no vamos a aban­do­nar la polí­ti­ca social, vamos a apo­yar a los nume­ro­sos jubi­la­dos que tene­mos, pro­ce­den­tes la mayo­ría del sec­tor Pri­ma­rio que tan­to peso tenía hace unos años; vamos a salir al paso de las obras que haya que hacer y de los pro­ble­mas que sur­jan cada día; pero, ade­más, vamos a lle­var ade­lan­te un plan de desa­rro­llo socio­eco­nó­mi­co del pue­blo y vamos a tra­tar opti­mi­zar el fun­cio­na­mien­to del pro­pio Ayuntamiento.

Pero…¿y los res­pon­sa­bles que­da­rán en la impunidad?

En Mutri­ku todos sabe­mos quié­nes son los que nos han lle­va­do a los 5,3 millo­nes de deu­da, pero noso­tros no hemos que­ri­do hacer leña con ellos. Somos cons­cien­tes de que la situa­ción estruc­tu­ral del pue­blo en los últi­mos 30 años ha sido depri­men­te, pero esto no pue­de valer como jus­ti­fi­ca­ción. Cla­ro que hay unos res­pon­sa­bles. Noso­tros lo sabe­mos, el PNV lo sabe y el pue­blo tam­bién lo sabe. No es casua­li­dad que Bil­du ten­ga aho­ra ocho con­ce­ja­les y el PNV solo cua­tro. En las elec­cio­nes muni­ci­pa­les se les dio un cas­ti­go muy gran­de como con­se­cuen­cia de su ges­tión, por­que mucha gen­te ya sabía cómo se esta­ban hacien­do las cosas. Pero aho­ra no es momen­to de meter­nos en una refrie­ga polí­ti­ca. Debe­mos mirar hacia ade­lan­te, al futu­ro, estar uni­dos y solu­cio­nar los pro­ble­mas del pueblo.

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