La economía mundial se parece a la película ‘El día de la marmota’, donde cada día se repite una y otra vez, por la inteligencia limitada de los políticos que resuelven todos los problemas imprimiendo dinero, destacan expertos del conocido banco danés Saxo Bank.
Los políticos siguen enterrando la cabeza en la arena y la gente común en todo el mundo sigue sufriendo, empobreciéndose y arruinándose porque nadie quiere asumir la responsabilidad, indican.
Esta política beneficia a los bancos con exceso de peso, pero no puede sacar a la economía mundial del atascadero. Para salir de esta trampa, los líderes deben reconocer los problemas reales y comenzar una verdadera reforma, aconsejan los analistas de Saxo Bank en su pronóstico para el cuarto trimestre de 2012.
Las autoridades no realizan reformas, por ejemplo, del mercado de trabajo. La única herramienta para luchar contra la crisis y la recesión es imprimir dinero.
El resultado de esta política es la intensificación de la tensión social, no solo en los países con dificultades como España, Portugal e Irlanda, sino también, por ejemplo, en Alemania. El 10% de los alemanes más ricos posee el 53% de toda la riqueza del país. En 1998, sin embargo, la situación era diferente. Esto no es sorprendente. Ahora, la proporción de los salarios en relación con el PIB ha alcanzado el nivel más bajo desde 1940.
Desde el inicio de la crisis han pasado cinco años, pero los bancos centrales como en 2009, están tratando de llenarla con liquidez.
Según los expertos, las políticas macroeconómicas de las autoridades de la UE son claramente ineficaces: el desempleo sube mientras la economía se contrae. El riesgo de eventos inesperados e incontrolables disminuyó, pero aumentó el riesgo sistémico.
“Debido a la estupidez de los reguladores y la cobardía de los políticos, el mundo se ha convertido en un adicto a la liquidez y el programa de flexibilización cuantitativa simplemente no va a tener fin”, advierten los analistas.
En el cuarto trimestre de este año y en el primer trimestre de 2013 la actividad económica en el mundo se reducirá al mínimo, anticipan los expertos.
Europa se encuentra en el mismo círculo vicioso en el que se encuentra Japón: el Gobierno emite bonos, los bancos los compran, y luego los entregan en prenda al Banco Central. Como resultado, los mercados siempre se llenan de liquidez barata.
Además, la situación se agrava por nuevos retos como la desaceleración de la economía de China y el precipicio fiscal de EE.UU.