Carta abierta al gobierno sueco
Señor Primer Ministro
John Fredrik Reinfeldt
En mi condición de preso de conciencia, recluido en la prisión de Alta Seguridad La Picota/Eron de la ciudad de Bogotá D.C. le expongo los siguientes hechos:
1. Fui capturado en Caracas el 23 de abril de 2011 y enviado inmediatamente a Colombia, sin permitirse me el debido proceso de defensa en la República Bolivariana de Venezuela. Hasta ahora desconozco que acciones desarrolló el consulado sueco en dicho país ni que justificaciones les expuso Caracas para tan drástica y violatoria medida.
2. Colombia no es precisamente un Estado Democrático y menos su justicia, precaria en brindarle a los investigados garantías en los juicios.
3. Mi salud, como la del resto de internos recluidos en penales a lo largo y ancho del país, esta en riesgo. Casi 1 año insistiendo para que se me efectúen dos operaciones pueden a usted indicarle, Sr. Ministro, las falencias del sistema de salud en Colombia.
4. Colombia es un Estado carcelero, donde opinar diferente, escribir realidades ocultas y hasta ‘robarse un caldo Maggi para sobrevivir’ da penas de 8 años tal como el juzgado 7 Especializado contra el Terrorismo me impuso semanas atrás. Sr Ministro, las cárceles están atiborradas de presos .Diariamente ingresan nuevos, empeorando las ya infrahumanas condiciones de vida.
5. No he cometido delitos en Suecia, Sr. Ministro, los organismos de seguridad del país que me acogió en el año de 1993 pueden dar fe de eso. Tampoco he transgredido la ley colombiana. Aún así llevo encarcelado 18 meses y condenado a ocho años por un concierto para delinquir agravado a la fuerza por la intolerancia de la clase dirigente de Colombia.
6. Solicito a usted, sr Ministro, tomar atenta nota de mi carta, para bien de un país como Suecia ‑mi segunda patria- líder en la defensa de los derechos humanos en el mundo.
Atentamente,
Joaquín Pérez Becerra
Cédula sueca 560122698