Hemos visto, con la polémica desatada por la presencia de la camarada Alexandra en la delegación de paz actualmente en Cuba, que la existencia de internacionalistas en las filas de las FARC incomoda al gobierno colombiano: teme la fuerza del ejemplo y el interés que despierta en las juventudes la vida de quienes hemos decididoluchar lejos de nuestra “patria”…
Como otros internacionalistas que comparten la vida de los guerrilleros colombianos, vine a ponerme a la orden de un pueblo heroico más avanzado que el mío en la lucha, para aportar lo que pueda a la revolución mundial.
Para la derecha, cuyo ideal tiene que ver con acumulación y egocentrismo, tal elección de vida es sospechosamente incomprensible, es por ello que llaman “terrorista internacional” a todo aquél que se solidarice con las luchas de otros pueblos, mientras tienen el descaro de nombrar “héroe de la libertad”a un mercenario gringo matando niños en Siria…Tienen los medios de producción, tienen los de comunicación, pero nosotros somos más, y cuando todos hayamos entendido que no tenemos nada que perder habremos ganado la guerra.
Colombia merece que el mundo mire hacia ella. No es el único pueblo que sufre los terribles efectos de la transnacionalización del capital y la voracidad criminal de una clase burguesa sin escrúpulos. Tampoco es el único pueblo que lucha con heroísmo, pero es uno de los lugares del planeta que tiene la “desgracia” de tener en su suelo envidiables riquezas, ala par de una posición estratégica para el control del continente americano. Por esto, desde hace décadas, sufre una invasión silenciosa pero feroz que ha provocado una histórica resistencia popular, hoy sinónima de esperanza real de cambios radicales para la región, lo que tendría implicaciones mundiales.
Mientras nos dicen que la participación desinteresada en la lucha de otro pueblo es intromisión a los asuntos políticos internos, el imperialismo interviene donde hay intereses financieros y estratégicos por parte de los conglomerados transnacionales que él representa. Porque las fronteras sólo existen para mantener cercados a los pueblos cuando el capital y sus representantes no conocen límites para el saqueo y la muerte. Mientras el gobierno colombiano, ala par de la derecha mundial, criminaliza la solidaridad de los pueblos, aplaude las agresiones imperiales. En su propio suelo se hace lacayo de intereses transnacionales dañinos al tiempo que tilda de terrorista a todo aquel que se involucre en la lucha del pueblo colombiano.
Estoy luchando en las FARC-EP porque del destino de Colombia dependemos todos. No creo que mi participación sea decisiva para la definición de la victoria, sólopiensoque tengo el mismo derecho que todos de luchar por lo que me parece justo e importante, y que si todos de verdad nos involucramos, entonces sí haremos la diferencia.
Para mí, ser combatiente internacionalista de las FARC-EP es elegir ser consecuente con mis ideas y comprometer el resto de mi existencia en la lucha por la liberación de Colombia y la construcción de un nuevo Estado donde impere la justicia social, como un primer paso en la edificación de un mundo sin imperialismo.
Soy comunista, siempre lo he sido, y como tal soy internacionalista; no reconozco ni el concepto burgués del Estado nación, ni las fronteras artificiales que quieren delimitar mi identidad. Soy del pueblo, una ciudadana del mundo que tomó parte en una guerra global que declararon hace mucho los grandes capitalistas al resto de la humanidad. Ser internacionalista es tomar las riendas de la propia vida y actuar segúndicta la consciencia. Es involucrarse con una causa local porque ésta hace avanzar la revolución mundial, de ahí la importancia de la resistencia del pueblo colombiano en este momento. La lucha de las FARC-EP no es nacionalista, es bolivariana, tiene la amplitud de la Patria Grande y la claridad del marxismo leninismo; todo guerrillero fariano es internacionalista porque es consciente de que su lucha fortalece las demás y está dispuesto a pelear donde se le necesite.
Elegir hacerme combatiente internacionalista es aceptar la herencia de los hombres y mujeres que antes de mí siguieron el camino,significa decirles a estos hermanos, que no he conocido, que sus vidas valieron la pena. Soy una internacionalista proletaria respondiendo al llamado del manifiesto comunista: “Proletarios de todos los países ¡Uníos!” y a una antigua tradición de los pueblos.
Contaron,para mi proceso de elaboración conceptual del mundo, la rebelión de los esclavos liderada por Espartaco o las guerras de independencia de América con, por ejemplo, la “legión británica” que luchó al lado de Simón Bolívar. El mismo Bolívar desarrolla una elevada consciencia internacionalista expresada en la construcción del proyecto gran Colombiano. Una profunda inspiración fueron para mí las Brigadas Internacionalistas de la Guerra Civil Española que a la par de un apoyo militar contundente, representaron un modelo de temple y disciplina en las filas libertarias y fue un aliento para el conjunto de la población española levantada en armas…. Es de resaltar que muchos de estos combatientes internacionalistas fueron parte de la organización de la resistencia al nazi-fascismo en toda Europa. Un reconocimiento especial merece el valor de Carlos Ilich Ramírez, internacionalista venezolano que paga en Francia cadenaperpetua por sus actos de solidaridad con el pueblo palestino. El Che por supuesto y Tania, pero también Araceli Pérez Darias, mexicana, miembro de la dirección del Frente Sandinista; Hugo Alfredo Irurzún y Gorriarán Merlo, argentinos quienes lograron el ajusticiamiento del dictador Somoza, huido a Paraguay; Begoña García Arandigoien y Pakito Ariaran, revolucionarios vascos caídos en El Salvador, y muchos más camaradas que son ejemplos para todos los hombres y mujeres que hoy luchan por la justicia social alrededor del mundo,ejemplos que la derecha mundial teme particularmente e intenta por todos los medios borrar de la historia.
En las filas de las FARC-EP, como combatientes, militantes del Partido Comunista Clandestino o colaboradores, hay, desde los primeros años de la organización, luchadores internacionalistas. Gracias a ellos se sabe, fuera de las fronteras colombianas, de la vida guerrillera; aunque las tareas que cumplen sean variadas, el trato es el mismo que cualquier militante colombiano y está sometido a la discreción propia de las tareas revolucionarias. Durante los años que llevo en esta organización, supe de varios “extranjeros” que dieron la vida en cumplimiento de sus tareas, de algunos que andan por otros lados, de los que combaten en otros frentes… Latinoamericanos, la mayoría pero también de otros países del mundo. Algunos cumpliendo el mandato de una organización revolucionaria; la mayoría, a título personal. Somos iguales que todos, pero nuestros camaradas permanentemente nos recuerdan lo valioso que es tenernos allí, saber que no están solos y conocer las experiencias de otros lugares y siempre con mucho cariño nos integran a la cotidianidad de la vida guerrillera. Esto me hace sentir orgullosa de hacer parte del Ejército del Pueblo, que allí donde estoy es donde puedo aportar algo especial, y aprender, más que todo, aprender…
Entonces, ser como el Che, humilde, apasionada y consecuente como él… Algunos dirán “demasiados sacrificios”, la riqueza humana que me nutre vale más que estos supuestos sacrificios, es una opción de vida que en el fondo me aporta más felicidad que amargura, una vida que no cambiaría por todas las comodidades del mundo, porque es la que me llena de la satisfacción de hacer lo correcto y da un sentido a mi existencia. ¿Difícil? A veces, pero llena de alegríay amor. Lo que sí, tuve que hacer elecciones: decidir no tener hijos,dejar atrás una confortable “normalidad” y a los seres queridos que no pidieron separarse de mí de esta forma, amigos, familiares, que a veces no logran entender porque preferí compartir mi vida con “extraños”… A ellos, que nunca han pronunciado una palabra de rechazo,aun cuando la “opinión pública” condena la radicalidad de mi compromiso, aun cuando no comparten mis opiniones, les doy las gracias, siempre me apoyaron, sé que tengo mucha suerte de tenerlos y que muchos de mis camaradas no pueden compartir esta misma alegría… gracias de todo corazón.
A todos los indignados de la tierra, a todos los que creen que no podemos seguir con este sistema decadente, a todos aquellos que se sienten revolucionarios, los invito adejar de lado sus temores y unirse a la lucha. Tomemos consciencia de lo que realmente pasa alrededor nuestro, de las conexiones internacionales del capital y la inviabilidad del modelo neoliberal, e involucrémonos en esta confrontación de clases que sólo terminará cuando las grandes mayorías, o sea cada uno de nosotros, se den cuenta que juntos podremos vencer.
¡Nuestra patria es América, América es la esperanza del universo! (consigna fariana)
No hay mejor forma de alcanzar la libertad que luchar por ella (Bolívar)