El pasado abril, el medio de difusión anarkismo.net, que agrupa a decenas de organizaciones anarco-comunistas de todo el mundo, en una entrevista a este blog preguntaba ¿Qué es el movimiento popular vasco?. Mi contestación fue la siguiente:
“El movimiento popular vasco es la respuesta que principalmente la clase trabajadora y la juventud vasca han dado a un entramado político, económico y social impuesto que no pone en manos del pueblo ni la gestión de sus recursos ni la dirección de sus vidas. Significa la organización del pueblo desde la base y de una forma verdaderamente democrática y horizontal, generalmente asamblearia, autogestionada y de acción directa entendida en su más amplia concepción.
El movimiento popular vasco se ganó sus galones principalmente fogueándose bajo la dictadura fascista española y se mantiene fuerte a día de hoy. Este movimiento popular es muy amplio, plural y prácticamente abarca todas las necesidades y demandas de la sociedad, desde la defensa e impulso de la cultura y lengua vasca, pasando por la auto-organización de la juventud, la ocupación de viviendas deshabitadas, la anti-represión, el feminismo, el ecologismo, la organización de fiestas populares e innumerables iniciativas en el ámbito económico y social. En definitiva, una miríada de actividades y proyectos que en todos los barrios, pueblos y ciudades vascas se llevan a cabo con mucho rigor, militancia de base y una amplísima participación social. Es muy difícil hacer una radiografía completa porque este movimiento es tremendamente rico y variado. A lo largo del tiempo ha sido una ingente fuente de contra-poder popular; desde la creación de las ikastolas (escuelas donde se aprende en vasco), la red de gaztetxes (casas ocupadas que son centro de actividad de la juventud), un espacio comunicativo independiente (radios libres, periódicos, etc)… es difícil abarcar en unas líneas todo lo que ha dado de sí y lo que tiene aún por dar, pero a modo de resumen podemos decir que el movimiento popular vasco es el hilo que mantiene en pie y hace real el sueño de la Euskal Herria nueva con la que soñamos frente a los que buscan su destrucción. Sin el movimiento popular vasco posiblemente el pueblo vasco ya no existiría. Para el movimiento de liberación nacional vasco y todos los que trabajan para que otro mundo sea posible el movimiento popular es fundamental. Afortunadamente amplias capas de la sociedad vasca también lo entienden así.”
Otra de las preguntas y enlazada con la anterior decía así, ¿Cuáles han sido las claves para la configuración y pervivencia de un movimiento popular tan vital? ¿Por qué no ha sido asimilado o minorizado?. A lo que de nuevo contesté de esta manera:
“El movimiento popular vasco es el mayor movimiento contestatario de Europa y no lo es por casualidad. Para entender la razón habría que acudir en un principio a la propia idiosincrasia vasca y su cultura ancestral circular. Desde una perspectiva histórica ancestral las tradiciones circulares como el Auzolan donde el pueblo en pleno de una manera solidaria y mediante la ayuda mutua llevaban a cabo tareas siendo esto la unidad básica de la organización político-económica autóctona de Euskal Herria, así como las Batzarres, asambleas soberanas de valle, que suponían una forma primigenia de acción directa mediante asambleas de pueblo surgidas anteriormente a las formas estatales de poder, podrían ser las primeras formas organizativas originarias de un proto-socialismo libertario vasco que están marcadas en el ADN social y se han mantenido a lo largo del tiempo, al igual que la lengua vasca, pese a innumerables factores en contra.
Obviamente eso no sería suficiente para contestar a la pregunta ni explicar este fenómeno. El conflicto y la tradición de pelea hace que se mantenga esa vitalidad. ¿Por qué son tan ágiles las focas? Posiblemente porque a lo largo de los milenios han tenido que enfrentarse a depredadores como el tiburón. De la misma manera se puede decir que el movimiento popular vasco ha alcanzado esa agilidad histórica porque se ha enfrentado a enemigos muy poderosos con mucha perseverancia y determinación. En última instancia la existencia de un conflicto nacional y social histórico, la existencia de organizaciones luchadoras revolucionarias con amplio historial y entrega, y por qué no decirlo, por la propia existencia de la izquierda abertzale que no ha dado la espalda al movimiento popular, lo ha alimentado constantemente e incluso desde las instituciones burguesas ha dado cobertura a este movimiento. Todo ello asegura la configuración del movimiento popular vasco, su pervivencia y la imposibilidad de que sea minorizado y asimilado. La represión ha sido la respuesta de los estados ante la imposibilidad de asimilación.”
Hoy, y debido a debates abiertos en el seno de la izquierda abertzale me gustaría añadir algo más relacionado al movimiento popular vasco desde mi propia experiencia personal. Una serie de conclusiones que lo largo de los años me han quedado medianamente claras.
- Sin menospreciar a las personas que no se identifican plenamente con la izquierda abertzale y reconociendo en muchos casos su ingente labor en el movimiento popular, sin el impulso del MLNV no existiría movimiento popular vasco en prácticamente ninguna de sus expresiones.
- Pese a que la mayoría del movimiento popular vasco tiene su autonomía, esta autonomía ha sido salvaguardada por el impulso del MLNV y principalmente por sectores revolucionarios. Especialmente a partir de la década de los 90. El movimiento popular no es algo sectorial pese a que esté compuesto de unidades sectoriales. En conjunto es algo estratégico.
- La militancia revolucionaria del MLNV no ha sido mera comparsa en el movimiento popular, sino su dinamizador principal y eje vertebrador. Ese trabajo dinamizador en ningún caso ha supuesto un trabajo partidista ni dirigente, sino activador de la sociedad. Esa activación se ha hecho en parámetros estratégicos nacionales y sociales. Con instrumentos ya desaparecidos.
- La unidad popular, ha sido, y como no podía ser de otra manera, un mero acompañamiento del movimiento popular. Imposibilitada para generar, sustentar y alimentar al movimiento popular. La unidad popular ha sido alimentada por el movimiento popular y no al revés. Lo cual es perfectamente lógico e imposible de revertir porque precisamente unidad popular significa eso; Receptor de los diferentes ámbitos de lucha. La unidad popular es fuerte si el movimiento juvenil, obrero, estudiantil, feminista,ecologista, cultural y popular es fuerte y no en sentido inverso.
- El trabajo dinamizador en el movimiento popular requiere una planificación estratégica, una tipología de militancia y una actitud que no concuerda al completo con la unidad popular sino con los sectores de la juventud y de la clase trabajadora vasca más combativos. De lo contrario el movimiento popular se convierte en apéndices socialdemócratas, institucionales o profesionales no cumpliendo su función de ariete y rebasador de los límites del sistema.
- Por la misma razón que es necesaria una organización juvenil, independentista , socialista y revolucionaria, entre otros motivos para generar, sustentar y alimentar al movimiento juvenil (que no es otra cosa más que el movimiento popular de la juventud), es necesaria una organización independentista , socialista y revolucionaria que genere, sustente y alimente al movimiento popular global. Esa función no la puede realizar la unidad popular por los motivos previamente alegados. De la misma manera que no puede cubrir la función de sindicato u otro tipo de necesidades orgánicas.
- Por lo tanto, un debate paralelo pero a su vez complementario reside en que es necesaria una organización revolucionaria y socialista independiente pero partícipe de la unidad popular para por una parte mantener la llama histórica del socialismo revolucionario que es parte de la unidad popular aunque no lo es todo, ya que la unidad popular es plural, y para como ya se ha comentado antes generar, sustentar y alimentar al movimiento popular.
- El debate sobre vanguardias es totalmente absurdo, porque ese rango lo otorga el pueblo y no se puede diseñar. Algo se convierte en vanguardia por su labor y no por su definición.
Nota final:
No tener en cuenta esto, en mi opinión dará como resultado seguro un proceso endógeno que a parte de inutilizar ampliamente el potencial revolucionario y transformador del movimiento popular hará rebajar progresivamente la importancia teórica de éste haciendole un elemento subsidiario de la dínamica política de la izquierda abertzale, aumentará una progresiva pérdida de militancia en los barrios y pueblos, incrementará tentaciones dirigistas, destensionará dinámicas sociales y en definitiva hará avanzar al MLNV en el cumplimiento del punto primero de aquellas 20 maneras de cargarse a la izquierda abertzale.