Pre­sos y exi­lia­dos: un gran acuer­do social- Jon Garay

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El pasa­do 10 de noviem­bre, quie­nes acu­di­mos a Baio­na des­de Hegoal­de segu­ro que com­par­ti­mos una sen­sa­ción de envi­dia sana y admi­ra­ción hacia nues­tros pai­sa­nos del nor­te. Por­que han hecho posi­ble lo que a este lado de los Piri­neos pare­ce tan difí­cil: reu­nir a gen­tes de todas las sen­si­bi­li­da­des polí­ti­cas pidien­do el res­pe­to a los dere­chos huma­nos de los pre­sos y una agen­da para el pro­ce­so de paz.

Aque­lla foto de miles de per­so­nas, con esa pan­car­ta mul­ti­co­lor, es una de las metas que nos hemos mar­ca­do como movi­mien­to. Aun­que las cir­cuns­tan­cias en Hegoal­de son evi­den­te­men­te dis­tin­tas, aun­que aquí nece­si­te­mos más tiem­po para supe­rar muros y tejer nue­vas com­pli­ci­da­des, el nor­te está ahí, nues­tro obje­ti­vo es ese: tejer un amplio acuer­do social que posi­bi­li­te y ace­le­re la vuel­ta a casa de pre­sos y exi­lia­dos políticos.

Por­que lo quie­ra o no el Gobierno espa­ñol, en Eus­kal Herria hay un pro­ce­so de paz en mar­cha. Y en todo esque­ma de reso­lu­ción de con­flic­tos es impres­cin­di­ble abor­dar las con­se­cuen­cias, tra­tar el capí­tu­lo de las víc­ti­mas, la memo­ria, y tam­bién dar una solu­ción a los pre­sos y exi­lia­dos. Pues bien, para cerrar de mane­ra satis­fac­to­ria asun­tos tan espi­no­sos ‑que lo son pre­ci­sa­men­te por­que el con­flic­to sigue latente‑, es impres­cin­di­ble ese gran acuer­do social, un míni­mo común deno­mi­na­dor en la ruta hacia la paz.

Por eso nos pare­ce tan impor­tan­te la foto­gra­fía de Baio­na. Por­que está pre­ce­di­da de un meri­to­rio tra­ba­jo de rela­cio­nes, de empa­tía, de acu­mu­la­ción, que ha teni­do como resul­ta­do una prác­ti­ca una­ni­mi­dad social en torno a los temas bási­cos: pro­ce­so de paz, dere­chos huma­nos, fin de la dis­per­sión, liber­tad de los pre­sos enfer­mos y de quie­nes han cum­pli­do su con­de­na, acce­so a liber­ta­des condicionales…

Para apun­ta­lar más el mode­lo, la mani­fes­ta­ción estu­vo pre­ce­di­da de varios movi­mien­tos del Minis­tro Valls, eje­cu­ta­dos muy al esti­lo de su cole­ga Fer­nán­dez Díaz: pasos atrás, para empeo­rar, para blo­quear. Y estas pos­tu­ras extre­mis­tas, tan ale­ja­das del acuer­do social, pro­vo­ca­ron un efec­to bume­rán y una mayor acti­va­ción de todos los sec­to­res, que se sin­tie­ron ata­ca­dos en su pro­yec­to de con­vi­ven­cia. Y a buen segu­ro que aho­ra, en el Eli­seo, el señor Hollan­de esta­rá refle­xio­nan­do sobre todo esto. Por­que mien­tras no dé pasos en posi­ti­vo va a tener un gra­ve pro­ble­ma de des­afec­ción social.

Y es que, a estas altu­ras, ya va estan­do cla­ro quién se mue­ve por la paz y quién pre­ten­de man­te­ner el con­flic­to en los pará­me­tros ante­rio­res. Y como lo que está en jue­go es muy impor­tan­te, nada menos que el pro­yec­to de con­vi­ven­cia de este país, mucha gen­te está toman­do car­tas en el asun­to de mane­ra acti­va, y más que lo harán en la medi­da en que los gobier­nos se empe­ñen en este blo­queo irres­pon­sa­ble. Bue­na prue­ba de ello es la rápi­da exten­sión que está tenien­do el movi­mien­to Herri­ra por toda la geo­gra­fía vas­ca, el amplio res­pal­do popu­lar a nues­tras ini­cia­ti­vas y las voces cada vez más plu­ra­les que se dan cita en ellas.

En este sen­ti­do, toman­do como tram­po­lín la his­tó­ri­ca mar­cha de Baio­na, la cita del 12 de enero en Bil­bo adquie­re aho­ra una impor­tan­cia capi­tal para supe­rar la actual situa­ción de blo­queo. Nues­tro obje­ti­vo es que ahí se visua­li­ce de mane­ra cla­ra ese gran acuer­do social, la volun­tad mayo­ri­ta­ria de aca­bar con la dis­per­sión y con todas las medi­das de excep­ción, el deseo com­par­ti­do de que todas las par­tes den pasos defi­ni­ti­vos hacia la paz.

Des­de el movi­mien­to Herri­ra vamos a hacer todo lo posi­ble por lograr una foto lo más pare­ci­da a la de la mani­fes­ta­ción de Baio­na. Esta­mos con­ven­ci­dos de que es posi­ble, de que hay sitio para todos en la pan­car­ta de los dere­chos huma­nos, la solu­ción y la paz. Y tam­bién vemos que es nece­sa­rio, que es hora de supe­rar los esque­mas par­ti­dis­tas y empe­zar a pen­sar como socie­dad, por­que nos juga­mos el mode­lo de con­vi­ven­cia y el futuro.

Para ello, ani­ma­mos a la ciu­da­da­nía a poner­se en mar­cha y a hacer todo lo posi­ble por ese gran acuer­do social, tra­ba­jan­do des­de la base, acer­can­do pos­tu­ras en todos los pue­blos, en las fábri­cas, en los cen­tros de estu­dio. Vamos a hacer la ola gota a gota, des­de hoy mis­mo, cada cual en su ámbi­to, y el 12 de enero le vamos a decir al mun­do que en Eus­kal Herria tam­bién tene­mos dere­cho a nues­tro pro­ce­so de paz, y que la paz pasa de mane­ra urgen­te por res­pe­tar los dere­chos más ele­men­ta­les de los pre­sos y sus familiares.

Detrás de una pan­car­ta por el fin de la dis­per­sión hay miles de per­so­nas que sufren día a día sus dolo­ro­sas con­se­cuen­cias. Y esas per­so­nas tam­bién nos piden un peda­ci­to de espe­ran­za, poder creer que su paz tam­bién será posi­ble. Por eso, el 12 de enero tene­mos que estar, tene­mos que sumar. Esta socie­dad tie­ne dere­cho a la esperanza.

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