El objetivo de un revolucionario es hacer la revolución. ¿Obvio, verdad?. La organización que dio inicio a la articulación del movimiento de liberación nacional lo dice en la primera frase de todas sus comunicaciones. Organización vasca socialista revolucionaria para la liberación nacional.
Pero… ¿Qué es la revolución?. En su sentido amplio es un cambio o transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato. ¿Qué significa todo esto?. El pasado inmediato a la revolución sería el presente, este mismo “instante” entendido como un proceso que también está en movimiento. Lo analizable para un revolucionario por tanto es si está en el camino a la revolución creando las condiciones necesarias para crear una ruptura radical o no lo está.
Una de las diferencias con el reformismo reside en que el reformista tiene como techo estratégico y táctico el proceso del presente para modificarlo gradual o pragmáticamente entrando en una visión de embudo que le impide mirar más allá. Los cambios en el proceso del presente para el reformista no estarían dentro de un recorrido que haga generar las condiciones de esa ruptura radical sino que sería como subir pequeños escalones indefinidamente creyendo que de esta manera en algún momento dado se llegará a algún tipo de meta y contradiciendo por tanto a toda la historia de la clase obrera y de los pueblos.
¿Cuáles son las características del presente?. Los ejes esenciales que nos interesan del presente serían dos; La opresión nacional y la opresión social de Euskal Herria con su antagonismo definido como independencia y socialismo. La lucha de clases en Euskal Herria toma la forma de liberación nacional. ¿Significa eso que la opresión social es secundaria?. No, significa que un pueblo sometido nacionalmente tiene que librarse de la opresión nacional como paso imprescindible para la revolución socialista. No ha existido ningún proceso combinado de liberación nacional y social instantánea en ninguna parte del mundo y nada indica que en Euskal Herria vaya a ser diferente. ¿Por qué?. Porque las necesidades estratégicas y tácticas básicas de la liberación nacional siempre difieren en algo comparado con las necesidades estratégicas y tácticas de la revolución socialista. Incluso los sujetos revolucionarios no concuerdan del todo.
Se entiende por revolución socialista a una revolución de clase, en la que la clase trabajadora ocupa una posición dominante y subordina a la clase capitalista mediante la toma del poder y transformación del sistema. Es decir, instaurando el estado socialista. ¿Tenemos que dejar a un lado la lucha de clases hasta superar la opresión nacional?. De ningún modo, ya que precisamente la lucha de clases acelera también las contradicciones del sistema en Euskal Herria haciéndonos avanzar hacia la liberación nacional y fortaleciendo un bloque popular.
En Euskal Herria la clase dominante y minoritaria es la capitalista, a su vez dos estados capitalistas son los que ejercen la opresión nacional, el español y el francés. Solo mediante una ruptura radical se puede dejar atrás la opresión nacional debido al carácter y esencia de los estados que nos someten, en ningún caso democráticos, invalidando cualquier vía democrática posible hacia la liberación nacional. Esto es el ABC del conflicto que los estados mantienen con Euskal Herria y negarlo puede tener unas consecuencias desastrosas ya que puede hacer creer que los estados por convencimiento propio negociarán o un día se cuadrarán los astros en el cielo y aceptarán la voluntad de la sociedad vasca con alegría. Otro tanto se puede decir de la clase capitalista en relación a dejar sus privilegios de lado y ceder a la clase trabajadora lo que con sangre y dominación histórica han robado.
Teniendo en cuenta que el objetivo estratégico que nos interesa es el estado socialista vasco independiente, que no existen vías democráticas de superación de la opresión nacional, que la independencia y el socialismo son el antagonismo de la opresión nacional y social, que solo mediante la ruptura se quebrará la opresión nacional y que solo mediante la subordinación de la clase capitalista se alcanzará el socialismo.. echemos cuentas si la revolución es mito o realidad necesaria.
Cómo hacerla es el siguiente paso de reconocer su necesidad. No empezamos de cero porque en ese proceso en movimiento “del presente”, el MLNV, entre otros, ha ido metiendo sus cuñas históricas. Para analizar está cómo se van a seguir metiendo hasta que casque todo y como convencer a los que no creen en la utilidad de ello. La superación de la opresión nacional y social será un proceso revolucionario, en saltos si queremos, pero que pese a quien le pese requiere y requerirá bastante más que buena voluntad, “acuerdos” o no saber exactamente porque llegan negociaciones y porque se decantan hacia un lado o a otro.