El ministro de Defensa español, Pedro Morenés, anunció este martes que su país está permitiendo a aviones franceses de guerra sobrevolar su territorio para facilitar los bombardeos sobre Malí.
Además, Morenés afirmó que España está dispuesta a incrementar su colaboración en esta intervención militar si la Unión Europea (UE) lo cree conveniente.
Estas declaraciones se produjeron durante una rueda de prensa que ofreció junto al secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, tras la reunión que ambos mantuvieron en Madrid. El ministro de Defensa español informó que habló el pasado viernes con su homólogo francés y que este lunes volvió a conversar con él, y que ha accedido a permitir el sobrevuelo de los aviones que están bombardeando en el país africano.
El uranio, origen de los bombardeos
Los medios de comunicación de masas censuran los verdaderos motivos intervencionistas de Francia y los países occidentales en el país africano.
Para empezar, resulta incorrecto hablar sobre los insurgentes como un grupo homogéneo. Hay distintos grupos e intereses. Entre los grupos armados que luchan por el control de la región están los tuareg, los islamistas radicales y grupos vinculados a Al Qaeda.
Los tuareg no son simplemente una tribu nómada, entre ellos hay hasta 6.000 personas que lucharon en Libia apoyando al coronel Muammar Al Gaddafi en 2011 durante la intervención militar occidental en ese país.
El conflicto en Malí de hecho es una consecuencia de los acontecimientos libios, cuando Occidente, y sobre todo Francia, acabaron con el frágil equilibrio en la región y ahora están “cosechando los frutos”.
Un hecho de suma importancia que no se nombra en los informativos occidentales es que en las zonas tuareg de Malí, Níger y Libia existen importantes reservas de uranio.
En el norte de Níger, país vecino de Malí, transnacionales francesas operan en dos grandes minas de uranio (Arlit y Akouta) situadas a los alrededores de la ciudad industrial de Arlit, situada en la región de Agadez.
Los yacimientos estratégicos de uranio en Malí son un elemento importante en el conflicto y explican en parte el interés de las fuerzas occidentales en la región.
Estados Unidos está preocupado por la posibilidad de que los tuareg accedan a este metal radiactivo.
Si los rebeldes establecen su control sobre los yacimientos, empezarán a buscar maneras de vender uranio, en primer lugar a Irán. Esa evolución de la situación no le gustaría a EEUU ni a sus socios de la OTAN.
Por ello, los próximos pasos que dará occidente será el despliegue, a través de Naciones Unidas, de tropas de la OTAN para un supuesto mantenimiento de la paz.