¿Por qué enfer­ma­mos? – El méto­do dia­léc­ti­co en epidemiología

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Para comprender por qué, cuáles son las causas que producen las enfermedades y los problemas de salud debemos entender la relación dialéctica entre el azar y la necesidad, entre lo casual y lo causal. Frente al determinismo y el mecanicismo que aún predominan en los análisis de las ciencias de la salud debemos considerar un hecho básico: que hay determinación en la indeterminación e indeterminación en la determinación. ¿Qué quiere decir esto? Si analizamos cualquier acontecimiento de la naturaleza (viva o inerte) o de la sociedad podemos comprobar que se produce por una serie de causas, de cadenas causales (necesarias y determinadas) que chocan y se entrecruzan entre sí de forma causal o azarosa (indeterminada). Fue Hegel el primero que resolvió la relación y unión de estos «dos contrarios», el azar y la necesidad, en pugna continua y siempre presentes, en el sentido de que, según del proceso particular de que se trate, predominará uno u otro.

Un accidente laboral en la construcción, sector donde por cierto se sigue produciendo el mayor porcentaje de accidentes de trabajo en el Estado español1, nos muestra por ejemplo todas las cadenas causales que lo han producido. La caída del trabajador es casual pero sus condiciones laborales y personales, así como las de la obra donde trabaja son necesarios y claramente determinados. El conocimiento y estudio sistemático de los distintos tipos de accidentes de trabajo o de las enfermedades profesionales proporcionan una síntesis, una mejor comprensión de la influencia de las inadecuadas condiciones laborales y personales del trabajador o trabajadora y de los riesgos de las exposiciones ocupacionales y de las insuficientes medidas de protección y seguridad de las empresas. Mejorar dichas condiciones laborales y de seguridad producirá una menor probabilidad de accidentes laborales, aunque, el hecho particular y aislado de la caída del mismo en ese momento y lugar es indeterminado y azaroso. Solo cuando mejoran las condiciones en el trabajo, con horarios y descansos adecuados, estabilidad, formación y medidas de protección según los riesgos del lugar del trabajo junto con mejoras del salario que permitan el descanso y calidad de vida del trabajador estaremos disminuyendo el riesgo de accidentes laborales porque evitamos la formación de sus cadenas causales y, por tanto, arrinconamos y minimizamos el azar.

Cuanto más conocemos, y podemos intervenir, sobre las causas, más podemos determinar o evitar el proceso y menos azar existe; en el otro polo de esta relación, los procesos o enfermedades que menos conocemos sus causas, o sobre las que podemos intervenir poco, el aspecto casual o azaroso de su aparición será mayor. Es en este sentido que hablamos de unidad y «lucha» de contrarios que solo el método dialéctico ha podido resolver.

Pero para analizar las causas de las enfermedades también tendremos que considerar otra importante relación dialéctica, la de la realidad y la posibilidad. Los fenómenos o hechos se consideran reales porque son posibles que ocurran, frente a lo imposible. Y como hechos posibles, pueden que ocurran o que no ocurran, y si no ocurren, ocurrirán otros hechos posibles en su lugar2. En la actualidad es imposible que una persona padezca la viruela, porque ha sido erradicada, pero esta verdad objetiva y concreta, es relativa porque en un futuro podría aparecer por determinadas causas naturales o humanas. Sin embargo, muchas otras enfermedades infecciosas siguen afectando a la población en mayor o menor medida según las zonas y circunstancias. Y de nuevo volveríamos a analizar los conocimientos que tenemos de ellas, el porqué ocurren, cómo han afectado, y afectan, a determinadas regiones y grupos de población. Repasaríamos las características del germen, sus mecanismos de transmisión, las personas más vulnerables por su grado de desnutrición y otras características biológicas, la importancia de las condiciones higiénico-sanitarias y económicas de su entorno. Sabemos por ejemplo que la mercantilización del agua, de las semillas y de las tierras, su cotización en bolsa, produce una subida de los precios de los alimentos y empobrece a las poblaciones de las zonas más dependientes, aumenta la desnutrición crónica de la población infantil y las infecciones gastrointestinales.

Comprender cada una de esas enfermedades, entender su esencia profunda, nos permite conocer por qué ocurrió, por qué fue posible. Y nos permite predecir lo que puede ocurrir y qué medidas se deben tomar para evitarlas. Porque estos acontecimientos, como otros, no se originan con necesidad causal absoluta (100%), sino que solo las posibilidades de diversas conexiones causales están determinadas según leyes de un modo necesario, y dentro de este marco de leyes propias se tiene en cuenta lo casual, el azar, en el proceso real, concreto, que estemos analizando.

  1. Informe Anual de Accidentes de Trabajo en España – Año 2011, Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo. Disponible en: http://www.oect.es/Observatorio/3%20Siniestralidad%20laboral%20en%20cifras/Otros%20informes%20de%20siniestralidad%20laboral/Informes%20anuales%20de%20danos%20a%20la%20salud/INFORME%20ACCIDENTES%20DE%20TRABAJO%202011.pdf
  2. R. Havemann: Dialéctica sin dogma. Ciencia natural y concepción del mundo, Ediciones Ariel, Barcelona, 1971.

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