La nece­si­dad de la sobe­ra­nía en Andalucía

  1. El uso falaz e ideo­ló­gi­co de una pala­bra como este caso de la lla­ma­da «recon­quis­ta» es útil para trans­mi­tir todo lo con­tra­rio de lo que real­men­te ocu­rrió en Anda­lu­cía. La reali­dad es que los habi­tan­tes del al-Anda­lus se con­fi­gu­ró duran­te siglos de una nume­ro­sa pobla­ción de his­pa­no­ro­ma­nos y des­cen­dien­tes de los ára­bes, bere­be­res o esla­vos que entra­ron en el año 711. Estos últi­mos, al con­tra­rio de lo que ocu­rrió con los godos, se fusio­na­ron y con­flu­ye­ron en un perio­do de gran esplen­dor cul­tu­ral, cien­tí­fi­co y artístico. 
  2. Des­de la des­apa­ri­ción del poder visi­go­do tras la bata­lla de La Jan­da en el año 711 has­ta la ren­di­ción de Gra­na­da en enero de 1492, fue­ron con­ti­nuos los inten­tos de los rei­nos del nor­te por con­quis­tar las tie­rras del al-Anda­lus. La bata­lla, qui­zá más impor­tan­te, gana­da por el ejér­ci­to anda­lu­sí fue la bata­lla de Alar­cos, con­tra el ejér­ci­to cas­te­llano-leo­nés en el año 1195. Y otras per­di­das como la libra­da con­tra un ejér­ci­to com­bi­na­do de todos los rei­nos penin­su­la­res y algu­nos euro­peos (don­de se pro­du­jo una gran matan­za en las Navas de Tolo­sa). En el siglo XIII el rei­na­do cas­te­llano-leo­nés con­quis­ta una par­te impor­tan­te del terri­to­rio del al-Anda­lus (con Fer­nan­do III) que es com­ple­ta­da por los reyes cató­li­cos en el siglo XV, Isa­bel de Cas­ti­lla y León; y Fer­nan­do de Ara­gón y Cataluña.
  3. Hay que acla­rar que la lle­ga­da de los ára­bes fue pro­duc­to de múl­ti­ples fac­to­res, las luchas inter­nas entre los nobles godos, hizo que uno de ellos pidie­ra ayu­da a tro­pas ára­bes y bere­be­res del nor­te de Áfri­ca; a ello se unía la mise­ria y des­cré­di­to entre un amplio sec­tor de la pobla­ción his­pa­no­ro­ma­na, que no había aca­ba­do de mez­clar­se con los godos y vivían some­ti­das a una con­di­ción de escla­vi­tud y miseria.
  4. La pobla­ción indí­ge­na, mozá­ra­bes (cris­tia­nos inte­gra­dos y res­pe­ta­dos por los musul­ma­nes) y mula­díes (cris­tia­nos que se con­ver­tían al Islam o hijos de matri­mo­nios mix­tos con ára­bes y bere­be­res y, en defi­ni­ti­va, la pobla­ción de ori­gen his­pa­no­ro­mano y visi­go­do eran lla­ma­dos mula­díes). La noble­za visi­go­da aca­bó fusio­nán­do­se con la ára­be (que jun­to con la bere­be­re eran las que tenían el poder). La ara­bi­za­ción cul­tu­ral de los mula­díes y su mez­cla a tra­vés de matri­mo­nios mix­tos con los ára­bes y bere­be­res lle­ga­dos a la penín­su­la, mucho menos nume­ro­sos, hizo que las dife­ren­cias étni­cas entre los dis­tin­tos gru­pos prác­ti­ca­men­te des­apa­re­cie­ron en los siglos XII y XIII, hacien­do que fue­ra casi impo­si­ble dis­tin­guir en la pobla­ción anda­lu­sí los ele­men­tos de ori­gen forá­neo de los pro­pia­men­te peninsulares.
  5. J. Greus: Así vivían en Al-Anda­lus, Madrid, Ana­ya, 1991. 
  6. Pese a lo comen­ta­do en la nota ante­rior, las dife­ren­cias socio-eco­nó­mi­cas en el al-Anda­lus crea­ron ten­sio­nes y suble­va­cio­nes, sobre todo en el siglo IX, bien de las cla­ses más pobres como la rebe­lión del arra­bal de Cór­do­ba, bien de cla­ses medias como el inten­to de segre­ga­ción de Tole­do pro­ta­go­ni­za­dos prin­ci­pal­men­te por mula­díes y mozá­ra­bes. No hay que olvi­dar que estos últi­mos jun­to a bere­be­res y esla­vos ocu­pa­ron car­gos des­ta­ca­dos en la admi­nis­tra­ción civil y en el ejér­ci­to andalusí. 
  7. G. Ler­ner: La crea­ción del patriar­ca­do, Bar­ce­lo­na, Edi­to­rial Crí­ti­ca, 1990.
  8. A. C. Comin: Noti­cia de Anda­lu­cía, Madrid, Edi­to­rial Cua­der­nos para el Dia­lo­go, 1970.
  9. R. San­Mar­tín: His­to­ria de Anda­lu­cía. Para jóve­nes. Una aven­tu­ra apa­sio­nan­te, Cór­do­ba, Almu­za­ra, 2005
  10. S. Fedi­ci­ne: El Cali­bán y la bru­ja. Muje­res, cuer­po y acu­mu­la­ción ori­gi­na­ria, Madrid, Tra­fi­can­tes de Sue­ños, 2010.
  11. R. Cara­ba­llo y J. Ver­ga­ra: Mate­rial didác­ti­co. Acer­car­se a Blas Infan­te, Sevi­lla, Atra­pa­sue­ños, 2013, p. 65
  12. J. Díaz del Moral: His­to­ria de las agi­ta­cio­nes cam­pe­si­nas anda­lu­zas, Madrid, Alian­za Edi­to­rial, 1979.
  13. José Sán­chez Rosa, nace en un pue­blo de la sie­rra de Cádiz, Gra­za­le­ma, en el año 1864, de fami­lia muy humil­de zapa­te­ra. Des­de casi niño tra­ba­ja en el cam­po y remen­da­ba los zapa­tos de sus com­pa­ñe­ros por la noche. Apren­de a leer en la escue­la ofi­cial que tuvo que aban­do­nar des­de muy niño para tra­ba­jar en el cam­po. En los años 70 del siglo XIX los actos de sabo­ta­je se pro­du­cían por dife­ren­tes zonas de las pro­vin­cias de Sevi­lla y Cádiz y sus auto­res nun­ca se des­cu­brían. Aun­que la pren­sa obre­ra espa­ño­la había des­apa­re­ci­do por com­ple­to, en Anda­lu­cía se reci­bía clan­des­ti­na­men­te la anar­quis­ta de Amé­ri­ca, espe­cial­men­te: El Per­se­gui­do, por medio de los emi­gran­tes. En la sole­dad de los cam­pos los tra­ba­ja­do­res escu­cha­ban con devo­ción los ardien­tes artícu­los ácra­tas que Sán­chez Rosa les leía, ape­nas un niño de 13 o 14 años. For­mó par­te del exten­so movi­mien­to cam­pe­sino de la baja Anda­lu­cía cono­ci­do como «Mano Negra» y par­ti­ci­pó muy des­ta­ca­da­men­te en el asal­to a Jerez de la Fron­te­ra por gran can­ti­dad de cam­pe­si­na­do. En la cár­cel de Cádiz cono­ció a un anar­quis­ta fran­cés, ami­go de Reclus, que le ense­ñó el idio­ma y amplió sus cono­ci­mien­tos en luchas obre­ras. En la cár­cel de Jerez estre­chó amis­tad con Fer­mín Sal­vo­chea. Fue un exper­to ora­dor y escri­tor de nume­ro­sos folle­tos de pro­pa­gan­da así como tex­tos de dife­ren­te temá­ti­ca como el muy prác­ti­co: El abo­ga­do del obre­ro. Sus escri­tos en gene­ral mues­tran su cla­ra intui­ción del alma popu­lar que mue­ven los resor­tes emo­ti­vos que apa­sio­nan al tra­ba­ja­dor andaluz.
  14. Fer­mín Sal­vo­chea y Álva­rez nace en Cádiz en el año 1842, des­ta­ca­do fede­ra­lis­ta y anar­co­co­mu­nis­ta, alcal­de de Cádiz y pre­si­den­te de su can­tón, se le con­si­de­ra uno de los mayo­res líde­res e ideó­lo­gos de las luchas obre­ras en Anda­lu­cía, y en espe­cial de la suble­va­ción gadi­ta­na en diciem­bre de 1868.
  15. Decla­ra­do Patri­mo­nio Inma­te­rial de la Huma­ni­dad. El sor­teo se cele­bra cada cua­tro años don­de las fami­lias resi­den­tes de la loca­li­dad con­cu­rren para obte­ner las tie­rras de una de las 232 hazas (terre­nos) que están en jue­go. En reali­dad fue una for­ma de ani­mar a poblar un terri­to­rio fron­te­ri­zo y peli­gro­so en sus orí­ge­nes pero que en cual­quier caso superó todo tipo de tra­bas como la de la des­amor­ti­za­ción, entre otras. 
  16. Los miem­bros anda­lu­ces del Par­ti­do Fede­ral son los que redac­tan el pro­yec­to de Cons­ti­tu­ción o Pac­to fede­ral para los Can­to­nes Regio­na­les Anda­lu­ces en el año 1883, más cono­ci­do como Cons­ti­tu­ción de Ante­que­ra. En su arti­cu­la­do des­ta­ca­mos el cuar­to que dice que la Fede­ra­ción Anda­lu­za tie­ne como obje­to ase­gu­rar la inde­pen­den­cia e inte­gri­dad del terri­to­rio o el deci­mo­cuar­to que reco­no­ce la inde­pen­den­cia civil y social de la mujer, dero­gan­do todas las leyes que impli­quen su subordinación.
  17. Blas Infan­te nace en Casa­res (Mála­ga) el 5 de Julio de 1885, su infan­cia en ese pue­blo de la sie­rra mala­gue­ña pudo com­pro­bar la exis­ten­cia de per­so­nas de pri­me­ra y segun­da cla­se, la exclu­sión y mar­gi­na­li­dad del pue­blo gitano, la explo­ta­ción infan­til y la pobre­za de las fami­lias jor­na­le­ras. Esa sen­sa­ción, que le mar­có toda su vida, se reafir­mó cuan­do estu­dió en el ins­ti­tu­to de Archi­do­na, don­de con­vi­vi­rá con alum­nos gra­tui­tos pro­ve­nien­tes de esas fami­lias jornaleras.
  18. uan Díaz del Moral nace en el año 1870 en Buja­lan­ce (Cór­do­ba) y mue­re en Madrid en el año 1948. Es un pro­fe­sor y abo­ga­do des­ta­ca­do por denun­ciar la situa­ción de los jor­na­le­ros y cam­pe­si­nos en Anda­lu­cía y quien acu­ña el tér­mino de «socia­lis­mo indí­ge­na». Des­ta­ca su obra: La his­to­ria de las agi­ta­cio­nes cam­pe­si­nas anda­lu­zas, que nos ha ser­vi­do para datar y resal­tar muchas de las luchas anda­lu­zas seña­la­das en este texto.
  19. I. Gil de San Vicen­te: El nacio­na­lis­mo impe­ria­lis­ta del PC de Espa­ña (Crí­ti­ca de una his­to­ria de domi­na­ción), abril de 2009, http://​www​.matxin​gu​nea​.org/​d​o​k​u​m​e​n​t​u​a​/​e​l​-​n​a​c​i​o​n​a​l​i​s​m​o​-​i​m​p​e​r​i​a​l​i​s​t​a​-​d​e​l​-​p​c​-​d​e​-​e​s​p​a​na/.
  20. El Sin­di­ca­to Obre­ro del Cam­po se crea en el año 1976 tras la for­ma­ción de comi­sio­nes de jor­na­le­ros en los años 1974 y 1975 y ha sufri­do a lo lar­go de los años una fuer­te repre­sión polí­ti­ca y sin­di­cal de los dife­ren­tes gobier­nos de la «demo­cra­cia» de UCD y PSOE.
  21. Docu­men­tos del Pri­mer Con­gre­so del SAT, apar­ta­do II, Anda­lu­cía gol­pea­da por la cri­sis, Sevi­lla, 17 y 18 de diciem­bre de 2011. 
  22. «Bie­nes de pro­pios» o «los bie­nes de pro­pios» o «los pro­pios» son bie­nes del muni­ci­pio que el ayun­ta­mien­to arrien­da y cuan­do son uti­li­za­dos por sus veci­nos, repar­ti­dos, ya se deno­mi­nan bie­nes comunales.
  23. J. M. Nare­do y M. Gon­zá­lez de Moli­na (2002): Refor­ma agra­ria y desa­rro­llo eco­nó­mi­co en la Anda­lu­cía del siglo XX, Gon­zá­lez de Moli­na, M. (Ed.) La his­to­ria de Anda­lu­cía deba­te, vol. II, «El cam­po anda­luz», Edi­to­rial Anth­ro­pos (Rubí, Bar­ce­lo­na) en coedi­ción con la Dipu­tación Pro­vin­cial de Gra­na­da (Gra­na­da), año 2002, pp. 88 – 116.
  24. SAT: Pro­yec­to de Decre­to-Ley de Patri­mo­nio Agra­rio Anda­luz, Anda­lu­cía 2013.
  25. R. A. Pérez Tru­ji­llano: Refor­ma agra­ria: pue­blo, Esta­do y dere­cho. A pro­pó­si­to de la Ley 8/​1984, de Refor­ma Agra­ria del Par­la­men­to de Anda­lu­cía y la Sen­ten­cia del Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal 371987, Gru­po de Estu­dios del Sin­di­ca­to Anda­luz de Trabajadores/​as, abril de 2013.
  26. H. R. Sonn­tag y H. Vale­ci­llos: El Esta­do en el capi­ta­lis­mo con­tem­po­rá­neo, Méxi­co D.F., Siglo XXI, Méxi­co D.F., pp. 88 – 133. Cita­do por R.A. Pérez Tru­ji­llano: Refor­ma agra­ria: pue­blo, Esta­do y dere­cho. A pro­pó­si­to de la Ley 8/​1984, de Refor­ma Agra­ria del Par­la­men­to de Anda­lu­cía y la Sen­ten­cia del Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal 371987, Gru­po de Estu­dios del Sin­di­ca­to Anda­luz de Trabajadores/​as, abril de 2013.

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