Foto cortesia de Prensa Latina
“Nuestra lucha revolucionaria es justa e inaplazable,
y por lo tanto imposible de derrotar”.
Manuel Marulanda Vélez”.
El hecho de vivir en Cuba y sobre todo en La Habana me dio, más de una vez, el privilegio de conocer a personas muy especiales, que están escribiendo las páginas de la historia de América Latina.
Esta vez son los compañeros y las compañeras guerrilleros y guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), enfrascados en la capital cubana en acuerdos de paz para Colombia, un país afligido por una guerra civil desde el lejano 1948, cuando el asesinato fascista de Jorge Eliecer Gaitán dividió al pueblo colombiano en dos grandes frentes y que después de casi 66 años sigue manchando de sangre su territorio.
Después del horrendo homicidio, empezó una lucha armada en el país, dónde en el 1964, se fundaron oficialmente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejercito del Pueblo, un grupo de hombres y mujeres que, como canta Fito Paez, cuando todos piensan que todo ya está perdido, vienen a ofrecer sus corazones.
Sí, porque como dijo el Che Guevara, las FARC-EP son consecuentes con “todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio consciente de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el Hombre Nuevo que se vislumbra en el horizonte”, y por esta razón pueden luchar armados con fusiles en la selva colombiana, pero también sentarse a la mesa de paz en La Habana y afrontar armados sólo con las palabras otro desafío muy difícil.
Desde el capitalino Hotel Palco tengo el gran honor de conversar con la comandanta Laura Villa, una de las guerrilleras presentes en la delegación de las FARC-EP para los diálogos de paz.
“Antes que nada, quiero enviar un saludo fraternal para ti y para todos los lectores de la prensa alternativa, que hace un trabajo muy importante para informar construyendo verdades e instruir ideológicamente a los pueblos del mundo”. Así Laura empieza a contestarme cuando le pregunto porque quiso unirse a las FARC-EP: ¨Yo ingreso en la guerrilla porque soy colombiana, nací hace 30 años en un país donde hace mucho tiempo siempre gobernaron la desigualdad y la injusticia. Hoy mismo tenemos 30 millones de pobres, nefastos servicios de salud y educación y un desempleo espantoso. Para mí ver nuestro país totalmente esclavo del imperialismo norteamericano es algo muy doloroso. Yo nací en una familia pequeño-burguesa y tuve la suerte de cursar la universidad y terminar mis estudios como medica cirujana. Cuando terminé la carrera, empezaron grandes dudas dentro de mí sobre cómo pudiera ayudar a Colombia para que fuera un país mejor, y en seguida estuve segura y sigo haciéndolo de que elegí el camino correcto para una Colombia más justa para mi pueblo. Claro, tuve que despojarme de muchas cosas pero, todo eso, me dignifica como mujer y como persona¨.
“Pensé también en dedicarme sencillamente a ser médica para los campesinos, entre gente pobre, pero me di cuenta que sería una científica con manos atadas porque para los pobres no hay medicamentos, no hay camas en los hospitales, la gente se queda prostrada en los servicios de urgencia donde la tratan como si fueran números sin caras o mercancías sin valor. Para lograr cambios, hay que tomar decisiones radicales, entrar en las FARC-EP fue la decisión más importante de mi vida y no me arrepiento en lo más mínimo”.
“Los más lindo de estar en las FARC-EP es estudiar para superarse, hay que aprender conocimientos políticos y militares, a parte de seguir mejorando en mi carrera y aprender a ser una médica eficiente viviendo en la naturaleza. La selva es un ambiente muy sano, lleno de oxígeno, donde se encuentran medicamentos naturales. Yo me dedico también a instruir al pueblo para que pueda curarse, no solo soy médica, sino maestra también, capacito enfermeras y enfermeros, técnicos y técnicas, es hermoso ver cómo la gente aprende a ser independiente”.
“Quien como yo es médico, tiene que saber organizar la salud para los más de 80 frentes y las distintas compañías de la guerrilla, no se hacen solo procesos de urgencia, sino ciclos programados para curar varices o hernias, desparasitaciones, … nosotros no queremos robar al estado su función, sencillamente el sistema de salud no existe para los pobres, no aparece en ningún lado. Las FARC-EP no son solamente fusiles y batallas, nos preocupamos integralmente por los humildes. Para nosotros, los guerrilleros, es fundamental no ir a los hospitales, lugares muy peligrosos que sirven para meternos a las cárceles, no para curarnos: sabemos perfectamente que en las prisiones colombianas hay más que 8000 presos políticos en condiciones deplorables y el presidente Santos no permite la visita de organizaciones de los derechos humanos para aliviar la situaciones”.
Hablando de la doble moral de Santos, le recuerdo a Laura que cuando llegó a Cuba en el abril del 2013, con el guerrillero Ignacio Ibañez, Uribe entregó las coordinadas del punto de la selva donde ellos se iban a encontrar con la Cruz Rojas para después volar a La Habana, arriesgando sus vidas. Este es solo un pequeño ejemplo de lo que hace Santos, que dice buscar la paz y nunca concedió un cese al fuego para mostrar su verdadera voluntad de poner las armas.
“Yo no supe nada de lo que pasó hasta que llegué a Cuba. Uribe entregó las coordenadas a un alto mando militar del ejército creando una situación ambigua y contradictoria. Santos dijo que no sabía nada y que iba a encarcelar a los culpables y hasta el día de hoy fue una mentira más, todo cayó en el olvido. La actitud del presidente Santos es más electoral que de paz, otra incongruencia es el referéndum sobre los diálogos de paz que quiso sin consultarnos. Es muy duro para nosotros desarrollar los diálogos de paz mientras la guerra sigue feroz y los compañeros y las compañeras mueren, nosotros fuimos los únicos en conceder un cese al fuego; y además se siguen persiguiendo las marchas y los paros del pueblo, la impunidad total es quien gobierna Colombia”.
Las FARC-EP lograron hace poco que el estado colombiano levantara la orden de captura de Julian Conrado, guerrillero que se encontraba en Venezuela y pudo volar a La Habana para incorporarse a los diálogos de paz: pregunto a Laura si esta es una señal positiva para alcanzar el arribo a La Habana de otro preso político de las FARC-EP, Simon Trinidad.
“Nosotros lo esperamos con confiancia, Simon Trinidad es un delegado plenipotenciario en los diálogos. Vamos a luchar hasta el imposible para verlo llegar aquí. La lucha que Simón está dando en las mazmorras del imperio es impresionante, lo tienen en un aislamiento infrahumano porque es un ejemplo de resistencia revolucionaria, todo lo que hacemos para pedir su libertad es muy poco en comparación a su valor humano. Julian Conrado será un asesor del proceso, primero tendrá que solucionar sus problemas de salud”.
Yo creo que la prensa tradicional en Colombia es muy hipócrita, no se preocupa en denunciar la situación de los presos políticos en las cárceles, es un instrumento de guerra (en la II Cumbre de la CELAC en La Habana, el presidente Rafael Correa definió las transnacionales de la prensa como armas de destrucción masiva de la verdad), se dedica a campañas de desprestigio, a repetir 1000 veces una mentira para que sea una verdad: hace poco intentó desacreditar a Laura diciendo que no era médica, que no estaba capacitada para estar en la mesa y publicó una foto de ella con Iván Márquez y Jesús Santrich en un catamarán, como si estuvieran veraneando en La Habana.
Pregunto a Laura si se sintió mal por todo eso y me contesta que “a mí no me preocupa lo que dice el estado fascista de Colombia, el momento de la foto fue un receso de los diálogos y nos invitaron, si una prensa engañosa dice mentiras sobre nosotros solo demuestra lo que es verdaderamente. Yo estoy orgullosa de lo que dice el pueblo colombiano y de la energía que tiene para marchar, en estos momentos, contra el estado, me permite seguir con mucho ánimo. Fíjate que la prensa fascista magnifica las mujeres de la delegación del estado, bombo y platillo para ellas y nosotras somos las fracasadas, las incompetentes. Las guerrilleras somos casi la mitad de la delegación y todas ya demostramos que estamos dispuestas a entregar la vida para el pueblo colombiano”.
Es verdad lo que dice Laura, además yo creo que para esconder el carácter machista y patriarcal del estado fascista de Colombia después del inicio de los diálogos, Santos tuvo que incorporar dos mujeres en su delegación… casi obligado por la asombrosa presencia de mujeres entre las FARC-EP.
Laura me recuerda la triste situación de la mujer en Colombia, que muchas veces como jefa de familia tiene que trabajar para mantener a los hijos, recibir salarios más bajos que los hombres y luchar sin cansarse para lograr sus derechos.
“Nosotras, las guerrilleras tenemos un blog, www.mujerfariana.co, donde escribimos artículos sobre la realidad nacional, con una mirada femenina y luchadora, contamos nuestras experiencias en la selva, publicamos libros y poemas. Buscamos que se haga conciencia en el pueblo, que la mujer es la actriz principal en todos los procesos, por ejemplo, es fundamental para poder lograr la paz, pero también la mujer fue y será siempre el corazón de cada Revolución para liberar los pueblos, y no lo digo yo, lo asegura la Historia”.
En la última pregunta, tratamos el tema del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, que fue suspendido por un procurador por presuntas ilegalidades.
“Aquí tú tienes la comprobación de que en Colombia no existe la democracia: ¿cómo puede un procurador, funcionario elegido para las altas esferas del estado, ponerse por encima de la voluntad del pueblo, la cual eligió al alcalde?
Por ello, el punto de la participación política en los diálogos de paz es fundamental y clave para lograr armonía y democracia, es vital una asamblea constituyente en Colombia para una reforma electoral, una reforma de la justicia, una reforma de las estructuras militares para que sea una verdadera paz con respecto a la vida y a la oposición”.
*columnista de Cubainformación