¡¡¡Aler­ta Nico­lás y Dios­da­do!!!- Eduar­do Ramos

Ante el fra­ca­so de la dere­cha fas­cis­ta opo­si­to­ra en las urnas, ellos dise­ña­ron otro gol­pe de Esta­do con una mar­cha de estu­dian­tes vio­len­tos y tari­fa­dos, el plan era arre­me­ter vio­len­ta­men­te con­tra las ins­ti­tu­cio­nes de Esta­do para que las auto­ri­da­des actúen repri­mien­do, y en ese momen­to estos fas­cis­tas dis­pa­ra­sen con­tra su mis­ma gen­te y así lograr muchos muer­tos y cul­par al gobierno de la matan­za, para pedir la inter­ven­ción extranjera.
Lo que le que­da a la opo­si­ción aho­ra es espe­rar que los paí­ses neo-colo­ni­za­do­res y explo­ta­do­res del mun­do, les orde­nen seguir con los dis­tur­bios para que les den tiem­po para pre­pa­rar­se y hacer una incur­sión arma­da con para­mi­li­ta­res cuba­nos de Mia­mi y para­mi­li­ta­res de Colombia.
El pue­blo jun­to a su gobierno tie­nen que estar en esta­do de aler­ta, ya que el esque­ma es del mis­mo libre­to apli­ca­do en otros paí­ses tales como Irak, Libia, Siria, Ucra­nia, etc.
En esta incur­sión arma­da mori­rían por igual cha­vis­tas y opo­si­to­res, ya que los grin­gos no tie­nen bom­bas solo mata cha­vis­tas, ellos a don­de van, van con todo, son ase­si­nos, y cuan­do sus sol­da­dos reco­bran la con­cien­cia se sui­ci­dan o que­dan de por vida con pro­ble­mas mentales.
El pre­tex­to es que ellos lle­van Demo­cra­cia, y ellos mis­mos no la tie­nen ni en su país, ya que Demo­cra­cia para ellos es sola­men­te ir a votar en las elec­cio­nes para seguir eli­gien­do a sus ver­du­gos. En esta arre­me­ti­da de los pode­res mun­dia­les el gobierno tie­ne que poner en máxi­ma aler­ta a la inte­li­gen­cia mili­tar. Refor­zar, apo­yar y orga­ni­zar a la mili­cia bolivariana.
Ade­más en el com­ba­te con­tra la gue­rra eco­nó­mi­ca debe seguir­se apli­can­do con rigi­dez la Ley Orgá­ni­ca de Pre­cios Jus­tos, has­ta que la pobla­ción no ten­ga que hacer colas para com­prar los artícu­los de pri­me­ra nece­si­dad. Tam­bién se debe abas­te­cer los super­mer­ca­dos del gobierno y con­tro­lar que los buho­ne­ros no hagan fies­ta con los pro­duc­tos. Aho­ra más que nun­ca nece­si­ta­mos la unión para que no se nos mue­ra este sue­ño y que es el sue­ño de toda la humanidad.

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