Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio. Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba. Entonces ideó lo siguiente: como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición: Que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija. El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba. Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes. (Fábula, El león enamorado de la hija del labrador)
Llegados al 2014 nunca en las últimas décadas Euskal Herria ha estado tan lejos de una solución al conflicto. Ya que la solución al conflicto depende directamente de la capacidad de forzar bilateralmente un resultado concreto.
Jamás el conflicto tendrá una solución porque de mutuo acuerdo se llegue a ella. Todos los pasos en resolución del conflicto si no inciden y están relacionados con una ventaja sobre el oponente no dan resultado. Los acuerdos de llegar, los consensos de darse, las negociaciones de producirse, son reflejo directo de la balanza de poder entre el opresor y oprimido. De esa lucha entre contrarios irreconciliables. Y para los estados es totalmente irreconciliable con su esencia el reconocimiento de la nación vasca. Raíz del conflicto.
Es por ello que la decisión unilateral a la que se vio abocada a tomar ETA en el 2011 ha hecho desaparecer cualquier diálogo, negociación o perspectiva de ello con los estados ya que no tienen en absoluto ninguna necesidad de retomarlos.
Todo proceso unilateral tiene como objetivo crear bilateralidad. Pues es imposible desde la simple unilateralidad iniciar un proceso de paz o dar solución al conflicto o sus consecuencias. Para las que se necesitan a todos los actores en juego. Solo la credulidad del oprimido puede llegar a interiorizar que la buena voluntad es un factor que puede abrir posibilidades.
Es por todo ello la razón de que los estados y sus colaboradores continúan enrocados en un proceso donde ETA es el conflicto. Y gran parte de la sociedad vasca ha caído ante ello. De ahí que en las condiciones actuales y de no producirse un cambio seguirá la misma tónica en las que las exigencias no cesarán ni aún en el caso de que ETA por arte de magia desapareciese.
Centralizando todo el proceso en los pasos que realicen ETA y los presos políticos y no en lo que tiene que hacer la sociedad vasca tomando una posición estratégica y que permita confrontar directamente, los estados solo tienen que sentarse y esperar. Y eso están haciendo además de continuar con su proceso de guerra contra Euskal Herria.
Comentaba al principio que la ventaja en la balanza de poder es en última instancia lo único que puede desbloquear una situación dada. En el caso vasco esa fuerza significa proceso constituyente de estado soberano, proceso hacia el socialismo, poder popular y confrontación mucho más allá de lo electoral entrando también en el terreno de la desestabilización política. De lo contrario el bloqueo no solo se enquistará sino también todas las oportunidades de avance normalizándonos en una situación anormal de opresión nacional y social.
No, la pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo. (Pablo Picasso)