Cri­mea VS Koso­vo- Ibai Trebiño

Este 2014 será un año his­tó­ri­co en la vie­ja Euro­pa. Tan­to Cata­lun­ya como Esco­cia estan pre­pa­ra­das: median­te sen­dos refe­ren­dos deci­di­rán su futu­ro en el mar­co de una Unión Euro­pea cada vez más agre­si­va y anti­de­mo­crá­ti­ca. A día de hoy una de mis prin­ci­pa­les dudas es saber como actua­rá la comu­ni­dad inter­na­cio­nal, con la legis­la­ción inter­na­cio­nal en la mano, fren­te a estas «cues­tio­nes inter­nas euro­peas». Sea como fue­re, la posi­ble inde­pen­den­cia de estos terri­to­rios repre­sen­ta­rá un pre­cen­den­te his­tó­ri­co tam­bién para los vas­cos. ¿Es posi­ble sobre­vi­vir fue­ra de la Unión Euro­pea? Posi­ble y nece­sa­rio, yo creo que sí.

Dejan­do al mar­gen y sin entrar a valo­rar otros pro­ce­sos como la eter­na cri­sis bel­ga (Flan­des no repre­sen­ta un pro­ce­so sece­sio­nis­ta clá­si­co sino más bien de una rup­tu­ra fede­ral de «mutuo acuer­do» ‑y en par­te en base a razo­nes eco­nó­mi­cas de sus éli­tes- entre las dos enti­da­des que con­for­man la fede­ra­ción bel­ga, Flan­des y la Valo­nia fran­có­fo­na) o la sece­sión mon­te­ne­gri­na de 2006 (que repre­sen­ta, igual­men­te, una rup­tu­ra entre dos enti­da­des fede­ra­les «her­ma­nas» ‑don­de las razo­nes eco­nó­mi­cas repre­sen­tan la prin­ci­pal cau­sa- ya que ambas com­par­ten his­to­ria, idio­ma, reli­gión y «com­po­si­ción étni­ca»), todas las mira­das se fijan aten­ta­men­te en la penín­su­la Cri­mea. El pue­blo Crimeo ha deci­di­do sumar­se, ines­pe­ra­da­men­te y pre­ci­pi­ta­dos por el gol­pe de esta­do fas­cis­ta en Ucra­nia, a los pro­ce­sos sece­cio­nis­tas en la vie­ja Euro­pa ‑geo­grá­fi­ca- y así con­su­mar, impe­ca­ble­men­te y con un apo­yo popu­lar real­men­te aplas­tan­te, su aspi­ra­ción his­tó­ri­ca de reuni­fi­ca­ción con Rusia.

Es pre­ci­sa­men­te aho­ra, cuan­do se cum­plen 15 años del comien­zo de las «hos­ti­li­da­des huma­ni­ta­rias» de la OTAN en Yugos­la­via (don­de en tres meses murie­ron «huma­ni­ta­ria­men­te» miles de civi­les) cuan­do los que apo­ya­ron el pro­ce­so sece­cio­nis­ta Koso­var (no un pro­ce­so de auto­de­ter­mi­na­ción, sino la ocu­pa­ción mili­tar y la crea­ción de una nar­co-colo­nia ‑que ade­más olvi­da inten­cio­na­da­men­te la «pro­ble­má­ti­ca» de los alba­ne­ses en FYROM, Mon­te­ne­gro o Gre­cia-) tie­nen dudas sobre la legi­ti­mi­dad de Cri­mea, has­ta el pun­to de negar su indis­cu­ti­ble dere­cho a la auto­de­ter­mi­na­ción. La com­pa­ra­ción entre ambos casos no debe ser odio­sa, sino que debe ser total­men­te nece­sa­ria. Koso­vo y Cri­mea repre­sen­tan pro­ce­sos idén­ti­cos (según la lega­li­dad inter­na­cio­nal vigen­te) y ambos casos demues­tran que exis­te una posi­bi­li­dad sece­cio­nis­ta ‘de fac­to’ fue­ra de la Unión Europea.

Aho­ra bien, pues­tos a com­pa­rar ‑los pocos valien­tes- por­que Koso­vo si y Cri­mea no, vie­ne carac­te­ri­za­do por ese típi­co doble rase­ro occi­den­tal, gene­ral­men­te basa­do en men­ti­ras y/​o mani­pu­la­cio­nes. Mien­ten y mani­pu­lan por­que en Cri­mea no ha habi­do una ocu­pa­ción mili­tar, más allá de los Black­Wa­ter esta­dou­ni­den­ses pasean­do­se «demo­cra­ti­ca­men­te» y arma­dos has­ta los dien­tes por Donetsk, que haya con­di­cio­na­do el pro­ce­so. La flo­ta rusa del Mar Negro lle­va des­de 1789 en Cri­mea, el que has­ta 1991 fue­ra su pais (en for­ma de Impe­rio o de Repú­bli­ca Socia­lis­ta) y que des­de enton­ces se man­tie­ne en Sebas­to­pol debi­do a los acuer­dos que tie­ne fir­ma­dos con Ucra­nia (país has­ta hace un mes sobe­rano) y que le per­mi­te con­tar legal­men­te con has­ta 25.000 efec­ti­vos (que ni tan siquie­ra han sali­do de sus cuar­te­les duran­te la cri­sis) siem­pre a cam­bio de una sucu­len­ta can­ti­dad de dine­ro para las arcas de Kiev. Por otra par­te, y aun­que su obje­ti­vo sea el de con­fu­dir a la gen­te lla­mán­do­les «ocu­pan­tes», están las auto­de­fen­sas Cri­meas (y no tan cri­meas) orga­ni­za­das tam­bién por el Par­ti­do Comu­nis­ta Ucra­niano y cuya úni­ca fun­ción es defen­der a la pobla­ción civil de los ata­ques de escua­dris­tas a suel­do de las auto­pro­cla­ma­das auto­ri­da­des de Kiev. No se pue­de decir lo mis­mo sobre Koso­vo, don­de los nor­te­ame­ri­ca­nos y la KFOR man­tie­nen aún ‑muchos años des­pués- el terri­to­rio bajo ocu­pa­ción, domi­na­ción y sub­yu­ga­ción. La base mili­tar esta­dou­ni­den­se de Camp Bonds­teel es una pie­za cla­ve para los nor­te­ame­ri­ca­nos, con el fin de con­tro­lar zonas estra­té­gi­cas (y sus recur­sos) que conec­tan, a tra­vés de los bal­ca­nes, Euro­pa cen­tral con el Mar Negro y el mar Adriá­ti­co. Todo esto a cos­te cero, por­que los yan­quis no pagan ni un solo Euro.

Jun­to a la «ocu­pa­ción rusa», exis­te otra gran men­ti­ra: el refe­ren­dum ha sido una far­sa. Aun­que los aplas­tan­te resul­ta­dos no dejen lugar a la duda sobre la volun­tad cri­mea, se tra­ta de una men­ti­ra ya pro­gra­ma­da antes inclu­so del refe­rén­dum. Deci­dir sobre algo nun­ca pue­de ser una far­sa, y menos en este caso. Así lo corro­bo­ran los datos de par­ti­ci­pa­ción ya que tam­bién la mayo­ría de tár­ta­ros cri­meos y ucra­nia­nos se posi­cio­na­ron a favor del «sí». No solo eso, tam­bién los datos sobre las deser­cio­nes en el ejér­ci­to ucra­niano tras el gol­pe de esta­do (85% en Cri­mea) o el flu­jo migra­to­rio con­ti­nen­tal-penin­su­lar (se habla de 300 ucra­nia­nos que lle­gan a Cri­mea dia­ria­men­te «esca­pan­do» de la ‘Ucra­nia étni­ca’) son bas­tan­te sig­ni­fi­ca­ti­vos sobre la volun­tad popu­lar, no solo de los cri­meos sino tam­bien de los ucra­nia­nos. Resul­ta curio­so ade­más, que se hable de una «lim­pie­za étni­ca» para jus­ti­fi­car la «ile­ga­li­dad» del pro­ce­so crimeo. Aquí entra­ría en jue­go el fac­tor de lo que ha sido y lo que nos hubie­ra gus­ta­do que fue­ra (según los mass-media inter­na­cio­na­les). La reali­dad es que con tan «solo» 2 muer­tos (pro­vo­ca­dos ade­más por unio­nis­tas ucra­nia­nos) el nivel de con­flic­to ha sido míni­mo en Cri­mea, sin ir más lejos cua­tro veces más «lim­pio» (con menos víc­ti­mas) que por ejem­plo el pro­ce­so inde­pen­den­tis­ta eslo­veno, cali­fi­ca­do por muchos como «mode­lo a seguir». Y nada que ver si lo com­pa­ra­mos otra vez con Koso­vo, don­de tras las docu­men­ta­das lim­pie­zas étni­cas con­tra las mino­rias ser­bias, gita­nas, gora­nis o tur­cas, el pro­ce­so sece­cio­nis­ta se nos pre­sen­tó como «impe­ca­ble». Todo ello sin entrar a valo­rar las muchas razo­nes his­tó­ri­cas (entre ellas la ocu­pa­ción nazi y las lim­pie­zas étni­cas de 1942) que ‑entre muchos otros fac­to­res- favo­re­cie­ron el cre­ci­mien­to demo­grá­fi­co de los alba­ne­ses en Koso­vo. Aho­ra bien, los que en Koso­vo ale­ga­ban moti­vos «éti­cos» para la sece­sión aho­ra se lo nie­gan a los cri­meos, o mejor dicho, lo uti­li­zan para defen­der la terri­to­ria­li­dad ucra­nia­na o revin­di­car la ‑exclu­si­va- «tar­ta­rie­dad» de Cri­mea, uti­li­zan­do el argu­men­to de las depor­ta­cio­nes sovié­ti­cas (des­con­tex­tua­li­za­das, como si de pur­gas étni­cas se tra­ta­sen) mien­tras miran a otro lado fren­te a las evi­den­tes pur­gas étni­cas en los Balcanes.

Con una doble moral des­ver­gon­za­da y un cúmu­lo de «razo­nes lega­les abso­lu­tas» sobre la impo­si­bi­li­dad de la crea­ción de nue­vos esta­dos fue­ra (y den­tro) de la Unión Euro­pea, es nece­sa­ria una refle­xion urgen­te: el con­cep­to «auto­de­ter­mi­na­ción» en el table­ro geo­po­lí­ti­co se inter­pre­ta de una mane­ra u otra en fun­ción de los intere­ses de cada cual. El dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción no es un dere­cho uni­ver­sal en el actual mar­co polí­ti­co-eco­nó­mi­co y mili­tar euro­peo. Esa es la tris­te reali­dad, y noso­tros no pode­mos per­ma­ne­cer al mar­gen del aná­li­sis en el dise­ño de una estra­te­gia sobe­ra­nis­ta que aspi­re a englo­bar mayo­rias en pos de la sobe­ra­nía vas­ca. La inde­pen­den­cia fue­ra de la Unión Euro­pea es la úni­ca vía posi­ble. La lega­li­dad inter­na­cio­nal nun­ca se pue­de ante­po­ner a la volun­tad popular.

Zorio­nak Krimea!


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