Recientemente la Fundación alemana Rosa Luxemburgo Stiftung dio a conocer un material educativo para la lectura y comprensión del Primer Volumen de “El Capital” de Marx llamado “PolyLuxMarx”. La presentación tuvo lugar en el Auditorio Lucio Mendieta y Nuñez de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM el 12 de marzo de 2014, a cargo de Antonella Muzzupappa (una de las autoras), Stefan Glander (que no asistió pero envío un material al que se le dio lectura), Torge Löding, director de la Oficina Regional en México de la Fundación Rosa Luxemburgo y como comentaristas Francisco Cerezo y Adrián Sotelo, todos moderados por David Estraulino.
Como se expone en el Prefacio a la edición en español, « “PolyLuxMarx” es una base de trabajo única, dado que expone la estructura argumentativa de “El Capital” (primer tomo) en forma de diapositivas y gráficas animadas» y más adelante agrega: « “PolyLuxMarx” se dirige sobre todo a los facilitadores y facilitadoras; pero también a las y los estudiantes, trabajadores, activistas políticos y personas –jóvenes o adultos– con formación académica o sin ella, lo mismo que con conocimientos previos teóricos o sin ellos».
Además de estos objetivos el Manual advierte que «…las posibilidades, los lugares y las condiciones para llevar a cabo la formación política varían de país en país, al igual que las interpretaciones en torno a “El Capital” de Marx. Todo ello obviamente repercute en “PolyLuxMarx”. Sin embargo, no queremos limitarnos a presentar únicamente un material educativo probado en la práctica: también queremos contribuir al debate internacional en torno a Marx. Ésta es la razón por la que preferimos emplear métodos particulares, por lo que confiamos puedan discutir y usar este material en sus propios contextos conforme a sus necesidades». Esta es una magnífica oportunidad para adaptar la lectura y comprensión de “El Capital” a las condiciones particulares en que se desarrolle y a las necesidades de comprensión de la realidad.
Además ello permite al interesado aprehender el capital y constar que ¡“El Capital” se lee de nuevo! ¿Por qué y para qué? Esta es la pregunta interesante y trascendental.
Es sabido que durante la década de los ochenta y noventa del siglo pasado, en un contexto histórico de sucesión de una serie de acontecimientos, tales como la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética y del bloque socialista, así como de la irrupción del llamado Consenso de Washington y de consolidación del neoliberalismo en el mundo, el pensamiento marxista y otras corrientes críticas dentro de las ciencias sociales se ensombrecieron frente al arribo y consolidación del pensamiento único, es decir, de un conjunto de hipótesis, teorías, métodos, principios y valores sustentados en el predominio del mercado, del individualismo y la competencia intercapitalista que, entre otros dogmas, proclamaron y celebraron el triunfo del capitalismo, el «fin de la historia» y la imposibilidad de la transición al socialismo.
No faltaron las teorías del fin del trabajo y del advenimiento de la posmodernidad que supuestamente invalidaban a la teoría marxista de la crítica de la economía política sustentada en la teoría del valor-trabajo y su expresión en la ley del valor, construida y formulada por Marx en las dos primeras secciones del primer volumen de “El Capital”. Una vez expuesta la ley del valor entendida como la determinación del valor de las mercancías, incluyendo a la mercancía fuerza de trabajo, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción, es que Marx en el capítulo 5 correspondiente a la tercera sección, se ocupa del proceso de trabajo y del de valorización del capital, mediados por la explotación del trabajo para la producción de plusvalía. En este nivel de la exposición, Marx comprueba que, en el proceso de trabajo, el obrero —con ayuda de las herramientas y dentro de la jornada laboral— despliega simultáneamente tres movimientos dialécticamente interrelacionados: a) en primer lugar, transfiere al producto final partes alícuotas del valor del capital constante (máquinas, herramientas, edificios, materias primas); b) en segundo lugar, crea un equivalente al valor de su salario o capital variable invertido en fuerza de trabajo y, por último, c) en tercer lugar, crea una plusvalía que directamente se apropia el capitalista.
Esta es la esencia del planteamiento del primer volumen de “El Capital” que explica esencialmente el proceso de acumulación capitalista y la producción de ganancias. El segundo volumen se encargará del estudio y análisis de los problemas de circulación del capital (esquemas de reproducción) para, en el tercer volumen, abordar el proceso de producción y reproducción en su conjunto destacando la ley fundamental descubierta por Marx relativa a la tendencia a la caída de la tasa de ganancia producto de un constante incremento de la composición orgánica del capital concomitante a la disminución de la participación de la fuerza de trabajo y, por ende, de la masa de plusvalía en el proceso productivo.
La teoría del valor trabajo y del cambio social revolucionario concebida por la crítica de la economía política, y sustentada en “El Capital”, fue ensombrecida, por lo menos hasta finales de la década de los noventa del siglo pasado, por presuntas nuevas teorías que resucitaron viejos paradigmas y dogmas ideológicos derivados de las corrientes evolucionistas y funcionalistas del pensamiento social, tales como el estructuralismo, las teorías de la evolución y las corrientes neoclásicas dentro de la economía burguesa y conservadora que comenzaron a replantear sus principales postulados para oponerlos sistemáticamente — y confrontarlos— con la teoría marxista en general y, en particular, con la teoría del valor trabajo de la economía política.
Otro ángulo de esta reacción antimarxista y antiteoría del valor trabajo se dio por el lado de las corrientes del fin del trabajo derivadas del trabajo de André Gorz intitulado “Adiós al proletariado, más allá del socialismo” publicado en 1980 y seguido de una serie de libros y autores que siguieron la huella del “general intellect” planteado por Marx en los “Grundrisse” y que culminará en los planteamientos recientes de Antonio Negri en sus libros “Imperio” (2000) y “Multitud” (2004) y de Lazzarato sobre el trabajo inmaterial (2007) que, en rigor, desechan la teoría del valor y proclaman la necesidad de la creación de nuevas teorías que den cuenta supuestamente de los fenómenos contemporáneos.
En contraposición a ambas vertientes Daniel Bensaïd, por ejemplo, en su “Marx intempestivo. Grandezas y miserias de una aventura crítica” publicado originalmente en Francia en 1995, pone énfasis en el hecho de que a partir de mediados de la década de los noventa del siglo pasado, luego de la crisis de la década anterior, se operó un cambio monumental expresado en un resurgimiento de «los marxismos»: «sobre los escombros del siglo XX han vuelto a reflorecer mil marxismos». Sin tornarse escarlata, el aire recobra los colores. En 1993 se publican “Los espectros de Marx” de Jacques Derrida y “La miseria del mundo” bajo la dirección de Pierre Bourdieu. En el otoño de 1995, justo cuando comenzaba el movimiento huelguístico, por iniciativa de la revista “Actuel Marx” se realizó el primer Congreso Marx internacional. “Marx l’intempestif” apareció en noviembre. La prensa se asombró ante esta resurrección intelectual paralela al «regreso de la cuestión social» (p. 13). Sin embargo, el autor admite la posibilidad de que esos «mil marxismos» se conviertan en un solo marxismo una vez superada la etapa dogmática del marxismo estalinista que fue impuesto en el mundo por la burocracia soviética en concordancia con la profundización de la crisis del capitalismo.
Como quiera que sea lo cierto es que independientemente de las distintas vertientes que se puedan presentar al interior de la teoría marxista y de la crítica de la economía política, pensamos que su ingrediente común, necesariamente parte, y tiene que partir, de la teoría del valor trabajo elaborada por Marx en “El Capital”, así como en trabajos anteriores como la Miseria de la filosofía y los Grundrisse, para mencionar dos obras esenciales.
“PolyLuxMarx” está consciente de lo anterior y tan es así que en la introducción al uso de este manual advierte que «El material educativo de “PolyLuxMarx” no es un traslado 1:1 de “El Capital”; tampoco ilustra cada uno de los conceptos y categorías de Marx: únicamente los primeros cuatro capítulos se presentan de manera muy detallada, debido a que esos temas en particular tienen un alto grado de complejidad y dificultad. En el caso de los demás capítulos se visualizan determinadas categorías en diapositivas individuales o en juegos de diapositivas». Evidentemente que se muestra el punto de partida de “El Capital” de Marx que es justamente el que posee el mayor nivel de abstracción en relación con las demás secciones y capítulos contenidos en este volumen y en los dos siguientes que abordan cuestiones y problemas cada vez más concretos como los relativos a los precios de producción, la renta de la tierra, el interés, el comercio internacional y los problemas de la tasa de ganancia.
Los autores de este valioso manual aclaran que el mismo no sustituye la lectura de los tres libros que conforman “El Capital”; sólo ayuda, didácticamente, a entender algunos conceptos y categorías con la intervención de lo que los autores denominan «facilitadores» y «facilitadoras» y que nosotros preferimos denominar orientadores de los grupos de trabajo estudiosos de “El Capital” de Marx, y cuya misión es justamente coadyuvar a su comprensión a través de procedimientos pedagógicos y didácticos.
Estos orientadores proponen el material, sugieren temas y preguntas, orientan la lectura, formulan preguntas y pueden coordinar la discusión grupal para, de ser posible, llegar a conclusiones. Lo esencial es que se avance en la comprensión sistémica, metodológica y analítica de cada uno de los conceptos y categorías que constituyen la teoría del valor-trabajo que es parte esencial del conjunto de la crítica de la economía política, y sin la cual el marxismo de Marx no sería tal.
Es importante señalar, contrariamente a la manera como se acostumbra en la academia, que las diversas interpretaciones del marxismo y, en particular, del primer volumen del capital de Marx, se vean con posteridad al estudio del capital y de este manual, y no como punto de partida como es el caso generalmente en las escuelas donde todavía se ven algunos aspectos o temas del marxismo. En efecto, cuando se aborda alguna lectura de Marx quien la realiza generalmente no posee una visión completa de su pensamiento o bien, lo que resulta peor, desconoce su obra y sólo está relacionado con ella a través de terceros autores bajo su peculiar interpretación. Es por ello que “PolyLuxMarx” recomienda fehacientemente a los individuos, orientadores y grupos de trabajo que se esmeren en abordar este manual de manera paralela con la lectura integral del volumen primero del capital, con el objeto de evitar interpretaciones, globales o parciales, que empañen el conocimiento esencial de categorías y conceptos. En una segunda etapa, una vez obtenidos elementos teóricos y metodológicos derivados del estudio, intercambio y debate de los temas puestos en la mesa, es posible entonces abordar otras interpretaciones de autores y corrientes en relación con los problemas, categorías y conceptos esenciales que impregnan el capital en sus múltiples dimensiones. De esta forma, «Pensamos que abordar a Marx en un ambiente estimulante es una tarea que consiste sobre todo en proporcionar el más amplio acceso posible a la obra misma. Conocer a partir de ahí los matices de las diversas interpretaciones y discutirlas contraponiendo unas a las otras puede ser útil para el proceso cognitivo a lo largo de la lectura…pero eso ya sería otro paso que podría tratarse en otro curso sobre “El Capital” ».
Los autores del manual también advierten de los problemas derivados de las diversas traducciones de “El Capital”. Sin embargo, constituyendo a veces en verdad un problema, este se puede solventar y resolver mediante la discusión, la confrontación y la investigación puntual de un concepto o de una categoría en distintos idiomas, particularmente el castellano, el alemán, el inglés y el francés para dar con su significado esencial en el contexto de la obra. Pero esto es más una tarea práctica que un objetivo delimitado.
Por último, es menester enfatizar que tanto la fundación Rosa Luxemburgo como los autores y autoras de este manual reflejan un optimismo compartido respecto al resurgimiento del marxismo y de “El Capital” a partir del año 2000, pero, de manera particular, luego de la crisis estructural y financiera del capitalismo en 2008 – 2009, cuando se ponen en jaque los principales dogmas del pensamiento neoliberal sustentado en la falsa teoría del mercado, del individuo y de la competencia encarnizada entre los grandes monopolios y capitales bajo la coadyuvancia del Estado capitalista y de su burocracia política. Afortunadamente en los últimos años ha despertado el interés por leer el capital a la luz de la profunda crisis estructural y sistémica del modo de producción capitalista global, lo que hace que mucha gente al no encontrar en los medios de comunicación privados y en los libros y manuales neoclásicos una explicación consecuente y lógica de la crisis recurran a las obras marxistas para obtener elementos de comprensión.
Es por todo esto que «En la revista cultural en línea: http://www.perlentaucher.de/, la introducción de David Harvey a “El Capital” es de los libros más buscados (según datos del otoño de 2011). En muchas librerías los estantes correspondientes al tema “Economía y política” están repletos de novedades en torno al tema Marx. Y la demanda por “El Capital” tampoco ha bajado; es más, el interés por este clásico no ha cesado, y eso desde hace mucho tiempo antes de que surgiera la crisis inmobiliaria y financiera de 2008. Fue poco después de que comenzara el nuevo milenio cuando paulatinamente empezó a resurgir el interés por acercarse de nuevo a Marx. Así surgieron círculos de lectura organizados por los interesados e interesadas, lo mismo que seminarios de estudiantes en universidades y otros centros educativos con una cada vez mayor asistencia. Las causas son todas de muy diferente índole». En efecto, esto lo podemos constatar personalmente en nuestras actividades académicas y profesionales que desempeñamos en México, pero también en otros países tan diversos como Brasil, Panamá, Argentina o en Galicia en el Estado español donde el interés por Marx y por otros autores marxistas se ha acentuado en los últimos años.
En esto radica justamente la importancia del presente manual de lectura del primer tomo de “El Capital” de Marx: coadyuvar a su comprensión y dotar a individuos, grupos, organizaciones políticas y sociales y a la militancia de la izquierda internacional con los elementos teórico-metodológicos de comprensión del mundo en que vivimos…para la acción y la transformación.