Desde la Coordinadora contra el TAV, AHT Gelditu! Elkarlana queremos recordar que hace un mes solicitamos a las puertas de Sabin Etxea una reunión con el PNV, al objeto de transmitirles nuestra preocupación por la cada vez mayor opacidad y la negación de la información pública en lo que respecta a lo que últimamente se está cociendo en el proyecto del TAV.
TAV = ROBO Y CORRUPCIÓN
PNV, ¿QUÉ TENÉIS QUE OCULTAR?
No hemos recibido ningún tipo de respuesta a dicha petición formal de reunión, por lo cual mostramos nuestro desacuerdo ante la actitud de hacer oídos sordos ante el cada vez mayor cuestionamiento social del proyecto del TAV. Por este motivo, convocamos una concentración de denuncia ante Sabin Etxea, sede del PNV en Bilbao, el día 11 de Junio a las 19:30 a la que animamos a acudir al objeto de denunciar el muro de silencio que está imponiendo el PNV en todo lo que rodea al TAV, especialmente puesto de relieve en los últimos meses.
Como ciudadanos que somos, pensamos que la clase política actual debe no solo escuchar al pueblo sino informar de las decisiones que toma en los distintos asuntos públicos que le corresponde gestionar. Denunciamos que sigue sin trascender de manera pública el contenido de las distintas reuniones entre representantes del gobierno central y miembros del gobierno vasco, sin que hasta el momento desde el PNV se haya mostrado ningún cambio en su actitud de silencio y negación de la información.
En lo que respecta al proyecto en las últimas semanas hemos comprobado nuevas informaciones que demuestran cómo la corrupción se ha convertido en un elemento clave en la desenfrenada política de la alta velocidad ferroviaria emprendida desde hace décadas en la península. Si en su día el informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas llamó la atención al advertir que las adjudicaciones de las obras de la “Y vasca” del 2010 se realizaron de “forma subjetiva”, los llamados papeles de Bárcenas revelaron el cobro ilegal por parte de destacados miembros del PP de “sobres” provenientes de constructoras como FCC, Azvi, OHL, SACYR y otras adjudicatarias de la construcción del TAV. A raíz de la publicación de los llamados papeles de Bárcenas se demostró lo que muchos ya intuíamos, la más que sospechosa connivencia entre las grandes constructoras y el poder político. Entre unos y otros se repartían el pastel del TAV con total impunidad. Para ejemplo de todo esto lo ocurrido en la línea Madrid – Barcelona, donde funcionarios de ADIF, constructores y políticos están implicados en un fraude disfrazado de sobrecostes en la obra pública.
Curiosamente la empresa implicada, Corvian-Isolux, actualmente trabaja en las obras de la Y vasca, acumulando un sobrecoste sin justificar de 9 millones de euros en el tramo Tolosa-Hernialde. Precisamente en este tramo es donde apenas hubo ningún tipo de información oficial al respecto y donde de forma más que sospechosa tuvo lugar la fase de adjudicación con anterioridad al proceso de expropiación. Todo esto nos hace preguntarnos lo siguiente: si los gestores políticos que contratan a estas constructoras saben fehacientemente del funcionamiento de las mismas y saben por tanto que las ofertas económicas que realizan no son creíbles y acabarán traduciéndose en enormes sobrecostes, por qué lo permiten? Ante esta cuestión nos preguntamos si realmente el PNV es ajeno a este tipo de actuaciones o bien ha contribuido con su falta de proceder al silenciamiento de prácticas de corrupción en el proyecto del TAV.
En cuanto al desarrollo del proyecto decir que el Gobierno español ha licitado uno de los cinco tramos que tiene el llamado “nudo de Bergara “ y parece que el PNV todavía está dispuesto a asumir los otros cuatro restantes a pesar del fuerte desembolso económico que esto supondría para las arcas públicas. Denunciamos que concretamente en Gipuzkoa el gobierno vasco se ha gastado ya 1130 millones de euros y a Madrid todavía le falta por pagar el 77% del adelanto realizado por el ejecutivo de Gasteiz para iniciar la obra. Unido a esto hay que recordar la emisión de deuda de 1.000 millones de euros con un interés del 3,5 % que ha realizado el Gobierno Español en Adif mediante bonos de emisión que ha conseguido en dos días Mariano Rajoy recorriendo Europa. Recordamos que ADIF a día de hoy en cuanto a alta velocidad ferroviaria tiene contraída una deuda de 15.000 millones de euros. Por todo lo anteriormente apuntado insistimos en la necesidad de paralizar el proyecto del TAV. Hasta el momento ya se han gastado en el mismo alrededor de 2200 millones de euros y sin embargo todavía faltan por gastar alrededor del 60% del presupuesto total del proyecto. Es el momento de abandonar este proyecto oscuro, absurdo, despilfarrador, sinónimo de corrupción y devastador del medio ambiente.