Decenas de personas se han concentrado en Atarrabia para exigir la prohibición de las pelotas de goma y denunciar el archivo de la denuncia presentada por Aingeru Zudaire, joven del pueblo que en 2012 recibió un pelotazo después de la carga en el Paseo Sarasate durante el mitin final de la manifestación de la huelga general del 26 de septiembre. Como se recordará, aquel día la Policía Foral primero y la española después, cargaron contra miles de personas. Algunas de ellas decidieron sentarse en respuesta a las cargas policiales, entre ellas Zudaire. Poco después, una bala de goma le golpeó en la cara provocándole graves heridas.
Zudaire relató que el policía le disparó a unos de siete metros. El empleo de pelotas de goma a esas distancias está terminantemente prohibido, porque son letales. La distancia mínima son 30 metros y, además, el disparo debe hacerse apuntando al suelo para que la pelota impacte en su objetivo tras un rebote, algo que como muestran estas imágenes de aquel mismo día, no hizo la policía española.
El archivo de la causa podría cerrar la puerta a que Aingeru Zudaire reciba una indemnización. Aunque el juez no niega que fuera una bala de goma lo que impactara en el ojo del vecino de Atarrabia, señala que el disparo no fue «intencionado o imprudente», e incluso que estuvo «justificado». Por tanto, el Estado no tendría ninguna responsabilidad en las lesiones causadas. De ahí que el juez emplace a Zudaire a emprender acciones legales contra los convocantes de la huelga. El juez llega incluso a sostener que no es relevante que Aingeru Zudaire participara o no en los incidentes, obviando que participa en un acto legal y que el joven mantenía una actitud totalmente pacífica.
El joven se muestra indignado con el archivo de su denuncia y sus abogadas estudian recurrirlo.