Si no fuera porque los muertos son hijos de nuestro pueblo, nos reiríamos a mandíbula batiente. El señor Santos, JuanPa como le llaman ahora, está super emputao porque dizque las FARC-EP siguen con sus planes militares –estando conversando en La Habana‑, así como Santos y los militarotes y militaritos siguen con sus planes genocidas contra el pueblo colombiano.
Los planes militares de las FARC-EP contemplaban que en algún momento iban a atacar la base del régimen burgués, es decir, la economía. Será que las FARC piensan que es éste el momento correcto? No lo sabemos, lo que si intuímos es que es correcto el planteamiento porque los dos altavoces del régimen –el presidente JuanPa y el ministrito-ventrílocuo de los militares, el tal Pinzón- están en histeria superlativa y hasta sienten los espamos de sus úteros, así no tengan úteros, creemos nosotros.
La capacidad de las FARC-EP va más allá de lo que presupuestan la inteligencia militar y la cantidad de pelafustanes que viven de la guerra y hoy están dando clara muestra de ello. En el saboteo de parte de la economía –y su consecuencia en los habitantes, parte colateral e indeseable, pero entendible- se siente que las FARC-EP tienen todavía –a pesar de las estridencias del “fin del fin” del anterior y éste gobierno- una capacidad de desestabilizar el país y su corrompida narco-democracia, que hoy siguen dando muestras de su decidido apoyo al senador que representa el narco-paramilitarismo en Colombia, Uribhitler y le perdonan todo hasta su corrupción, pero que siga “luchando” contra la izquierda y el pueblo.
Farisaicamente JuanPa Santos sale a “condenar los ataques que afectan la población civil”, mientras su deuda con los sectores populares es imposible de pagar. Sino que lo digan las Madres de Soacha que vieron salir vivos a sus hijos y se los regresaron asesinados en lo que los colombianos conocemos como los “falsos positivos” –o ejecuciones extrajudiciales, según la normativa internacional‑, práctica que alcanzó su clímax durante la gestión de JuanPa Santos como MinDefensa y la de Uribhitler como presidente. Sino que lo digan los huérfanos, madres, esposas, padres, de las víctimas del Terrorismo de Estado que violaba –y sigue violando- los derechos humanos de los colombianos pobres mediante los delitos de Masacres, Desapariciones, Torturas y Desplazamiento forzoso, continuando con la práctica los terratenientes-ganaderos de despojar de sus tierras a las víctimas.
Esos crímenes –cifras oficiales- son más de 966.000 víctimas mortales y más de 5,7 millones de desplazados forzosos. Víctimas de las cuales el Estado y su gobierno es responsable en un 80% de las Masacres, de un 83,2% de las ejecuciones extrajudiciales, de un 97,7% de las desapariciones, y del 100% de las desapariciones forzosas. No vengas ahora JuanPa Santos a tratar de esconder tus crímenes tras palabras mentirosas, farisaicas.
Ni qué decir de la deuda social impagable. Los damnificados del Invierno –más de 5 millones- aún siguen esperando los dineros para su recuperación, mientras esos dineros fueron a parar a los bolsillos de alcaldes, gobwernadores y politiqueros de la talla de Robertico Gerlein E y de los herederos de Name Teherán, así como de los conocidos narcos Char. Hoy 18.000 niños en La Guajira padecen sed y desnutrición de diverso grado, sin que el gobierno ni el estado muevan un dedo para ayudar a vencer esa calamitosa situación, en tanto los gobernadores, los alcaldes, los narcoparamilitares se robaban –y roban- el erario público. Hoy vemos a JuanPa histérico también porque como al pueblo “escogido” le cayeron las “7 plagas”, a su gobierno le están cayendo todas las plagas dejadas por sus antecesores y la cosecha propia de plagas por él cultivadas. Y el colmo del fariseísmo lo muestra cuando trata de culpar a los damnificados por la falta de previsión y la ineptitud propia y de sus funcionarios.
Santos sigue sin entender que estamos en guerra. Una guerra decretada por todos los que le antecedieron en el soleo presidencial y que –quizá- él trató de alcanzar un Acuerdo con la Insurgenica, pero con la óptica mezquina del “aquí no ha pasado nada” y seguir con las mismas causas que generaron el conflicto interno y gobernado por los mismos con las mismas. Ya lo hemos dicho en varios de nuestros artículos. El pueblo colombiano le dió la potestad a las FARC-EP de conversar para alcanzar un Acuerdo que ataque las causas del conflicto y modernice la vida colombiana desde la base, la economía, y sus superestructuras política, judicial, militar, etc.
El pueblo –y desde luego las FARC menos- no le tiene miedo a unos años más de guerra, siempre y cuando se imponga la necesidad de construir un Nuevo País, una Nueva Colombia, en Paz con Justicia Social, democracia, libertad, independencia y soberanía nacional. Mas si el presidente Santos quiere parar la guerra debe llegar a un Acuerdo de Cese de Fuegos Bilateral. Y punto.
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Adendo: ¿Será ese Israel el país que admira el presidente Santos? Ese país está practicando un genocidio similar al que practicaron con algunos de ellos, no con todos los judíos. Será ese el país con el que sueña como modelo para construir otra Colombia? Dios nos libre de tanto terror. Si ya no aguantamos más Terrorismo de Estado, qué tal Colombia convertida en el Israel de Suramérica! Por sus hechos los conoceréis… Y Santos peló el cobre condenando la parte palestina y justificando el genocidio. Por lo tanto su pensamiento también es genocida, y eso es un gran problema en un gobernante!