La propaganda como estrategia hegemónica de poder ya no es secreto, mucho menos en Colombia. La continua difamación, la desinformación y la guerra mediática directa contra sectores sociales críticos del sistema – y en especial contra la insurgencia – son el pan de cada día.
En la actualidad, las fuerzas políticas en Colombia que son críticas del gobierno no cuentan con espacio mediático o con garantías de seguridad para llevar a cabo la batalla de ideas. A las FARC-EP en especial nos ha tocado resistir la más violenta persecución, no solamente militar, sino también propagandística, con todo el daño político que esto implica.
El gobierno no ahorra tiempo ni energía en su estrategia mediática para eliminar a la oposición política en Colombia; por el contrario, cada vez invierte más en este propósito. Al fin y al cabo, si la publicidad no diera resultados, no se invertiría tanto dinero en ella.
El portal kienyke.com realizó una interesante investigación, estimando la cantidad de dinero invertido por el estado en su parafernalia propagandística. Sin respuestas en el gobierno, solo encontraron las cifras públicas.
“Según informe de la Contraloría General de la República, la nación gastó casi $230 mil millones en propaganda, publicidad, imagen y publicaciones en el año 2012.
Las principales empresas contratistas con el gobierno en esta materia son, claro está, Radio Cadena Nacional S.A (RCN) con 26 contratos por $4.156.408.291, la Casa Editorial El Tiempo S.A con 42 contratos por $488.098.402, Publicaciones Semana S.A. con 9 contratos por $221.200.400” y la lista sigue…
Pero esto es solo una parte ínfima de la estrategia comunicacional estatal. Existe otra cara, más oscura, de la publicidad: la propaganda negra, dirigida por seres misteriosos, mal llamados asesores: “los Gurús”. Ellos rodean a los mandatarios y cobran jugosos salarios para crear estratagemas, eufemismos, falsos rumores y miedos, vender mentiras y convertir al más ruin asesino en héroe nacional. Los mismos que convierten palabras como “reforma agraria”, “justicia social”, “unidad latinoamericana” e “igualdad social” en sinónimo de “comunismo” y “Castrochavismo”.
Solo basta distanciarse un poco para poder ver la burbuja de tan magna manipulación; inimaginable e incomprensible para el que no conozca de cerca la realidad de nuestro país. Veamos un ejemplo:
Por estos día ha estado circulando en las redes un supuesto comunicado del Bloque Comandante Jorge Suárez Briceño de las FARC-EP. Según nuestra investigación el primer perfil que publicó la noticia fue este en twitter @jcsm2012. Muchos medios han hecho eco de este comunicado, creando artículos de opinión que asumen dicho texto como verdadero. Lo que más nos llama la atención no es la amplia difusión de este montaje en contra nuestra, sino la forma chapucera en que fue construido. Cualquier periodista medianamente profesional hubiera podido detectar rápidamente las incoherencias del comunicado:
1. Ningún comunicado escrito por un guerrillero o comandante de las FARC-EP confundiría un Bloque con una subdivisión (como es llamado en las Fuerzas Militares).
2. El término subdivisión y parte del comunicado están tomados textualmente de Wikipedia; se encuentran buscando el término “Bloque Oriental de las FARC” http://es.wikipedia.org/wiki/Bloque_Oriental_de_las_FARC
3. Cualquier comunicado de las FARC-EP es distribuido por las páginas oficiales de nuestra organización. (Ver enlace).
En el caso particular de las FARC se hacen ingentes esfuerzos por abrir espacios para dar a conocer nuestra opinión y esclarecer este tipo de montajes burdos. Sin embargo, es difícil traspasar el grueso muro de la manipulación y la indiferencia, construido por poderes económicos. Somos conscientes que para muchos de nuestros compatriotas sin internet y sin cable, las FARC-EP simplemente no opinamos.
Por lo tanto decimos: si no hay cambios estructurales en las políticas de estado frente al espacio mediático, difícilmente avanzaremos hacia la construcción de una Nueva Colombia donde todos tengamos igualdad de oportunidades, especialmente en el espacio mediático. Es importante crear mecanismos que permitan la participación de todas y todos, si de verdad deseamos construir una Paz estable y duradera.