Hace unos meses un anarquista de Bilbo especialista en economía y sociología laboral se puso en contacto conmigo para preguntarme qué modelo de alternativa al capitalismo se plantea desde los sectores anticapitalistas de la izquierda abertzale, más concretamente , qué modelo de Estado socialista y qué programa de extinción del Estado ‑si lo hay- ya que entendía que los socialdemócratas tienen el propio y los autónomos y libertarios en los que se incluía no lo tienen nada trabajado.
Ante estas preguntas hice lo que toda persona de la izquierda abertzale podría hacer; mirar al cielo y resoplar. Pues no existe ninguna alternativa superadora del capitalismo de cara a Euskal Herria. Posiblemente si la V asamblea de ETA escribió alguna, se perdió la dirección donde se guardaba semejante tesoro. KAS y Ekin nunca pudieron llegar a esbozar el plano del socialismo vasco, inmersos en tareas de construcción nacional y social, que avanzan en ese camino pero al mismo tiempo sin dirección concreta por no tener ni el boceto estratégico de las bases del estado socialista vasco. Otro tanto ocurre con las organizaciones juveniles revolucionarias vascas. Y si miramos a LAB, bastante han tenido con la labor resistencialista de los derechos de los y las trabajadoras
Las consecuencias de que no se haya avanzado en ese análisis estratégico de estado vasco socialista es que la unidad popular, mas allá del lema de estado socialista y la mención a instaurar una economía planificada tomando como principio la socialización de los medios de producción en un proceso de lucha de clases, no tiene absolutamente nada desarrollado en ese sentido y la opción hegemónica a día de hoy en ciertas estructuras y en el academicismo es la de lograr un capitalismo menos feroz, ya sea a través de un “socialismo identitario”, que no supera el capitalismo, o en el peor de los casos apostando sin ambages por la socialdemocracia pura y dura (o cosas peores como veremos más tarde).
Es decir, a nivel estratégico la izquierda abertzale ha sufrido una erosión continuada desde hace muchos años que ha hecho pasar del socialismo a la “socioeconomía”. Y hablo a nivel estratégico donde el balance es desastroso. Hay errores para que así sea pero también situaciones objetivas muy difíciles de superar relacionadas con el conflicto. Sin embargo a nivel de “crear condiciones”, del día a día, el balance es bastante positivo. A través del movimiento popular se ha logrado levantar un espacio anti-sistémico inaudito para su entorno y una labor ingente durante muchos años de construcción nacional y social. Todo ello, la lucha de la izquierda abertzale y el movimiento popular, ha creado unos mimbres que hace que Euskal Herria sea la nación mas avanzada de cara a dar pasos hacia el socialismo de su entorno europeo.
Claro que una cosa es tener los mimbres, y otra muy diferente es avanzar. El no impulso de una teoría socialista vasca de carácter revolucionario que partiendo de la experiencia de la lucha generada en décadas y la propia historia, cultura e idiosincracia vasca vaya dibujando el plano de la democracia socialista para Euskal Herria y que falte un diseño estratégico global de la lucha de clases derivado de ello es una rémora casi insalvable que incide en todo ello haciéndonos instalar en limitaciones como el sectorialismo,o subsidiarismo de luchas que en realidad son estratégicas y dejando por tanto el camino libre a toda clase de teorías posmodernas o modas ideológicas que se las lleva el viento. No ayuda tampoco que la organización socialista revolucionaria que debería estar lanzando propuestas y estudiando métodos y formas de avance para que la clase trabajadora vasca las enriquezca esté desaparecida.
Y es que Euskal Herria y gran parte del mundo, debido a la crisis sistémica se encuentra en un cruce de caminos. En este cruce hay que decir que no tenemos alternativa, más allá de combatir la ofensiva capitalista como buenamente se pueda, parchear al sistema donde buenamente se pueda, buscar mejoras dentro del sistema como buenamente se pueda. Es decir, pura resistencia.
Resistencia que ante el reto de la creación de un estado vasco, deja las vías abiertas a la socialdemocracia y la derecha en un interclasismo no comandado por la clase trabajadora sino por élites intelectuales y de la pequeña burguesía vasca.
La tendencia será a una reducción aun mayor del consumo, por lo tanto, se irán barriendo sucesivamente más sectores de esa pequeña burguesía que sobrevive del consumo obrero, o de la pequeña propiedad, o del mismo financiamiento público ‑que cada día estará mas disputado entre fracciones, clanes, y subgrupos. Y ese es el tapón que impide la apuesta estratégica socialista. La que intenta volver a un “estado de bienestar” capitalista dejando de lado apuestas estratégicas socialistas. No va mas allá.
Esa situación excepcional del “estado de bienestar” es ya tiempo pasado. La hegemonía del capitalismo es abrumadora. El capital correctamente se cree vencedor. El capitalismo empezó a recuperar sus cesiones hace ya décadas y en la ofensiva actual que se denomina crisis no es mas que la fase culminante y natural del estado de bienestar porque por dentro del capitalismo al contrario de la opinión reformista solo se genera más capitalismo. El capitalismo con rostro humano siempre ha sido una mentira y muchos sectores sociales que no lo creían lo están empezando a sufrir cada vez más en sus propias carnes. Esa es la contradicción y la imposibilidad de que la socialdemocracia tenga proyecto de cara al futuro.
En Europa, y en Euskal Herria, es del todo absurdo que las clases populares pretendan ir atrás a un tiempo que ya se fue para no volver. Las reformas solo tendrán valor si no son reformistas, es decir si están entroncadas en un proceso de construcción de una alternativa socialista y peleadas específicamente para que sean punto de inflexión en procesos mas amplios.
Una vuelta de tuerca al proceso de construcción nacional y social iniciado en los 90, unido a la elaboración de un proyecto estratégico socialista, que puede comenzar a andar ya, saber conjugar los mínimos resistencialistas necesarios con los máximos en una ofensiva constructora pueden ser recetas.
Por todo ello, la lucha por el estado socialista, con todo lo que esto supone, no es algo a dejar para “después” de la independencia, sino que debe ser el núcleo central de la izquierda vasca hoy y ahora, y a su vez vehiculizar ese contenido democrático general contra la opresión de todo sector social encaminándolos hacia la independencia. Es necesaria la lucha de clases para radicalizar las tensiones internas de la sociedad vasca en ese sentido. Dejar la lucha de clases en segundo plano, tiene un efecto directo: y es que la soberanía nacional será inalcanzable. Ya que el fortalecimiento de la burguesía autóctona en sus valores reaccionarios o la dejación de los valores socialistas en la clase trabajadora son las dos caras de la misma moneda antagónica de la de la independencia y el socialismo en Euskal Herria. Y ya deberíamos estar bastante escarmentados en ese sentido.
http://borrokagaraia.wordpress.com/2013/05/02/que-nos-pasa/
http://borrokagaraia.wordpress.com/2013/11/03/cooperativismo/
Decía antes que iba a hablar de cosas peores que la socialdemocracia y me refiero al discurso ampliamente promocionado por fracciones de esa pequeña burguesía antes mencionada y que es buena muestra de ese interclasismo pero comandado por empresarios. Estoy hablando del discurso de Koldo Saratxaga, incomprensiblemente invitado a la ponencia de autogierno por EH Bildu y un texto de un lector que nos hace un repaso de la “ideología” que se esconde detrás y que esa pequeña burguesía intentará meternos por colador.
Debemos conocerla:
¡Veneno puro!, oye si la gente le da por embriagarse con tales discursos, como si se lo beben en plan litrona y comen a dos carrillos. Intentando por mi parte sintetizar, el discurso es un discurso simple y simplista, reducido a aquello del entusiasmo, la confianza y la entrega absoluta (el negarse a ello es miedo y solo miedo. Repite lo de “sentir y creer para poder hacer”, es decir pensamiento religioso para las masas, fe, fe, confianza, entrega completa, en el “objetivo común”. Y además lo del “trabajo en equipo”, con la mayor de las emociones cuenta como en su proyecto actual (NER Group) están siempre tiempo juntos, hacen labor social, que si los huertos, etc., esto también lo hacen en Japón (quien se niega en participar es visionado como una mala persona) ….a esto lo leo yo desde otra perspectiva, son los ejercicios espirituales de los jesuitas ‑fuera de horario‑, y la obligación de estar siempre por lo menos dos juntos, para que se vigilen. Y tienen la osadía de autodenominarlo como “filosofia” (claro filosofía de la explotación con aclamación popular).
El sistema no es del mencionado exponente, Saratxaga (aunque algunos lo traten de genio, cuando no es mas que un vendedor, ‑de palabras-), se corresponde con lo que se denomina “gemba Kaizen”, es decir, mejoramiento continuo en el lugar de trabajo (que ademas lo suelen combinar en las empresas con los sistemas estandarizados de control de calidad, ‑ISO, etc.-, además de los programas de “optimización”, “just in time”, “error cero”). La explicación de todo esto proviene de la nueva fase del capitalismo que se inició en los sesenta (finalización de los 30 dorados), lo expone Marx en El Capital, en la comprensión teórica profunda.. que no es otra cosa que el agotamiento al final en la contradicción intensidad de trabajo-duración de jornada; que al final explota; y que se le conoce como toyotismo en términos genéricos. (Aunque tenga variaciones diferentes, y aplicaciones distintas)
El aspecto macabro: El capital aliena, esto significa inicialmente “que separa” (esto es lo que significa alienar ); además domina (es decir, subsume, domina al trabajo, y lo recrea); en una fase formal en su inicio; y luego de modo real (recrea, es decir que modifica al trabajo vivo a su modo y forma). Bien, en el toyotismo estamos ante una subsunción más profunda, la segmentación de la “individualidad” del trabajador, queda anulada su “intimo privado”, para convertirse en célula de un cuerpo superior integrado en una unidad cercana y constante, llamado círculo o equipo, bajo un lider (por eso el trabajo en equipo, y precisamente como en ingeniería de diseño al modelo toyota, se le defina precisamente como “modelo celular”). …lo macabro es el numero de suicidios que produce, es el capital penetrando en el cuerpo, de aquí el siguiente paso pues cualquier cosa, cyborgs, ademas de multiplicación física, control mental y regulación emocional.
Está en curso y por supuesto Japón es el mejor ejemplo.
Esto sería con respecto a la “filosofía” concurrente. Hacer una exposición de todo esto, tiene tela. La gente quiere creer, emocionarse, escuchar que hay salida, quiere ser feliz, pues bien, todo eso les da Koldo Saratxaga, es un competente comunicador con una amplia experiencia contrastada y muchos éxitos en su trayectoria profesional.
Habla de iniciativas (por ejemplo que está trabajando con la diputación de Gipuzkoa para reconvertir polígonos industriales, planes de empleo municipales, etc., etc.). Es decir, que la cercanía con “EH Bildu” es en el trato en corto. En realidad Koldo Saratxaga no es que tenga un “modelo de desarrollo” o algo por el estilo, sabrá de empresas (bueno no se, supongo que si), pero el tío no es un economista y eso se nota, porque para la comprensión de una estrategia de desarrollo económico, ni idea. Pero veamos. Habla de relaciones locales (promocionar intercambios y actividad local, optimización o compartimentación de recursos, etc.); está muy bien claro que si. Error, estamos en una economía capitalista el problema no es producir, es mas, estamos sobre-excedidos y sobredimensionados; el problema no se soluciona con una simple optimización, si el problema es la rentabilidad. [Existen bancos de datos de proyectos, los suele tener por ejemplo el Banco Mundial, con proyectos industriales escritos y acabados solo que hay que llevarlos a la practica ‑he tenido en mis manos dvd’s con decenas de estudios y proyectos llave en mano‑, lo jodido es que es como esos proyectos que se montan y luego nunca entran a funcionar, vamos los elefantes blancos, grandes o pequeños].
En definitiva, lo que estaba diciendo, y que parece que entusiasma, es eso que repiten mucho. Eso de lo local, de generar actividad, de un compromiso de las instituciones, etc., etc., en realidad es una petición de la pequeña burguesía, que cree que la economía funciona porque hay actividad, porque se comercia, y hay consumo, y claro quiere garantizárselo por parte de la fuente emisora de gasto (público). (claro habla de países, globalización, etc. etc,). La cosa en realidad es un poco más chunga, mas allá de tener a los currelas ensimismados y pensando en vender collares o motos a los del otro extremo del planeta.
Pero bueno, la gente se cree el cuento, le parece bien, pues vale. Hay salida en esto, no, la verdad que no. El carácter de las crisis no es que sean cíclicas o recurrentes, y luego se solucionan con una fase de crecimiento que todo lo subsana, Las crisis tienen un efecto acumulativo, aunque el producto pueda recuperarse, no lo hace lo mismo el empleo, y tampoco el nivel de ganancias.
Es para auto-flagelarse el melón con el teclado. Lo que Koldo Saratxaga no tiene nada que ver con el socialismo, pero vamos es todo lo contrario, lo que pretende es una mayor optimización en la extracción de la plusvalía, mediante técnicas de intensificación del trabajo (por algo, las personas son lo mas importante para él, pues claro, es a quienes hay que ordeñar plusvalía, la savia del capitalismo).
Varias cosas, para hablar de socialismo, la propiedad deja de ser privada para ser socializada (no pública, porque empresas públicas las tenía hasta Franco, a través del INI); no se produce para el mercado sino lo acordado en la elaboración del plan general social (es decir, que no hace falta producir cien mil coches a la semana, y a la siguiente ciento cincuenta mil) sino un cantidad dada para satisfacer el conjunto general y compartido de toda la sociedad (no hay crisis). El excedente o producto social, (supongamos que le llamásemos “beneficios” no es ni el 15% ni el 90% a repartir entre los trabajadores de la empresa, no, lo es todo, no se distribuye entre unos, sino entre toda la sociedad, el conjunto del producto social).
Pues bien hablar de todo esto, como que a la peña le viene resultando un exabrupto, algo que queda en la “utopia”, o algo parecido.
China; 600.000 personas mueren cada año por trabajar demasiado
Los japoneses le pusieron el nombre de karoshi, es decir muerte por trabajo en exceso, en realidad es muerte súbita por intensificación de trabajo, está asociado directamente a la implementación de los métodos de trabajo toyotistas. Existen varias clasificaciones, y a los que habría que añadir el apartado mas trágico y siniestro que es “el suicidio por causas laborales” (France Telecom, etc,).
Todo eso es lo que comporta el toyotismo, envuelto en palabrería de trabajo en equipo (o mobbing encubierto), trabajo por objetivos, etc., etc. El capital nos llevará hasta la extracción de la última gota de sangre y de nuestra alma, si es extraible en forma de plusvalía.
El modelo ya está resquebrajándose en China, con una tendencia a la baja en el volumen de fuerza de trabajo en activo [China concentra alrededor del 50% del trabajo vivo productivo en valor, algo asi como una fuerza de trabajo de 250 millones de proletarios de plusvalía‑, si se contrae, se estrecha el flujo de valor]. Menos fuerza de trabajo, implica menor volumen de plusvalia, intensificación de contradicciones entre fracciones del capital, etc., etc., etc.
Y en Euskal Herria , en la sopa boba, escuchando cantos de sirena de un “coach” super-guay, vendiéndonos un cuento mas viejo que la pana.