5 de agosto la plaza estaba.. no medio llena sino con menos del tercio de asientos, según los forofos taurinos, y eso que era el día grande. Es previsible que si alguno de estos días se aproxima o lo supera, no sea por los que paguen sino por regalar entradas para mantener la imagen taurina, acudiendo personas que no pagarían por ir, pero que con invitación prueban la emoción de ver como los toreros matan su reo.
Si a esto, añadimos que se han venido regalando muchas entradas, pases oficiales, descuentos y precios especiales a blusas y sorteos por doquier en varios medios de comunicación, dudamos de la rentabilidad económica de la empresa que organiza y gestiona la «feria» taurina de La Blanca.
Si observamos que se hizo una plaza de toros para seis días de esa minoría taurina y que ha costado un ojo de una cara para denominarlo multiusos y hacer unos pocos espectáculos públicos, podemos comprobar que ha sido un pelotazo inmobiliario, derroche de dinero público y engaño sobre los fines y estudios sobre los que se nos «vendió» el coste de la plaza.
De escándalo a escándalo, esa obra ha sido un buen negocio para los constructores, señores del PP y taurinos, y un engaño y ruina para la ciudadanía en general.
Además tenemos que denunciar que se ha intentado favorecer a anteriores y actuales promotores taurinos, unos que gastaron dinero público en comilonas y viajes a ver matar toros, y que tras revisarlo todavía no han devuelto ni tan siquiera lo que por decencia taurina les reclama su amigo concejal de turno, y taurino él, con una generosidad ante los que aprovechan subvenciones y se apropian del dinero público que asombra a cualquier multado o ciudadana que tenga que pagar un impuesto o tasa.
Y tras una obra faraónica al derroche de seis días de corridas taurinas, tras facilitar la publicidad por doquier de forma ilegal, y tras ese impulso en inculcarnos el arte de matar en las plazas a los animales, ¿llenan menos de un tercio y no podemos optar en fiestas a otros usos?
Por una cuestión de respeto, por una cuestión social, por una cuestión social, debemos de prohibir la «feria » taurina y buscar otras alternativas de uso con aceptación social en fiesta