Para cons­truir una socie­dad socia­lis­ta se requie­re de una nue­va cul­tu­ra de izquier­da- Mar­ta Harnecker

1. Este libro que se pre­mia hoy (Pre­mio Liber­ta­dor Simón Bolí­var al pen­sa­mien­to crí­ti­co (2013 – Vene­zue­la) por el libro Un mun­do a cons­truir (nue­vos cami­nos)) ter­mi­na de escri­bir­se un mes des­pués de la des­apa­ri­ción físi­ca del pre­si­den­te Hugo Chá­vez Frías y no podría haber­se escri­to sin su inter­ven­ción en la his­to­ria de Amé­ri­ca Lati­na. Muchas de las ideas que aquí se expo­nen están rela­cio­na­das de una u otra mane­ra al diri­gen­te boli­va­riano, sea a su pen­sa­mien­to, sea a sus accio­nes a nivel interno, o a nivel regio­nal y mun­dial. Nadie pue­de dudar que entre la Amé­ri­ca lati­na que reci­bió y la Amé­ri­ca lati­na que dejó hay un abismo.

2. Por eso lo se lo dedi­co con las siguien­tes palabras:

Al coman­dan­te Chá­vez cuyas pala­bras, orien­ta­cio­nes y entre­ga ejem­plar a la cau­sa de los pobres, ser­vi­rán de brú­ju­la para su pue­blo y todos los pue­blos del mun­do, y serán nues­tro mejor escu­do para defen­der­nos de los que pre­ten­dan des­truir esa mara­vi­llo­sa obra que él empe­zó a construir.

3. Cuan­do triun­fa en sole­dad, en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les de 1998, ya el mode­lo capi­ta­lis­ta neo­li­be­ral comen­za­ba a hacer aguas. El dile­ma no era enton­ces otro que refun­dar ese mode­lo, evi­den­te­men­te que con cam­bios, entre ellos una mayor preo­cu­pa­ción por lo social, pero movi­do por la mis­ma lógi­ca: la lógi­ca de la ganan­cia, de la bús­que­da del lucro; o avan­zar en la cons­truc­ción de otro mode­lo. Chá­vez tuvo la auda­cia de incur­sio­nar por este últi­mo camino y para deno­mi­nar­lo deci­dió uti­li­zar la pala­bra socia­lis­mo a pesar de la car­ga nega­ti­va que ella tenía. Espe­ci­fi­có que se tra­ta­ba del socia­lis­mo del siglo XXI dife­ren­cián­do­lo así del socia­lis­mo sovié­ti­co imple­men­ta­do duran­te el siglo XX. No se tra­ta­ba de “caer en los erro­res del pasa­do”: en esa “des­via­ción esta­li­nis­ta” que buro­cra­ti­zó al par­ti­do y ter­mi­nó por eli­mi­nar el pro­ta­go­nis­mo popular.

4. La nece­si­dad del pro­ta­go­nis­mo popu­lar era una de sus obse­sio­nes y es el ele­men­to que lo dis­tan­cia de otras pro­pues­tas de socia­lis­mo don­de es el Esta­do el que resuel­ve los pro­ble­mas y el pue­blo reci­be los bene­fi­cios como una dádiva.

5. Chá­vez esta­ba con­ven­ci­do de que el socia­lis­mo no se pue­de decre­tar des­de arri­ba, que hay que cons­truir­lo con la gen­te. Y enten­día, ade­más, que es a tra­vés de la par­ti­ci­pa­ción pro­ta­gó­ni­ca como las per­so­nas cre­cen, ganan en auto­con­fian­za, es decir, se desa­rro­llan humanamente.

6. Siem­pre recuer­do el pri­mer pro­gra­ma Aló Pre­si­den­te de carác­ter más teó­ri­co, del 11 de junio de 2009, cuan­do Chá­vez citó exten­sa­men­te la car­ta que Pedro Kro­pot­kin —el anar­quis­ta ruso— escri­bió a Lenin el 4 de mar­zo de 1920:

Sin la par­ti­ci­pa­ción de fuer­zas loca­les, sin una orga­ni­za­ción de las fuer­zas des­de aba­jo, de los cam­pe­si­nos y de los tra­ba­ja­do­res, por ellos mis­mos, es impo­si­ble el cons­truir una nue­va vida. Pare­ció que los soviets iban a ser­vir pre­ci­sa­men­te para cum­plir esta fun­ción de crear una orga­ni­za­ción des­de aba­jo. Pero Rusia se ha con­ver­ti­do en una repú­bli­ca sovié­ti­ca sólo de nom­bre. […] la influen­cia del par­ti­do sobre la gen­te […] ha des­trui­do ya la influen­cia de ener­gía cons­truc­ti­va que tenían los soviets, esa pro­mi­so­ria ins­ti­tu­ción.” [1]

7. Por eso muy tem­pra­na­men­te yo creí nece­sa­rio dis­tin­guir entre pro­yec­to y mode­lo socia­lis­ta. Enten­día por pro­yec­to las ideas ori­gi­na­les de Marx y Engels, y por mode­lo la for­ma en que este pro­yec­to se había mate­ria­li­za­do en la his­to­ria. Si ana­li­za­mos el socia­lis­mo sovié­ti­co vemos que en los paí­ses que implan­ta­ron ese mode­lo de socia­lis­mo —que recien­te­men­te ha sido deno­mi­na­do por Michael Lebo­witz: el socia­lis­mo de los con­duc­to­res y los con­du­ci­dos basa­do en el modo de pro­duc­ción van­guar­dis­ta — , el pue­blo dejó de ser el pro­ta­go­nis­ta, los orga­nis­mos de par­ti­ci­pa­ción popu­lar fue­ron trans­for­mán­do­se en enti­da­des pura­men­te for­ma­les, el par­ti­do se trans­for­mó en la auto­ri­dad abso­lu­ta, el úni­co depo­si­ta­rio de la ver­dad, que con­tro­la­ba todas las acti­vi­da­des: eco­nó­mi­cas, polí­ti­cas, cul­tu­ra­les, es decir, lo que debió haber sido una demo­cra­cia popu­lar se trans­for­mó en una dic­ta­du­ra del par­ti­do. Ese mode­lo de socia­lis­mo que ha sido deno­mi­na­do por muchos “socia­lis­mo real” es un mode­lo fun­da­men­tal­men­te esta­tis­ta, cen­tra­lis­ta, buro­crá­ti­co, don­de el gran ausen­te fue el pro­ta­go­nis­mo popular.

8. ¿Recuer­dan uste­des que cuan­do ese socia­lis­mo se derrum­bó y se habla­ba de la muer­te del socia­lis­mo y de la muer­te del mar­xis­mo? Enton­ces Eduar­do Galeano, el escri­tor uru­gua­yo que todos uste­des cono­cen, decía que nos habían invi­ta­do a un fune­ral que no era el nues­tro. El socia­lis­mo que había muer­to no era el pro­yec­to socia­lis­ta por el que noso­tros luchá­ba­mos. Lo que había ocu­rri­do en la prác­ti­ca tenía muy poco que ver con lo que Marx y Engels con­ci­bie­ron como la socie­dad que reem­pla­za­ría al capi­ta­lis­mo. Para ellos el socia­lis­mo era impen­sa­ble sin un gran pro­ta­go­nis­mo popular.

9. Pero esas ideas ori­gi­na­les de Marx y Engels no sólo fue­ron des­vir­tua­das por la prác­ti­ca sovié­ti­ca y la lite­ra­tu­ra mar­xis­ta difun­di­da por ese país en los ámbi­tos de la izquier­da, sino que, ade­más, fue­ron opa­ca­das o sim­ple­men­te igno­ra­das en los paí­ses fue­ra de la órbi­ta sovié­ti­ca, debi­do al recha­zo que pro­du­jo ese mode­lo que se aso­cia­ba al nom­bre de socialismo.

10. Poco se cono­ce que según Marx y Engels, la futu­ra socie­dad que ellos lla­ma­ban comu­nis­ta per­mi­ti­ría el pleno desa­rro­llo de todas las poten­cia­li­da­des del ser humano, desa­rro­llo que se logra­ría a tra­vés de la prác­ti­ca revo­lu­cio­na­ria. La per­so­na no se desa­rro­lla por arte de magia, se desa­rro­lla por­que lucha, por­que trans­for­ma (trans­for­man­do las cir­cuns­tan­cias, la per­so­na se trans­for­ma a sí misma).

11. Por eso que Marx acep­ta­ba como algo natu­ral que los tra­ba­ja­do­res con los que se ini­cia­ría la cons­truc­ción de la nue­va socie­dad no eran seres puros, sino que pesa­ba en ellos el “estiér­col del pasa­do”, y por eso es que no los con­de­na­ba, sino que con­fia­ba en que ellos se irían libe­ran­do de esa nega­ti­va heren­cia a tra­vés de la lucha revo­lu­cio­na­ria. El creía en la trans­for­ma­ción de las per­so­nas a tra­vés de la lucha, de la práctica.

12. Y Chá­vez —pro­ba­ble­men­te sin haber leí­do esas pala­bras de Marx— tam­bién lo enten­dió. En su Pri­mer Aló Teó­ri­co del 11 de junio del 2009 aler­tó a las comu­ni­da­des de que había que tener cui­da­do con el sec­ta­ris­mo. Y orientó:

[…] si hay gen­te, por ejem­plo, habi­tan­tes que no par­ti­ci­pan en polí­ti­ca, que no per­te­ne­cen a par­ti­do alguno, bueno, no impor­ta, bien­ve­ni­do. Digo más, si vive por ahí alguien de la opo­si­ción, llá­men­lo. Que ven­ga a tra­ba­jar, que ven­ga a demos­trar, a ser útil, que la patria, bueno, es de todos, hay que abrir­les espa­cios y uste­des verán que con la pra­xis mucha gen­te se va trans­for­man­do. Es la pra­xis la que lo trans­for­ma a uno, la teo­ría es la teo­ría, pero la teo­ría no pren­de en el alma, en los hue­sos, en los ner­vios, en el espí­ri­tu del ser humano y en la reali­dad nada se trans­for­ma­ría. No vamos a trans­for­mar­nos leyen­do libros. Los libros son fun­da­men­ta­les, la teo­ría es fun­da­men­tal, pero hay que lle­var­la a la prác­ti­ca por­que la pra­xis es la que trans­for­ma ver­da­de­ra­men­te al ser humano.

13. Por otra par­te, nada tie­ne que ver con el mar­xis­mo la prác­ti­ca “colec­ti­vis­ta” del socia­lis­mo real que supri­mía las dife­ren­cias indi­vi­dua­les en nom­bre del colec­ti­vo. Bas­ta recor­dar que Marx cri­ti­ca­ba el dere­cho bur­gués por pre­ten­der igua­lar arti­fi­cial­men­te a las per­so­nas en lugar de reco­no­cer sus dife­ren­cias. Al pre­ten­der ser igual para todos ter­mi­na sien­do un dere­cho des­igual. ¿Si dos tra­ba­ja­do­res reco­gen sacos de papa y uno reco­ge el doble que el otro, debe pagar­se al pri­me­ro el doble que el segun­do? El dere­cho bur­gués te dice que sí, sin tener en cuen­ta que el tra­ba­ja­dor que reco­ge la mitad ese día esta­ba enfer­mo, o nun­ca fue un tra­ba­ja­dor fuer­te por­que en su infan­cia fue mal ali­men­ta­do, y que por lo tan­to, qui­zá con el mis­mo esfuer­zo que el pri­me­ro sólo pudo ren­dir la mitad.

14. Marx, por el con­tra­rio sos­te­nía que una dis­tri­bu­ción ver­da­de­ra­men­te jus­ta debe­ría tener en cuen­ta las nece­si­da­des dife­ren­cia­das de cada per­so­na y de ahí su máxi­ma: “De cada cual según su tra­ba­jo a cada cual según sus necesidades.”

15. Otra idea de Marx muy ter­gi­ver­sa­da tan­to por la bur­gue­sía como por la prác­ti­ca sovié­ti­ca ha sido su defen­sa de la pro­pie­dad común o colectiva.

16. ¿Qué sue­len decir los ideó­lo­gos de la bur­gue­sía? Los comu­nis­tas (o socia­lis­tas) te van a expro­piar todo, tu refri­ge­ra­dor, tu carro, tu casa, etcétera.

17. ¡Cuán­ta igno­ran­cia! Marx ni nin­gún socia­lis­ta o comu­nis­ta ha pen­sa­do jamás en expro­piar los bie­nes de uso de las per­so­nas. Lo que Marx ha plan­tea­do es la idea de devol­ver a la socie­dad lo que le per­te­ne­ce y que ha sido apro­pia­do injus­ta­men­te por una éli­te, es decir, los medios de producción.

18. Lo que la bur­gue­sía no entien­de o no quie­re enten­der es que sólo hay dos fuen­tes de la rique­za: la natu­ra­le­za y el tra­ba­jo humano, y que sin el tra­ba­jo humano la poten­cial rique­za con­te­ni­da en la natu­ra­le­za nun­ca logra­ría trans­for­mar­se en rique­za real.

19. Marx seña­la­ba que no solo exis­te el tra­ba­jo humano actual sino que tam­bién exis­te el tra­ba­jo pasa­do, es decir el tra­ba­jo incor­po­ra­do en los ins­tru­men­tos de trabajo.

20. Las herra­mien­tas, las máqui­nas, las mejo­ras hechas a la tie­rra y, por supues­to, los des­cu­bri­mien­tos inte­lec­tua­les y cien­tí­fi­cos que aumen­tan sus­tan­cial­men­te la pro­duc­ti­vi­dad social, fru­tos todos del tra­ba­jo humano, son una heren­cia que se trans­mi­te de gene­ra­ción en gene­ra­ción, son una heren­cia social, son una rique­za del pueblo.

21. Pero, la bur­gue­sía , gra­cias a todo un pro­ce­so de mis­ti­fi­ca­ción del capi­tal —que aquí no pode­mos expli­car por razo­nes de tiem­po — , nos ha con­ven­ci­do de que los due­ños de esa rique­za son los capi­ta­lis­tas que por su esfuer­zo, su crea­ti­vi­dad, su capa­ci­dad para los nego­cios, y por ser los due­ños de las empre­sas tie­nen dere­cho a apro­piar­se de lo que ellas producen.

22. Sólo la socie­dad socia­lis­ta reco­no­ce esa heren­cia como social y por eso con­si­de­ra que debe ser devuel­ta a la socie­dad y que debe ser usa­da por la socie­dad y en inte­rés de la socie­dad en su con­jun­to y no para ser­vir a intere­ses privados.

23. Esos bie­nes, en los que está incor­po­ra­do el tra­ba­jo de gene­ra­cio­nes, no pue­den per­te­ne­cer a per­so­nas espe­cí­fi­cas, ni a paí­ses espe­cí­fi­cos, sino a la huma­ni­dad como un todo.

24. La cues­tión es ¿cómo ase­gu­rar que esto ocu­rra? La úni­ca for­ma de hacer­lo es des­pri­va­ti­zan­do estos medios y trans­for­mán­do­los en pro­pie­dad social. Pero como la huma­ni­dad de comien­zos del siglo XXI no es toda­vía una huma­ni­dad sin fron­te­ras, esta acción debe empe­zar en cada país y el pri­mer paso es que los medios de pro­duc­ción estra­té­gi­cos pasen a pro­pie­dad de un Esta­do que expre­se los intere­ses de las y los trabajadores.

25. Pero el sim­ple tras­pa­so a manos del Esta­do de los prin­ci­pa­les medios de pro­duc­ción es sólo un mero cam­bio jurí­di­co de pro­pie­ta­rio, ya que si en las empre­sas aho­ra en manos del Esta­do el cam­bio sólo se limi­ta a eso con­ti­núa la supe­di­ta­ción de los tra­ba­ja­do­res a una fuer­za exter­na. La geren­cia capi­ta­lis­ta es reem­pla­za­da por una nue­va geren­cia, aho­ra socia­lis­ta, pero no varía la situa­ción alie­na­da de tra­ba­ja­do­res en el pro­ce­so de pro­duc­ción. Se tra­ta de una pro­pie­dad for­mal­men­te colec­ti­va, por­que el Esta­do repre­sen­ta a la socie­dad, pero la apro­pia­ción real toda­vía no es colectiva.

26. Es por eso que Engels sos­tie­ne que “la pro­pie­dad del Esta­do no es la solu­ción [ aun­que] alber­ga ya en su seno el medio for­mal, el resor­te, para lle­gar a la solución”

27. Por otra par­te, Marx sos­te­nía que era nece­sa­rio aca­bar con la sepa­ra­ción entre el tra­ba­jo inte­lec­tual y el tra­ba­jo manual que trans­for­man al tra­ba­ja­dor en un tor­ni­llo más de la maqui­na­ria; que las empre­sas deben ser ges­tio­na­das por sus tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras. Y por eso, Chá­vez, siguien­do sus ideas, sos­tu­vo con tan­to énfa­sis que el socia­lis­mo del siglo XXI no podía limi­tar­se a ser un capi­ta­lis­mo de Esta­do que man­tu­vie­se into­ca­bles pro­ce­sos labo­ra­les que alie­nan al tra­ba­ja­dor o tra­ba­ja­do­ra. La per­so­na que tra­ba­ja tie­ne que estar infor­ma­da del pro­ce­so de pro­duc­ción en su con­jun­to, tie­ne que ser capaz de con­tro­lar­lo, de poder opi­nar y deci­dir sobre los pla­nes de pro­duc­ción, sobre el pre­su­pues­to anual, sobre la dis­tri­bu­ción de los exce­den­tes, inclui­da su con­tri­bu­ción al pre­su­pues­to nacio­nal. ¿No era aca­so eso el plan socia­lis­ta de Guayana?

28. Pero, ahí sur­gi­rá el argu­men­to de la buro­cra­cia geren­cial socia­lis­ta: ¡cómo vamos a entre­gar la ges­tión de las empre­sas a los tra­ba­ja­do­res! ¡ellos no están pre­pa­ra­dos para par­ti­ci­par acti­va­men­te en el mane­jo de las empre­sas! Y tie­nen razón, sal­vo excep­cio­nes no lo están, jus­ta­men­te por­que al capi­ta­lis­mo nun­ca le ha intere­sa­do com­par­tir con los tra­ba­ja­do­res los cono­ci­mien­tos más téc­ni­cos acer­ca del mane­jo de la empre­sa, y aquí me refie­ro no sólo a los aspec­tos rela­cio­na­dos con la pro­duc­ción, sino tam­bién a los rela­cio­na­dos con la comer­cia­li­za­ción y el finan­cia­mien­to de las empre­sas. Con­cen­trar esos cono­ci­mien­tos en manos de la geren­cia ha sido uno de los meca­nis­mos que ha per­mi­ti­do al capi­tal explo­tar a los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras. Pero eso, para un cua­dro revo­lu­cio­na­rio, no pue­de sig­ni­fi­car no avan­zar hacia la ple­na par­ti­ci­pa­ción de las y los tra­ba­ja­do­res. Por el con­tra­rio, se deben ins­ta­lar pro­ce­sos de coges­tión que per­mi­tan que éstos se apro­pien de esos cono­ci­mien­tos y para poder hacer­lo, deben comen­zar a ejer­cer la ges­tión en la prác­ti­ca y, al mis­mo tiem­po, deben poder for­mar­se en téc­ni­cas de ges­tión y admi­nis­tra­ción de empre­sas para lle­gar lue­go a una total autogestión.

29. Y a nivel de las comu­ni­da­des y las comu­nas, tema que no pue­do abor­dar aquí, entre tan­tos otros que qui­sie­ra abor­dar, recuer­do siem­pre lo que decía Aris­tó­bu­lo Istú­riz: “tene­mos que gober­nar con la gen­te para que la gen­te apren­da a gober­nar­se así mis­ma.” Y entien­do que el pre­si­den­te Madu­ro está bus­can­do este obje­ti­vo al impul­sar la par­ti­ci­pa­ción del pue­blo orga­ni­za­do en su ges­tión de gobierno en lo que el ha lla­ma­do: Con­se­jos de Gobierno Popular.

30. He men­cio­na­do varias veces al socia­lis­mo del siglo XXI, para mí esa es la meta a alcan­zar, y lla­mo tran­si­ción socia­lis­ta al lar­go perío­do his­tó­ri­co de avan­ce hacia esa meta.

31. Pero, ¿de qué tipo de tran­si­ción esta­mos hablan­do? No se tra­ta de la tran­si­ción en paí­ses capi­ta­lis­tas avan­za­dos que nun­ca se ha dado en la his­to­ria, ni de la tran­si­ción en paí­ses atra­sa­dos que han con­quis­ta­do el poder del Esta­do por la vía arma­da como suce­de con las revo­lu­cio­nes en el siglo XX (Rusia, Chi­na, Cuba), sino de una tran­si­ción muy par­ti­cu­lar don­de sólo se ha logra­do lle­gar por la vía ins­ti­tu­cio­nal al gobierno.

32. Y en rela­ción con esto creo que la situa­ción de Amé­ri­ca lati­na en la déca­da de los 80 y 90 pue­de com­pa­rar­se en cier­tos aspec­tos a la vivi­da por la Rusia pre­rre­vo­lu­cio­na­ria de comien­zos del siglo XX. Lo que fue para ella la gue­rra impe­ria­lis­ta y sus horro­res ha sido para noso­tros el neo­li­be­ra­lis­mo y sus horro­res: la exten­sión del ham­bre y la mise­ria, un repar­to cada vez más des­igual de la rique­za, la des­truc­ción de la natu­ra­le­za, la pér­di­da cre­cien­te de nues­tra sobe­ra­nía. En estas cir­cuns­tan­cias, varios de nues­tros pue­blos dije­ron “bas­ta” y echa­ron “a andar”, resis­tien­do pri­me­ro y, lue­go, pasan­do a la ofen­si­va, fru­to de lo cual empie­zan a triun­far can­di­da­tos pre­si­den­cia­les de izquier­da o cen­tro izquier­da que levan­tan pro­gra­mas antineoliberales.

33. Fue así como fren­te al evi­den­te fra­ca­so del mode­lo neo­li­be­ral tal como se esta­ba apli­can­do sur­gió la siguien­te dis­yun­ti­va: o se refun­da­ba el mode­lo capi­ta­lis­ta neo­li­be­ral, o se avan­za­ba en la cons­truc­ción de un pro­yec­to alter­na­ti­vo movi­do por una lógi­ca huma­nis­ta y soli­da­ria. Y ya decía­mos que fue Chá­vez quien tuvo la auda­cia de incur­sio­nar por este últi­mo camino y cree­mos que el pre­si­den­te Madu­ro está tra­tan­do de ser con­se­cuen­te con su lega­do. Lue­go lo siguie­ron otros gober­nan­tes como Evo Mora­les y Rafael Correa. Todos ellos cons­cien­tes de que las con­di­cio­nes obje­ti­vas eco­nó­mi­cas y cul­tu­ra­les, y la corre­la­ción de fuer­zas exis­ten­tes en el mun­do y en sus paí­ses, los obli­ga­rían a con­vi­vir duran­te no poco tiem­po con for­mas de pro­duc­ción capitalista.

34. Y deci­mos auda­cia por­que estos gobier­nos enfren­tan a una situa­ción muy com­ple­ja y difí­cil. No sólo deben enfren­tar­se al atra­so de sus paí­ses, sino que deben hacer­lo sin con­tar con todo el poder del Esta­do. Y hacer­lo a par­tir de un apa­ra­to de Esta­do here­da­do cuyas carac­te­rís­ti­cas son fun­cio­na­les al sis­te­ma capi­ta­lis­ta, pero no lo son para avan­zar hacia el socialismo.

35. Sin embar­go, la prác­ti­ca ha demos­tra­do —con­tra el dog­ma­tis­mo teó­ri­co de algu­nos sec­to­res de la izquier­da radi­cal — , que si ese apa­ra­to está ges­tio­na­do por cua­dros revo­lu­cio­na­rios, éstos pue­den uti­li­zar­lo como un ins­tru­men­to para dar pasos fir­mes hacia la cons­truc­ción de la nue­va sociedad.

36. Pero, para ello estos cua­dros no pue­den limi­tar­se a usar el apa­ra­to here­da­do, es nece­sa­rio que — usan­do el poder que tie­nen en sus manos— vayan cons­tru­yen­do los cimien­tos de la nue­va ins­ti­tu­cio­na­li­dad y del nue­vo sis­te­ma polí­ti­co, crean­do espa­cios de pro­ta­go­nis­mo popu­lar que vayan pre­pa­ran­do a los sec­to­res popu­la­res para ejer­cer el poder des­de el nivel más sim­ple has­ta el más complejo.

37. Este pro­ce­so de trans­for­ma­ción a par­tir del gobierno no sólo es un pro­ce­so lar­go, sino tam­bién es un pro­ce­so lleno de desa­fíos y difi­cul­ta­des. Nada ase­gu­ra un avan­ce lineal, pue­de haber retro­ce­sos y fracasos.

38. Debe­mos recor­dar siem­pre que la dere­cha res­pe­ta las reglas del jue­go sólo has­ta don­de le con­vie­ne. Pue­den per­fec­ta­men­te tole­rar y has­ta pro­pi­ciar la pre­sen­cia de un gobierno de izquier­da, si este pone en prác­ti­ca su polí­ti­ca y se limi­ta a admi­nis­trar la cri­sis. Lo que tra­ta­rán de impe­dir siem­pre valién­do­se de medios lega­les o ile­ga­les es —y en eso no hay que ser ilu­sos— que se lle­ve ade­lan­te un pro­gra­ma de trans­for­ma­cio­nes demo­crá­ti­cas y popu­la­res pro­fun­das que pon­ga en cues­tión sus intere­ses económicos.

39. De esto se dedu­ce que estos gobier­nos y su mili­tan­cia de izquier­da deben estar pre­pa­ra­dos para hacer fren­te a una fuer­te resis­ten­cia; deben ser capaz de defen­der las con­quis­tas alcan­za­das demo­crá­ti­ca­men­te con­tra fuer­zas que se lle­nan la boca de la pala­bra demo­cra­cia siem­pre que no se toque sus intere­ses mate­ria­les ni sus pri­vi­le­gios. ¿Aca­so aquí en Vene­zue­la no fue­ron las leyes habi­li­tan­tes que toca­ban muy leve­men­te dichos pri­vi­le­gios las que des­en­ca­de­na­ron el gol­pe mili­tar apo­ya­dos por los par­ti­dos opo­si­to­res de dere­cha con­tra un pre­si­den­te demo­crá­ti­ca­men­te elec­to y apo­ya­do por su pueblo?

40. Pero tam­bién es impor­tan­te enten­der que estas éli­tes domi­nan­tes no repre­sen­tan a toda la opo­si­ción, que es fun­da­men­tal que se haga una dife­ren­cia­ción entre una opo­si­ción des­truc­ti­va, cons­pi­ra­do­ra, anti­de­mo­crá­ti­ca, y una opo­si­ción cons­truc­ti­va, dis­pues­ta a res­pe­tar las reglas del jue­go demo­crá­ti­co y a cola­bo­rar en muchas tareas de inte­rés común, evi­tan­do meter en un mis­mo saco a todas las fuer­zas y per­so­na­li­da­des opo­si­to­ras. Si somos capa­ces de reco­no­cer las ini­cia­ti­vas posi­ti­vas que pue­de haber impul­sa­do la opo­si­ción y no con­de­nar como malo de ante­mano todo lo que ven­ga de ella, pien­so que esto ayu­da­ría a acer­car a muchos sec­to­res que hoy están ale­ja­dos, qui­zá no las éli­tes diri­gen­tes, pero sí de los cua­dros medios y amplios sec­to­res del pue­blo influi­dos por ellos, que es lo más importante.

41. Por otra par­te, pien­so que se gana­ría mucho más si al com­ba­tir sus ideas erra­das, sus pro­pues­tas equi­vo­ca­das, se uti­li­za­ra argu­men­tos y no agre­sio­nes ver­ba­les. Qui­zá éstas son muy bien reci­bi­das por los sec­to­res popu­la­res más radi­ca­li­za­dos, pero pro­du­cen recha­zo en amplios sec­to­res medios y tam­bién en muchos sec­to­res populares.

42. Otro reto impor­tan­te que tie­nen estos gobier­nos es la nece­si­dad de supe­rar la cul­tu­ra here­da­da en el seno del pue­blo, pero no sólo allí, tam­bién en los cua­dros de gobierno, los fun­cio­na­rios, los mili­tan­tes y diri­gen­tes del par­ti­do, los tra­ba­ja­do­res y sus direc­cio­nes sin­di­ca­les ( indi­vi­dua­lis­mo, per­so­na­lis­mo, carre­ris­mo polí­ti­co, consumismo).

43. Por otra par­te, como los avan­ces sue­len ser muy len­tos y fren­te a esta situa­ción, no poca gen­te de izquier­da se des­ani­ma, por­que muchos pen­sa­ron que la con­quis­ta del gobierno sería la vari­ta mági­ca para resol­ver pron­ta­men­te los pro­ble­mas más sen­ti­dos por la gen­te, cuan­do estas solu­cio­nes no lle­gan con la rapi­dez espe­ra­da tien­den a desilusionarse.

44. Por eso es que pien­so que, de la mis­ma mane­ra en que nues­tros diri­gen­tes revo­lu­cio­na­rios deben usar el Esta­do para cam­biar la corre­la­ción de fuer­zas here­da­da, deben tam­bién rea­li­zar una labor peda­gó­gi­ca fren­te a los lími­tes o fre­nos que encuen­tran en su camino —lo que lla­ma­mos una peda­go­gía de los lími­tes — . Muchas veces se cree que hablar­le de difi­cul­ta­des al pue­blo es des­alen­tar­lo, des­ani­mar­lo, cuan­do, por el con­tra­rio, si a los sec­to­res popu­la­res se les infor­ma, se les expli­ca por qué no se pue­den alcan­zar de inme­dia­to las metas desea­das, eso los ayu­da a enten­der mejor el pro­ce­so en que viven y a mode­rar sus deman­das. Y tam­bién los inte­lec­tua­les deben ser ali­men­ta­dos con infor­ma­ción para que sean capa­ces de defen­der el pro­ce­so y para que pue­dan rea­li­zar una crí­ti­ca seria y cons­truc­ti­va si es necesario.

45. Pero esta peda­go­gía de los lími­tes debe ir acom­pa­ña­da simul­tá­nea­men­te de un fomen­to de la movi­li­za­ción y la crea­ti­vi­dad popu­la­res, evi­tan­do domes­ti­car las ini­cia­ti­vas de la gen­te y pre­pa­rán­do­se para acep­tar posi­bles crí­ti­cas a fallas de la ges­tión guber­na­men­tal. No sólo se debe tole­rar la pre­sión popu­lar sino que se debe enten­der que es nece­sa­ria para ayu­dar a los gober­nan­tes a com­ba­tir las des­via­cio­nes y erro­res que pue­den ir sur­gien­do en el camino.

46. Me sien­to muy frus­tra­da de no poder hablar de tan­tos otros temas, pero debo poner fin a estas pala­bras y para hacer­lo quie­ro leer­les algu­nas de las varias pre­gun­tas —que plan­teo en el libro— que creo pue­den ayu­dar­nos a eva­luar si los gobier­nos más avan­za­dos ya men­cio­na­dos están dan­do pasos en el esfuer­zo por cons­truir una nue­va socie­dad socialista:

47. ▪ ¿Movi­li­zan a los tra­ba­ja­do­res y pue­blo en gene­ral para lle­var ade­lan­te deter­mi­na­das medi­das e incre­men­tan sus capa­ci­da­des y poder?

48. ▪ ¿Entien­den que nece­si­tan un pue­blo orga­ni­za­do, poli­ti­za­do, capaz de pre­sio­nar para debi­li­tar el apa­ra­to esta­tal here­da­do y poder así avan­zar en el pro­ce­so de trans­for­ma­cio­nes propuesto?

49. ▪ ¿Entien­den que nues­tros pue­blos y espe­cial­men­te las y los tra­ba­ja­do­res tie­nen que ser acto­res de pri­me­ra línea y no sólo de segunda?

50. ▪ ¿Oyen y otor­gan la pala­bra a sus pueblos?

51. ▪ ¿Entien­den que pue­den apo­yar­se en ellos para com­ba­tir los erro­res y des­via­cio­nes que vayan sur­gien­do en el camino?

52. ▪ ¿Les entre­gan recur­sos y los lla­man a ejer­cer el con­trol social del proceso?

53. ▪ En sín­te­sis, ¿con­tri­bu­yen a crear un suje­to popu­lar cada vez más pro­ta­gó­ni­co, capaz de ir asu­mien­do cada vez más res­pon­sa­bi­li­da­des de gobierno?

54. En este sen­ti­do creo de tras­cen­den­tal impor­tan­cia la pro­pues­ta de dis­cu­sión nacio­nal abier­ta a todos los sec­to­res socia­les del país sobre el tema del pre­cio del petró­leo. Me pare­ce tras­cen­den­tal por­que se con­vo­ca al pue­blo, no al par­ti­do, a dis­cu­tir. Pien­so que el papel del par­ti­do debe ser el de invo­lu­crar­se ple­na­men­te en él sien­do el ins­tru­men­to faci­li­ta­dor de dicho debate.

55. Quie­ro ter­mi­nar este tex­to insis­tien­do en algo que no me can­so de repetir:

56. Para que poda­mos avan­zar exi­to­sa­men­te en este desa­fío se requie­re de una nue­va cul­tu­ra de izquier­da: una cul­tu­ra plu­ra­lis­ta y tole­ran­te, que pon­ga por enci­ma lo que une y deje en segun­do plano lo que divi­de; que pro­mue­va la uni­dad en torno a valo­res como: la soli­da­ri­dad, el huma­nis­mo, el res­pe­to a las dife­ren­cias, la defen­sa de la natu­ra­le­za, recha­zan­do el afán de lucro y las leyes del mer­ca­do como prin­ci­pios rec­to­res de la acti­vi­dad humana.

57. Una izquier­da que se dé cuen­ta que la radi­ca­li­dad no está en levan­tar las con­sig­nas más radi­ca­les ni en rea­li­zar las accio­nes más radi­ca­les —que sólo unos pocos siguen por­que asus­tan a la mayo­ría — , sino que sea capaz de crear espa­cios de encuen­tro y de lucha para amplios sec­to­res; por­que cons­ta­tar que somos muchos los que esta­mos en la mis­ma lucha es lo que nos hace fuer­tes, es lo que nos radicaliza.

58. Una izquier­da que entien­de que hay que ganar hege­mo­nía, es decir, que hay que con­ven­cer en lugar de imponer.

59. Una izquier­da que entien­de que más impor­tan­te que lo que haya­mos hecho en el pasa­do, es lo haga­mos jun­tos en el porvenir.

Inter­ven­ción com­ple­ta fil­ma­da de Mar­ta Har­nec­ker en: www​.apo​rrea​.org/​i​d​e​o​l​o​g​i​a​/​n​2​5​6​1​7​8​.​h​tml

[1] . La cita sigue: “En el momen­to actual, son los comi­tés del “Par­ti­do”, y no lo soviets, quie­nes lle­van la direc­ción en Rusia, y su orga­ni­za­ción sufre los efec­tos de toda orga­ni­za­ción buro­crá­ti­ca. Para poder salir de este des­or­den man­te­ni­do, Rusia debe reto­mar todo el genio crea­ti­vo de las fuer­zas loca­les de cada comu­ni­dad.” [sigue la cita, pero yo me deten­go aquí MH]

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