27 de sep­tiem­bre ¡Murió el Gene­ral!- Mai­té Campillo

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El pri­mer beso no se da con los labios, se da con la mira­da (A la memo­ria de Hum­ber­to Bae­na, Sán­chez Bra­vo, Ramón Gar­cía Sanz, Txi­ki, Otaegui…)

Pero “el gene­ral”, si tie­ne quien le escriba…

Anda­ba la mamá de una alum­na en arte dra­má­ti­co, naci­da en el exi­lio y de nom­bre Liber­tad, por las calles del vie­jo Madrid des­cu­brien­do el que lla­man barrio de los Aus­trias, allá por el año 1979 (dedu­je men­tal­men­te que hacía como cua­tro años de la muer­te del gran tirano) Pero la tira­nía (con­ti­núa el rela­to la alum­na), per­ma­ne­ció rego­ci­ján­do­se en su san­grien­ta his­to­ria. Se estre­na­ban los medios a tra­ba­jar en “demo­cra­cia”, tin­tan­do y colo­rean­do entre nue­vos eslo­gan las manos alza­das del régi­men, cubrién­do­las entre mue­cas de son­ri­sa y ramos de flo­res que siguie­ron des­ti­na­dos a los encuen­tros del lla­ma­do “Valle de los caí­dos”; a pesar de la lega­li­za­ción de par­ti­dos y sin­di­ca­tos en apa­rien­cia opo­si­to­res de ideo­lo­gías antagónicas.

La entra­ña del poder seguía intacta…

Una par­te de la mate­ria se había esfu­ma­do pero no su idea, inque­bran­ta­ble en la monar­quía here­de­ra y todos sus súb­di­tos que se man­tu­vie­ron into­ca­bles en el poder, vin­cu­la­dos a las gran­des deci­sio­nes polí­ti­cas repre­si­vas y desas­tres eco­nó­mi­cos. Acam­pa­ba a sus anchas como en vida del dic­ta­dor la sinies­tra guar­dia civil, mis­mos mili­ta­res y man­dos de dife­ren­tes poli­cías. Mis­ma polí­ti­ca inti­mi­da­to­ria y repre­sión con­tra el pue­blo. Reli­gión obli­ga­to­ria de tra­di­ción con­ser­va­do­ra oscu­ran­tis­ta, pocos casos dan fe de otras con­duc­tas indi­vi­dua­les, base en con­jun­to y jerar­quía vin­cu­la­da a la masa­cre, uni­da al levan­ta­mien­to con­tra el pue­blo, su sufra­gio uni­ver­sal, y al “lava­mien­to y puri­fi­ca­ción” de robo de hijos.

Has­ta la sim­bo­lo­gia de las calles se man­te­nía, abra­zan­do nom­bres que diri­gie­ron el ensal­za­mien­to san­grien­to de la dic­ta­du­ra con escul­tu­ras en su honor. Todo per­ma­ne­cía en lo fun­da­men­tal inque­bran­ta­ble, inclui­do el barri­zal de los barrios obre­ros intran­si­ta­bles y sus habi­tan­tes cami­nan­do como alma en pena, por­que con y sin putocra­cia como dice mi mamá, siguió sien­do ade­más de barri­zal subur­bio, don­de el que roba una galli­na eran héroes de la dig­ni­dad, que tan bien reco­gió en sus habe­res el gru­po de tea­tro Tábano y Gayo Valle­cano en “¡Per­do­na a tu pue­blo, Señor!”, ya que ni socia­lis­mo ni comu­nis­mo ni anar­quis­mo ni demo­cra­cia lle­ga­ba, ni una lagri­mi­ta, pudo lavar la cara repre­si­va que siguió aco­san­do. Con­ti­nua­ron coor­di­na­dos los ase­si­na­tos, con ellos la repre­sión y la tor­tu­ra repo­bló las anti­guas maz­mo­rras, por don­de des­fi­la­ron líde­res polí­ti­cos, maes­tros, poe­tas de la repú­bli­ca. Mucha mala hos­tia al pare­cer con­tra los que per­sis­tían cami­nar como gen­te. O sea, que el hedor de la mier­da seguía corrien­do por alcan­ta­ri­llas y des­pa­chos como corrie­ron las penas de muer­te y ésto es así (ella lo vivió y nos lo cuen­ta aún horro­ri­za­da), mi mamá no mien­te! Sigue sen­si­bi­li­za­da, se la eri­za la piel cuan­do nos narra que tenía once años, cuan­do al alba de aquél 27 de sep­tiem­bre fue­ron ase­si­na­dos cin­co com­ba­tien­tes anti­fas­cis­tas. No bas­tó la flor de sus vidas, dice mi madre cuan­do el recuer­do de aque­llos echos la vie­nen a la memo­ria sobre­vo­lan­do las emociones…

Aquí está el general.
¿Qué quie­re el general?
Una espa­da desea el general.
¡Ya no exis­ten espa­das, general!

Cami­na­mos jun­tas, sin pau­sas ni res­pi­ro sigue con­tan­do lo que escu­chó en casa de Liber­tad, su madre. Cuan­do se cru­zó entre nues­tras pier­nas una gata con ojos de luna. “Gata Luna” nos miró alzan­do su cabe­ci­ta y dijo… ¡miauuuuuuuuu! Yo se que tra­du­ci­do es algo así como: hola chi­cas, kai­xo potxo­las! La aca­ri­cié buen rato, era tan lin­da!, me recor­dó a Tras­gu, pero esta mas chi­qui­ta y, cari­ño­sa! Des­de ese momen­ti­co empe­zó a seguir­nos, cru­zán­do­se a gus­to entre pier­na y pier­na bajo mis lar­gas fal­das has­ta la terra­za que ele­gi­mos para tomar algo. Y, “Gata Luna”, se unió como una más, pre­sen­te en la his­to­ria, vigi­lan­te y opor­tu­na tras un nue­vo avi­so… ¡miauuuuuuuuu! La di a degus­tar una galle­ti­ca que lle­va­ba en la mochi­la, creo que me dió las gra­cias!, mien­tras molía los cerea­les dicien­do nue­va­men­te… ¡miauuuuuuuuu! Pero esta vez más efu­si­va, ron­ro­nea­ba. En eso esta­ba cuan­do se acer­có un mucha­cho, que por su res­pi­rar, pare­cía que venía a galo­pe por la ace­ra: ¡Hola! (dijo como el gato, pero sin tra­duc­ción), se me ha esca­pa­do Milen­ka, ¡ah!, la que tie­nes entre las pier­nas… La gati­ta que nos acom­pa­ña?, le digo, y él se aga­chó para aca­ri­ciar­la. El mucha­cho no tenía los ojos de luna como su gata, sus ojos eran dos soles bri­llan­do, uf!!!, y recor­dé la gran vera­ci­dad de que, el pri­mer beso no se da con los labios sino con la mira­da. Tras unos segun­dos inde­ci­sos le invi­ta­mos a sen­tar­se. Creo que nues­tra “Gata Luna”, alu­ci­na­ba obser­van­do y pre­gun­tán­do­se inquie­ta, a ésta fami­lia no la cono­cía yo!!!

Pues nada, nada, aquí tie­nes a Milen­ka, que no sale de entre mi falda.

Será que la has gus­ta­do, me contestó.

Si, ten­go un atrac­ti­vo espe­cial para los animales…

No sólo para los ani­ma­les, yo igual­men­te te hubie­ra segui­do has­ta el infinito…

Ja,ja,ja,ja,ja. Aaaaah, que galante!

Le pre­gun­ta­mos si que­ría tomar algo, y res­pon­dió, siiiiiiiiiiiiiiiii. . . Ja, ja,ja,ja,ja, uf!!! Sus ojos me cau­ti­va­ron, diosssss!!! Izar, que así se lla­ma­ba, no deja­ba de son­reír y de besar­me… con la mira­da quie­ro decir, yo hacia lo mis­mo, toma no!

Y, tras unos segun­dos de pre­sen­ta­cio­nes en aque­lla aco­ge­do­ra terra­za, nos empe­zó a con­tar una rara his­to­ria de antro­po­lo­gía, al pare­cer era ésta una de sus pasio­nes. Así fue como el chi­co de los ojos radian­tes, her­mo­sos como los de su gata, empe­zó a con­tar­nos una lar­ga his­to­ria basa­da en la antro­po­lo­gía. La his­to­ria la inmor­ta­li­za en la sel­va vir­gen de “Espa­ña”:

Por lo vis­to en el 1979…

(De nue­vo la fecha bai­la en el ambiente)

Había toda­vía sel­vas sin explo­rar por tie­rras del Cau­di­llo (inclu­so), nos expli­ca­ba con gran inte­rés, hemos des­cu­bier­to recien­te­men­te una extra­ña mana­da de ani­ma­les sal­va­jes. El des­cu­bri­mien­to se debe a un gru­po de antro­pó­lo­gos, equi­po del que for­mo par­te. La impor­tan­cia del hecho resi­de en que estas espe­cies se habían dado ofi­cial­men­te por extin­gui­das (afir­mán­do­se inclu­so que habían sufri­do un pro­ce­so de muta­ción), ade­cuán­do­se a las con­di­cio­nes de vida de una nue­va fauna.

Dicha mana­da no fue difí­cil de des­cu­brir, en apa­rien­cia era como si la tuvie­ran en esta­do de ale­tar­ga­mien­to pro­du­ci­do “por un cam­bio”. Sólo los altos car­gos mos­tra­ban agi­li­dad en los movi­mien­tos. Fru­to de “extra­ñas cir­cuns­tan­cias aún no escla­re­ci­das”, la mana­da se reani­mó de súbi­to dado los estí­mu­los ban­ca­rios vol­vien­do a flo­re­cer y con ellos nue­vos reto­ños con aro­ma col de Bru­se­las. Nue­va­men­te, “El Gene­ra­lí­si­mo”, entre los gran­des depre­da­do­res de la sel­va vir­gen de las espa­ñas, dios de las cria­tu­ras. Los hala­gos des­de el poder robus­te­cie­ron su tren de vida. Se dis­pa­ra­ron los escar­nios entre las sobras, ali­men­tan­do el sur­gir de unas pecu­lia­res ali­ma­ñas, que ya sin nece­si­dad de ladrar de for­ma rabio­sa a los nue­vos seño­ri­tos, fue­ron guia­das a for­ta­le­cer el cin­tu­rón metá­li­co de balas espi­no­sas de la sel­va. Y, se pusie­ron en movi­mien­to coor­di­na­do el con­jun­to de nue­vos bichi­tos a favor de la OTAN, matan­do aquí matan­do allá, a dece­nas de sinies­tros y des­pis­ta­dos afa­na­dos en su queha­cer diario.

Su colo­ri­do vario­pin­to abun­dó sobre las tona­li­da­des ver­do­sas, jun­to a un gri­sá­ceo ame­na­za­dor y marrón de cuar­tel. Los gran­des jefes eran todos espe­cí­me­nes cama­leó­ni­cos, adop­ta­ban a veces una colo­ra­ción azu­la­da, como que­rién­do­se sacu­dir las fle­chas de los hom­bros que empe­za­ban a cla­vár­se­las en los cos­ta­dos, jun­to a los de cere­bro de cha­rol y marrón caqui como sal­pi­ca­do de len­te­jas entre unto rancio.

La fero­ci­dad de estos bichos era tal que no deja­ban signo de vida tras de si. Segui­mos sus des­pla­za­mien­tos y apre­cia­mos una extra­ña carac­te­rís­ti­ca en sus sal­va­jes ata­ques al encon­trar­se con cual­quier tipo de ani­ma­li­to inde­fen­so, reso­lla­ban fue­go por sus fau­ces, cual dra­go­nes mile­na­rios pero… ¡extra­ño fenó­meno!… apun­ta­ban al cie­lo y sin embar­go caían ful­mi­na­dos como por arte de magia sus víc­ti­mas; lan­zán­do­se como en épo­ca de “El Gene­ra­lí­si­mo”, al ata­que de una mul­ti­tud de man­sos cor­de­ros. Uno de ellos fue muer­to por lle­var en su collar una ense­ña roja, color del cam­po que sem­bró las tro­pas del general.

El jefe supre­mo que eli­gie­ron para la suce­sión “demo­crá­ti­ca”

Ani­mal infor­me tipo cama­león-lican­tro­pus, pare­cie­ra que inten­ta­ba depu­rar la mana­da de los bichos más vora­ces, sin embar­go esta­ba en reali­dad, rea­li­zan­do una selec­ción dar­wi­nia­na, a lo feli­pis­ta, pre­ser­va­ba el pelle­jo de aque­llos que mejor se adap­ta­ban a los cam­bios de cli­ma y a las nue­vas con­di­cio­nes. Y, ahí ando chi­cas (diri­gién­do­se a noso­tras), como veis, tra­ba­jan­do para la eli­mi­na­ción de esta espe­cie depre­da­do­ra del con­jun­to de la natu­ra­le­za… Cuan­do ter­mi­nó su rela­to Izar, Milen­ka lo mira­ba y creo que reía, me con­ta­gió, asom­bra­da de la pecu­liar for­ma filo­só­fi­ca del aná­li­sis que nos ofre­ció. A par­tir de ese encuen­tro tenía a Milen­ka pega­da a mis fal­das lar­gas, has­ta que un día. . . Izar, jun­to con el equi­po que anda­ba de inves­ti­ga­ción para la eli­mi­na­ción de dichos biche­jos, eli­mi­nó de un cer­te­ro dis­pa­ro a uno de los jefes de la cama­da. Increí­ble la pecu­lia­ri­dad del antro­pó­lo­go, tiro cer­te­ro, era el general!!!:

¿Qué quie­re el general?
‑Per­der­se por la tie­rra desea el general.
‑Ya no exis­te la tie­rra, general.

¿Qué quie­re el general?
‑Morir­se como un perro desea el general.
‑Ya no exis­ten los perros, general.

¿Qué quie­re el general?
¿Qué quie­re el general?
Pare­ce que está mudo el general.
Pare­ce que no exis­te el general.
Pare­ce que se ha muer­to el general.
que ya, ni como un perro, se ha muer­to el general,
que el mun­do des­trui­do, ya sin el general,
va a empe­zar nue­va­men­te, sin ese general.

(Rafael Alber­ti)

PD.

Hay que arri­mar­se a la Pri­ma (el ries­go para el pueblo) 

El can­tan­te argen­tino Cala­ma­ro, eli­gió Pri­ma, incon­fun­di­ble de puri­to facha, vene­ra la monar­quía pará­si­ta y el degüe­llo públi­co, de toros a for­ma de espec­tácu­lo tau­rino. Así es como muchos pre­ten­den ver al pue­blo. Y, es que des­pués de tan­tos años, “el Gene­ra­lí­si­mo”, sí tie­ne quien le escri­ba. La fau­na ase­si­na sigue cre­cien­do, des­pla­zán­do­se por todos los terri­to­rios, eli­gien­do nue­vos líde­res que son los que hoy gobier­nan la selva.

Pues sí, lle­gó el día de la ascensión…

A Feli­pe le pro­cla­ma­ron rey y la hija mayor de ocho años, se con­vier­te en pro­me­sa de la fan­ta­sía lati­fun­dis­ta de la casa real. La impo­si­ción de su idea­rio se impon­drá una vez más con­tra el sen­tir popu­lar. Here­da­rá como monar­ca pre­ñan­do a la sopa boba per­pe­tui­dad anta­gó­ni­ca, y dis­tin­ción racial en cuño de cla­se que la ubi­ca­rá fren­te a los nadie. Educación

simi­lar en derro­che con­sen­ti­do e indi­vi­dua­lis­mo eli­tis­ta, para ello se for­ma­rá en el extran­je­ro como su padre. La ins­trui­rán para la gue­rra en lo mili­tar, y en lo eco­nó­mi­co, entre gue­rras de rapi­ña a nivel ideo­ló­gi­co. Lo hace la aca­de­mia extran­je­ra que es la que da for­ma el pode­río de “Tío Sam”, quién tam­bién la ense­ña­rá hablar a men­tir como a toda su ascen­den­cia, para que pue­da hacer fren­te a futu­ras “cri­sis”, ade­más de diri­gir los sinies­tros cuer­pos depen­dien­tes de la OTAN. Todo esto lo con­fir­ma More­nés, minis­tro de defen­sa, que en su nom­bre mani­fes­tó: Tener muchí­si­ma ilu­sión en dicha empre­sa por apor­tar la for­ma­ción a la dis­tin­gui­da, den­tro del pro­ce­so de nor­ma­li­za­ción , de la pre­sen­cia de la mujer ( o el mons­truo que van a crear?) en las Fuer­zas Arma­das. Espe­ran que la infan­ta en su día “cuan­do Dios quie­ra”, sea la jefa supre­ma de las Fuer­zas Arma­das, como capi­tán gene­ral de las mismas.

Al hoy, rey Feli­pe, le tocó estu­diar enTo­ron­to (Cana­dá)

Para que aquí no vie­ran (como su padre), el gran nivel aca­dé­mi­co que alcan­za tal dedi­ca­ción. Pero la ins­truc­ción mili­tar, síííííííí… Es el lugar ideal para rema­tar las fae­nas a lo cas­tren­se, y muuuuu­cho menos frío que en Cana­dá, para jugar a las aven­tu­ras de la tie­rra enlo­dan­do mar y aire, para eso sin lugar a dudas, “Espa­ña!”, es la mejor!!!… Pues ala, a la Aca­de­mia Gene­ral Mili­tar, a seguir cru­ci­fi­can­do Zara­go­za, que la cate­dral es muy gran­de y las cien­tos de palo­mas que con­for­man “La Pla­za de la Paz”, es el esce­na­rio ideal del rei­no de los cie­gos, per­dón, de los cie­los es que quie­ro decir, jun­to con la Escue­la Naval Mili­tar de Marín y la Aca­de­mia Gene­ral del Aire de San Javier.

*Hoy, como ayer, mi más sen­ti­do home­na­je a todos los hom­bres y muje­res, lucha­do­res anti­fas­cis­tas del mun­do ase­si­na­dos por defen­der la liber­tad y la jus­ti­cia de los pueblos.

¡Ellos, sí son mis hermanos!

Mai­té Cam­pi­llo (actriz y direc­to­ra de teatro)

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