La verdad es que nunca he tenido intención de dirigirme a ningún agente de la ertzaintza pero en bastantes ocasiones ha surgido la ocasión porque han sido ellos los que han venido. De esta relación no querida he llegado a construir dos tipologías básicas de comportamiento policial a pie de calle. La del gallito y la del “profesional”.
El gallito es el que como mínimo te suelta algún comentario estúpido, ridículo y provocador, algo así como una especie de graciosillo sin talento que se ve seguro tras el uniforme, la pipa, la porra y la ley. Las bases de la psicología policial están basadas en el propio reclutamiento y formación posterior. Según William F. Stone “Son las personas autoritarias, débiles psicológicamente, con identidades poco desarrolladas y por tanto, necesitadas de una autoridad superior que las proteja y guíe, las más manipulables por el terror inducido o provocado por el poder establecido.” Eric Fromm lo explicaba así: “Mientras obedezco al poder… me siento seguro y protegido. Mi obediencia me hace participar en el poder que reverencio y por ello me siento fuerte…”.
El “profesional” no sería muy diferente en cuanto a psicología pero sus formas de actuar difieren en parte. Acercándose en cierta manera al “policía bueno”. Un día, hace ya bastante tiempo, mientras pegábamos unos carteles de una antigua organización juvenil, nos retuvo un coche patrulla de la ertzaintza y tocó que iban de “profesionales”. Casi como que estaban reprimiendo, sí, pero como si en realidad la cosa no fuera con ellos. Y empezó a hablar uno. Comentaba en tono paternalista que él también era abertzale, que defendía la independencia, que incluso había ido a conciertos de rock radical y que tenía en casa cassetes de kortatu, la polla…. y qué se yo que más. Todo ello mientras nos iban tomando los datos, claro. Antes de que se marcharan escuetamente le dije que lo importante no es lo que se opine sino lo que se haga. Con una sonrisa se fueron como si no hubiera pasado nada. El coleguilla pega-carteles con el que iba, con algo de cinismo me dijo: ¿que majos eran éstos eh?. Y yo le repliqué que sí, ya verás ya. Al de un tiempo nos llegó una carta y como decían Kojon Prieto y los Huajalotes no vino perfumada.
Nunca veo la ETB y ya de paso ningún otro canal de televisión desde el cuento de Calleja de los esqueletos humanos en el gaztetxe del casco viejo de Bilbo, pero ayer si leí y vi el vídeo en un post del compañero bloguero Igor, en el que un miembro de Podemos, que al parecer suele salir en ETB, no se si dentro de esa campaña comunicativa tan legendaria que dicen que tienen en los medios (que no podría afirmarlo o rebatirlo porque ya he dicho antes que no veo tales medios) diciendo que Jarrai y Segi se dedicaban, básicamente, a “aterrorizar a todo aquel que no opinaba como ellos”. “Ahora no vamos a pasar a decir que Jarrai y Segi llevan queriendo una konponbidea democrática (sic) … si claro, ¡ahora!”, “Es una pena que no hicieran un muro de defensa por los Derechos Humanos hace cinco años” . Y lo dice justo en el momento en que decenas de jóvenes están siendo juzgados en un tribunal que realmente sabe muy bien qué es aterrorizar, como también lo saben bien esos policías y militares que participan en los círculos de podemos de las fuerzas armadas y la policía.
En otro vídeo en el que salía este miembro de Podemos hacía un llamamiento a trabajar en el movimiento social, enfrentarse al sistema, activar a la sociedad y luchar por los derechos. Esto quizás puede resultar novedoso para la izquierda española que asumió la reforma franquista como democrática y que al mismo tiempo se sentenciaba a la situación que se vive hoy. Pero sin embargo, no es novedoso para nadie que haya militado en Jarrai o Segi. Pues precisamente eso y no otra cosa es a lo que se dedicaron estas organizaciones mientras otros quizás hacían carrera en la casta política de IU. Por eso, ver a alguien de Jarrai o Segi explayándose en la televisión era algo prácticamente imposible a no ser que fuera que otros hablaran de ellos en campañas de criminalización. Sin embargo, la militancia de Jarrai o Segi era muy conocida en sus pueblos, pues era precisamente la más activa en la lucha por los derechos de la juventud, en el impulso del rico movimiento juvenil vasco, y en la construcción de otra Euskal Herria diferente a los dictados del capital y del estado español o francés. Formando también un muro fuerte frente a la represión, frente a los ataques contra las condiciones socio-laborales de la juventud y un largo etc.. recuperando en definitiva la dignidad de lo que supone ser joven, algo de lo que retóricamente se dice que es muy bonito pero no supone nada más que ser el último pringado de un sistema donde ni pincha ni corta y que le explotará hasta exprimirle y si levanta la cabeza le lanzará todos sus perros.
No. Ni Jarrai ni Segi practicaron jamás la violencia revolucionaria pese a tener clara la ética revolucionaria, la legitimidad de la lucha, lo que supone el monopolio de la violencia de estado y las falsedades de los derechos humanos bajo la perspectiva burguesa.
Si. Jarrai o Segi siempre apostaron por una solución democrática. Pues una solución democrática no es votar (cuando te dejan ) en las elecciones de un sistema impuesto sino la recuperación de los derechos arrebatados por los estados y el capital.
Las organizaciones que en este país han practicado violencia revolucionaria tienen sus siglas y la lucha popular en la calle no tiene ninguna. Tantos años en la universidad y algunos todavía no se han enterado.
El 27 de diciembre de 2001 la organización juvenil Segi fue inscrita en la lista europea de organizaciones terroristas porque la juventud independentista y revolucionaria vasca es un peligro para la Europa del capital. Mientras, la audiencia nacional española suspendía sus actividades por considerarla sucesora de Jarrai y de Haika, también ilegalizadas en su día porque la juventud independentista y revolucionaria vasca es un peligro para el estado español fascista. El Tribunal Supremo de ese país confirmó la ilegalización en 2007 declarándola organización terrorista. Palabra usada por el capital y el fascismo para señalar a la disidencia y aplicar macro-redadas, torturas y persecución.
El camino recorrido hasta ahora por la juventud vasca combativa, un camino lleno de sacrificio, honestidad y lucha desprendida por los y las de abajo, ha sido válido y nada de lo que arrepentirse sino una de las guías de cara al futuro para no perder el norte.
Si algún día este país alcanza la liberación, desprendiéndose del legado de terror del estado español y francés, y estaría en mis manos seleccionar un himno nacional, primero diría que no nos hace falta tal cosa, pero en el caso de insistencia no dudaría cuál debiera ser. El himno de la juventud vasca.