Se fue hace un mes al Dombás a luchar por la independencia de Donetsk y Lugansk. Lo dejó todo para echarse un fusil al hombro y quiere rememorar así a las Brigadas Internacionales que batallaron en la Guerra Civil en el bando republicano
Es pamplonés, tiene 24 años y una vida, a estas alturas, cuando menos inquieta. Dice Félix (nombre ficticio) que merece la pena lo que está haciendo, que al menos para él, para la satisfacción de sus ideales lo merece. Lleva más de un mes en el sureste ucraniano y no ha ido allí a verlas venir, a contar batallitas de guerra. Ha ido a la guerra armado y con todas las consecuencias, de las que suponemos es consciente.
Contactar con él requiere un máster en nuevas tecnologías de la comunicación. Quiere confidencialidad, que nadie fuera de su entorno sepa más de la cuenta, y ni mucho menos que esta entrevista le cueste un disgusto. Así que escribe mensajes de respuesta en un formato de WhatsApp a las preguntas que se le hacen de igual forma. Afirma que dejó un trabajo en la capital navarra para coger el fusil y plantarse en Donetsk. Se define republicano y de izquierdas, a secas, y no quiere que se le relaciones más que con sus propias ideas. Cuando llegó, el batallón Vostok (Oriental) le hizo de cicerone durante dos semanas. Ahora se encuentra integrado en el batallón Prizrak (Fantasma), que dirige el comandante Mozgovoi. No es poca cosa, son la elite de las fuerzas especiales de Novorossia, la unión de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, situadas en territorio ucraniano y a apenas 100 kilómetros de la frontera rusa. Solo quieren una cosa: decidir su independencia.
¿De dónde surge su inquietud por la lucha Ucrania-Rusia?
‑Mi inquietud surge en base a mis ideales y a fuerza de ver que el gobierno de Kiev (capital de Ucrania), fascista o nazi como prefieras llamarlo, hace lo que hace solo para agradar al imperialismo americano, entre otras muchas cosas.
¿Con quién ha viajado? ¿Entiendo que forman parte de una organización ya asentada allí?
‑Viajé acompañado de una persona. Entré por Rusia y luego accedí a Novorossia para así no tener que atravesar líneas enemigas sin correr peligro. Más allá de mis ideales o convicciones políticas afines a algún partido, no vengo en representación ni enviado por nadie. Estoy aquí por decisión personal.
¿Existe una red de españoles a favor del movimiento prorruso o de los independentistas?
‑Estamos ya unos cuantos que procedemos de España y casi cada día llega más gente de diferentes sitios e ideologías. No estoy muy de acuerdo con usar el término prorruso, en mi opinión sería mejor llamarlo Frente Popular de Novorossia, ya que aquí es la propia gente de la calle la que está luchando.
¿Cómo emprende el viaje? ¿Cuándo y por qué decide ir allí?
‑Contacté con ellos meses atrás. La verdad que la manera de venir no ha sido muy difícil ya que es bastante sencillo buscar a través de Internet a españoles que ya hubieran estado aquí y ponerse en contacto con las propias milicias a través de la red.
¿Qué le llevó a moverse para coger las armas?
‑Esa respuesta es fácil. Para mí, se trata de luchar por las libertades de unas personas. Creo que es muy importante matizar que el nuevo gobierno de Kiev no ha sido elegido democráticamente, ni dejaron que lo fuera, y por eso atacan al pueblo de Novorossia porque no quieren que este tenga la capacidad de elegir su destino.
Alguno de los que han marchado como usted a combatir en aquel lugar, recuerdan la labor de las Brigadas Internacionales que vinieron a luchar en la Guerra Civil en el bando republicano.
‑Es que creo que la situación que se dio entonces en España es la misma que ocurre ahora en Ucrania. Se trata de un golpe de Estado dado por un gobierno fascista. Como en su momentos las brigadas siempre estuvieron ahí luchando, creo que ahora es el momento perfecto para devolver ese favor.
¿Considera que la información que surge del conflicto es adecuada y veraz?
‑La información que se publica de aquí en muchos medios no podía ser más falsa.
¿Qué situación se ha encontrado al llegar allí?
‑Me he encontrado un país en guerra y en el cual, todo el mundo, idependientemente de su ideología, luchan primero por la liberación del Dombás y luego por crear un país socialista, algo que jamás se ha visto en otros lados.
¿Qué tipo de vida hace allí?
– La vida que hacemos es muy similar a que se lleva a cabo en un acuartelamiento normal y corriente, aunque en pocos días nos dirigiremos al frente. Lo que hacemos aquí es un entrenamiento extremo en el cual recibimos entrenamiento de diferentes personas de distintas fuerzas especiales del mundo.
¿Qué es lo que le ha sorprendido de aquello?
‑Con la información que llevaba era fácil que me convenciera todavía más de lo que ya sabía y me reafirmara en ello. Así ha sido. Lo que yo percibo es que estamos luchando por la liberación de un pueblo de las garras de los gobiernos opresores, de Kiev y de Estados Unidos, en una lucha contra los imperialismos y que trata de crear un país socialista.
¿Había cogido antes armas o había recibido algún tipo de entrenamiento militar para ello?
‑Digamos que sí, que ya había tenido la posibilidad de estar en contacto con las armas pero no quiero decir dónde. De todas formas, las armas de aquí son diferentes pero son incluso más fáciles de usar y de montar y desmontar. De hecho, en dos días ya eres capaz de montarla con los ojos cerrados. Te entrenan para ello, para que en cualquier situación con visión o sin ella puedas llegar a montar tu arma. El entrenamiento es el mejor que podría recibir porque me encuentro en las fuerzas especiales de Novorrosia, en unas instalaciones no perfectas pero bastante buenas para estar en guerra el país.
¿Tiene ganas de quedarse?
‑Por ahora tengo ganas de quedarme aquí un tiempo. Se respira un espíritu muy combativo y eso me gusta, y más cuando es por el bien de una sociedad y esa sociedad quiere avanzar.
Volver a casa no me lo planteo por ahora.
¿Se va a resolver ese conflicto?
‑El conflicto se va resolver en cuanto el pueblo del Dombás (la región del sudeste ucraniano en la que se incluye Donetsk) libere su territorio y el señor Poroshenko (presidente de Ucrania desde junio) se dé cuenta de que ya no puede hacer nada porque el pueblo ya ha decidido que quiere su independencia.
¿Cuándo se resolverá?
‑Antes de lo que se espera más de uno.
¿Cómo vive la población civil una situación de guerra como esta?
‑Como es lógico se vive con miedo, ya que no se trata de un ejército el que les defiende sino que son sus propias familias. En nuestros casos, al ser extranjeros, la gente nos cuida muy bien y da las gracias por ir a ayudarles.
¿En qué estado se halla el conflicto? ¿Es real el alto el fuego, tiene efectos prácticos?
‑La tregua es muy falsa, apenas duró unas horas. Cuando a la gente de aquí le dices que hay un alto el fuego se ríe, porque Kiev no la cumple y cuando cae fuego bajo las milicias, ellas son obligadas a responder para no caer sin hacer nada. No hay ningún efecto práctico porque los políticos de Kiev firman basura y cuando digo basura es porque, a efectos prácticos, el Ejército hace lo contrario.
Esta elección que ha tomado, de marcharse allí para coger un fusil, ¿era su mejor manera de ayudar?
‑Desde mi casa no iba a hacer nada. En caso de que fuéramos a manifestarnos, tampoco, puesto que el gobierno que tenemos en España es uno de los países que subvenciona al gobierno de Kiev, así que la única solución que veía era tomar las armas y enfrentarnos a Ucrania. De paso, con el hecho de tomar las armas también le estamos diciendo que se joda al gobierno español, porque no estamos de acuerdo con la posición que ha tomado.
¿Qué es Novorossia? ¿Es partidario de una soberanía rusa sobre la región?
‑Me encuentro con la brigada de las fuerzas especiales de Novorossia, que defiende la independencia de los dos territorios, tanto de Donetsk como de Lugansk. No estamos a favor de la soberanía rusa, simplemente porque estamos a favor de la independencia.
¿Quién les financia? ¿Se encuentra con extranjeros en lucha en la misma brigada?
‑A mí nadie me financia nada. Yo he venido de forma voluntaria y no gano ni un céntimo por ello. Solo gano la satisfacción de saber que hago algo bueno por un pueblo y con eso me basta. Si la pregunta hace referencia a quién financia la brigada, no lo sé porque yo soy uno más entre muchos. No soy ningún mando, así que como soldado que soy no hago preguntas. Yo sé que tengo un fusil, entre otras cosas, y sé que será utilizado para liberar a un pueblo. Y sí, aquí hay gente de otros países, de muy diversa procedencia, estoy con más españoles y hay además brasileños, rusos, franceses, entre otros.
Como puedes ver hay un poco de todo.
¿Se puede recrudecer la situación en invierno por la falta de suministros como el gas?
‑Si se refiere a lo que es la población civil será algo más dura de lo habitual, pero las minas ya se han reabierto y cubrirán las necesidades de la población a base de carbón.
Lo que es en términos estrictamente militares, digamos que nos beneficia porque por temas de climatología habrá un montón de vehículos que Kiev no podrá usar y toda la lucha se tendrá que realizar a base de infantería. En esa situación, nuestra infantería es más fuerte y está mejor preparada.
¿La mejor manera de defender y proteger los intereses de la región del Dombás es la lucha armada? ¿En qué casos defiende la violencia?
‑Desde luego que primero debe anteponerse el diálogo, pero cuando este deja de existir porque el Gobierno mata a su población solo por no pensar igual, de manera uniforme, entonces sí creo que la lucha armada es la única cosa factible.
La población civil opina como usted, aprueba o respalda su presencia en la zona y la lucha por la independencia.
‑Creo que en Novorossia, el 90% o 95% de la población está a favor de la independencia antes que de fusionarse con Rusia, aunque ellos hablen ruso y muchos de ellos se sientan rusos.
¿Por qué es tan importante la región del Dombás?
‑El Dombás es el centro de la resistencia de la gente que no opina igual, es como ese pequeño lugar de descanso para esas personas con ideología diferente a la del gobierno.
¿Cómo se comunica con el resto de integrantes de la brigada?
‑No hablo ruso. En la brigada en la que nos encontramos hay gente que procede de muchos países. Depende de lo que estemos haciendo, usamos un idioma u otro. Para hacer al enemigo más difícil el entendernos, poco a poco estamos aprendiendo varios idiomas a la vez, no con la finalidad de usarlos de manera habitual, sino con el objetivo de entender las órdenes que se dan.
¿Teme que si la comunidad internacional toma cartas en el asunto, el objetivo de su lucha y la independencia de la zona corra peligro?
‑La comunidad internacional ya toma cartas en el asunto. Otra cosa es que a los medios de comunicación no les interesa hacerlo público. Te podría decir claramente que el Gobierno de Kiev cuenta con entrenadores militares procedentes de Estados Unidos, que ese país da armas, dinero y prepara batallones para Kiev y que incluso España suministra materiales de forma gratuita y si es caro se los vende.
¿Qué conocimiento ha tenido del derribo del avión de Malaysian Airlines procedente de Holanda y en el que fallecieron casi tres centenares de inocentes?
‑Ese derribo fue realizado por Kiev. No tengo ninguna prueba de ello, eso es cierto, solo tengo la opinión de la gente con la que estoy, y estoy 100% seguro de ello. La verdad es que en toda guerra se producen víctimas inocentes que no se merecen morir, pero en este caso el Gobierno de Kiev decidió destruir ese avión para pedir la ayuda internacional con la cosa de cargarnos a nosotros el muerto. Así podían argumentar que nosotros estábamos descontrolados, cosa que no es así, porque somos menos milicianos, tenemos menos recursos para combatir pero aún así les estamos ganando terreno. Para cuando ellos consiguen una baja, nosotros hemos hecho diez por no decir más.
Es pamplonés, tiene 24 años y una vida, a estas alturas, cuando menos inquieta. Dice Félix (nombre ficticio) que merece la pena lo que está haciendo, que al menos para él, para la satisfacción de sus ideales lo merece. Lleva más de un mes en el sureste ucraniano y no ha ido allí a verlas venir, a contar batallitas de guerra. Ha ido a la guerra armado y con todas las consecuencias, de las que suponemos es consciente.
Contactar con él requiere un máster en nuevas tecnologías de la comunicación. Quiere confidencialidad, que nadie fuera de su entorno sepa más de la cuenta, y ni mucho menos que esta entrevista le cueste un disgusto. Así que escribe mensajes de respuesta en un formato de WhatsApp a las preguntas que se le hacen de igual forma. Afirma que dejó un trabajo en la capital navarra para coger el fusil y plantarse en Donetsk. Se define republicano y de izquierdas, a secas, y no quiere que se le relaciones más que con sus propias ideas. Cuando llegó, el batallón Vostok (Oriental) le hizo de cicerone durante dos semanas. Ahora se encuentra integrado en el batallón Prizrak (Fantasma), que dirige el comandante Mozgovoi. No es poca cosa, son la elite de las fuerzas especiales de Novorossia, la unión de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, situadas en territorio ucraniano y a apenas 100 kilómetros de la frontera rusa. Solo quieren una cosa: decidir su independencia.
¿De dónde surge su inquietud por la lucha Ucrania-Rusia?
‑Mi inquietud surge en base a mis ideales y a fuerza de ver que el gobierno de Kiev (capital de Ucrania), fascista o nazi como prefieras llamarlo, hace lo que hace solo para agradar al imperialismo americano, entre otras muchas cosas.
¿Con quién ha viajado? ¿Entiendo que forman parte de una organización ya asentada allí?
‑Viajé acompañado de una persona. Entré por Rusia y luego accedí a Novorossia para así no tener que atravesar líneas enemigas sin correr peligro. Más allá de mis ideales o convicciones políticas afines a algún partido, no vengo en representación ni enviado por nadie. Estoy aquí por decisión personal.
¿Existe una red de españoles a favor del movimiento prorruso o de los independentistas?
‑Estamos ya unos cuantos que procedemos de España y casi cada día llega más gente de diferentes sitios e ideologías. No estoy muy de acuerdo con usar el término prorruso, en mi opinión sería mejor llamarlo Frente Popular de Novorossia, ya que aquí es la propia gente de la calle la que está luchando.
¿Cómo emprende el viaje? ¿Cuándo y por qué decide ir allí?
‑Contacté con ellos meses atrás. La verdad que la manera de venir no ha sido muy difícil ya que es bastante sencillo buscar a través de Internet a españoles que ya hubieran estado aquí y ponerse en contacto con las propias milicias a través de la red.
¿Qué le llevó a moverse para coger las armas?
‑Esa respuesta es fácil. Para mí, se trata de luchar por las libertades de unas personas. Creo que es muy importante matizar que el nuevo gobierno de Kiev no ha sido elegido democráticamente, ni dejaron que lo fuera, y por eso atacan al pueblo de Novorossia porque no quieren que este tenga la capacidad de elegir su destino.
Alguno de los que han marchado como usted a combatir en aquel lugar, recuerdan la labor de las Brigadas Internacionales que vinieron a luchar en la Guerra Civil en el bando republicano.
‑Es que creo que la situación que se dio entonces en España es la misma que ocurre ahora en Ucrania. Se trata de un golpe de Estado dado por un gobierno fascista. Como en su momentos las brigadas siempre estuvieron ahí luchando, creo que ahora es el momento perfecto para devolver ese favor.
¿Considera que la información que surge del conflicto es adecuada y veraz?
‑La información que se publica de aquí en muchos medios no podía ser más falsa.
¿Qué situación se ha encontrado al llegar allí?
‑Me he encontrado un país en guerra y en el cual, todo el mundo, idependientemente de su ideología, luchan primero por la liberación del Dombás y luego por crear un país socialista, algo que jamás se ha visto en otros lados.
¿Qué tipo de vida hace allí?
– La vida que hacemos es muy similar a que se lleva a cabo en un acuartelamiento normal y corriente, aunque en pocos días nos dirigiremos al frente. Lo que hacemos aquí es un entrenamiento extremo en el cual recibimos entrenamiento de diferentes personas de distintas fuerzas especiales del mundo.
¿Qué es lo que le ha sorprendido de aquello?
‑Con la información que llevaba era fácil que me convenciera todavía más de lo que ya sabía y me reafirmara en ello. Así ha sido. Lo que yo percibo es que estamos luchando por la liberación de un pueblo de las garras de los gobiernos opresores, de Kiev y de Estados Unidos, en una lucha contra los imperialismos y que trata de crear un país socialista.
¿Había cogido antes armas o había recibido algún tipo de entrenamiento militar para ello?
‑Digamos que sí, que ya había tenido la posibilidad de estar en contacto con las armas pero no quiero decir dónde. De todas formas, las armas de aquí son diferentes pero son incluso más fáciles de usar y de montar y desmontar. De hecho, en dos días ya eres capaz de montarla con los ojos cerrados. Te entrenan para ello, para que en cualquier situación con visión o sin ella puedas llegar a montar tu arma. El entrenamiento es el mejor que podría recibir porque me encuentro en las fuerzas especiales de Novorrosia, en unas instalaciones no perfectas pero bastante buenas para estar en guerra el país.
¿Tiene ganas de quedarse?
‑Por ahora tengo ganas de quedarme aquí un tiempo. Se respira un espíritu muy combativo y eso me gusta, y más cuando es por el bien de una sociedad y esa sociedad quiere avanzar.
Volver a casa no me lo planteo por ahora.
¿Se va a resolver ese conflicto?
‑El conflicto se va resolver en cuanto el pueblo del Dombás (la región del sudeste ucraniano en la que se incluye Donetsk) libere su territorio y el señor Poroshenko (presidente de Ucrania desde junio) se dé cuenta de que ya no puede hacer nada porque el pueblo ya ha decidido que quiere su independencia.
¿Cuándo se resolverá?
‑Antes de lo que se espera más de uno.
¿Cómo vive la población civil una situación de guerra como esta?
‑Como es lógico se vive con miedo, ya que no se trata de un ejército el que les defiende sino que son sus propias familias. En nuestros casos, al ser extranjeros, la gente nos cuida muy bien y da las gracias por ir a ayudarles.
¿En qué estado se halla el conflicto? ¿Es real el alto el fuego, tiene efectos prácticos?
‑La tregua es muy falsa, apenas duró unas horas. Cuando a la gente de aquí le dices que hay un alto el fuego se ríe, porque Kiev no la cumple y cuando cae fuego bajo las milicias, ellas son obligadas a responder para no caer sin hacer nada. No hay ningún efecto práctico porque los políticos de Kiev firman basura y cuando digo basura es porque, a efectos prácticos, el Ejército hace lo contrario.
Esta elección que ha tomado, de marcharse allí para coger un fusil, ¿era su mejor manera de ayudar?
‑Desde mi casa no iba a hacer nada. En caso de que fuéramos a manifestarnos, tampoco, puesto que el gobierno que tenemos en España es uno de los países que subvenciona al gobierno de Kiev, así que la única solución que veía era tomar las armas y enfrentarnos a Ucrania. De paso, con el hecho de tomar las armas también le estamos diciendo que se joda al gobierno español, porque no estamos de acuerdo con la posición que ha tomado.
¿Qué es Novorossia? ¿Es partidario de una soberanía rusa sobre la región?
‑Me encuentro con la brigada de las fuerzas especiales de Novorossia, que defiende la independencia de los dos territorios, tanto de Donetsk como de Lugansk. No estamos a favor de la soberanía rusa, simplemente porque estamos a favor de la independencia.
¿Quién les financia? ¿Se encuentra con extranjeros en lucha en la misma brigada?
‑A mí nadie me financia nada. Yo he venido de forma voluntaria y no gano ni un céntimo por ello. Solo gano la satisfacción de saber que hago algo bueno por un pueblo y con eso me basta. Si la pregunta hace referencia a quién financia la brigada, no lo sé porque yo soy uno más entre muchos. No soy ningún mando, así que como soldado que soy no hago preguntas. Yo sé que tengo un fusil, entre otras cosas, y sé que será utilizado para liberar a un pueblo. Y sí, aquí hay gente de otros países, de muy diversa procedencia, estoy con más españoles y hay además brasileños, rusos, franceses, entre otros.
Como puedes ver hay un poco de todo.
¿Se puede recrudecer la situación en invierno por la falta de suministros como el gas?
‑Si se refiere a lo que es la población civil será algo más dura de lo habitual, pero las minas ya se han reabierto y cubrirán las necesidades de la población a base de carbón.
Lo que es en términos estrictamente militares, digamos que nos beneficia porque por temas de climatología habrá un montón de vehículos que Kiev no podrá usar y toda la lucha se tendrá que realizar a base de infantería. En esa situación, nuestra infantería es más fuerte y está mejor preparada.
¿La mejor manera de defender y proteger los intereses de la región del Dombás es la lucha armada? ¿En qué casos defiende la violencia?
‑Desde luego que primero debe anteponerse el diálogo, pero cuando este deja de existir porque el Gobierno mata a su población solo por no pensar igual, de manera uniforme, entonces sí creo que la lucha armada es la única cosa factible.
La población civil opina como usted, aprueba o respalda su presencia en la zona y la lucha por la independencia.
‑Creo que en Novorossia, el 90% o 95% de la población está a favor de la independencia antes que de fusionarse con Rusia, aunque ellos hablen ruso y muchos de ellos se sientan rusos.
¿Por qué es tan importante la región del Dombás?
‑El Dombás es el centro de la resistencia de la gente que no opina igual, es como ese pequeño lugar de descanso para esas personas con ideología diferente a la del gobierno.
¿Cómo se comunica con el resto de integrantes de la brigada?
‑No hablo ruso. En la brigada en la que nos encontramos hay gente que procede de muchos países. Depende de lo que estemos haciendo, usamos un idioma u otro. Para hacer al enemigo más difícil el entendernos, poco a poco estamos aprendiendo varios idiomas a la vez, no con la finalidad de usarlos de manera habitual, sino con el objetivo de entender las órdenes que se dan.
¿Teme que si la comunidad internacional toma cartas en el asunto, el objetivo de su lucha y la independencia de la zona corra peligro?
‑La comunidad internacional ya toma cartas en el asunto. Otra cosa es que a los medios de comunicación no les interesa hacerlo público. Te podría decir claramente que el Gobierno de Kiev cuenta con entrenadores militares procedentes de Estados Unidos, que ese país da armas, dinero y prepara batallones para Kiev y que incluso España suministra materiales de forma gratuita y si es caro se los vende.
¿Qué conocimiento ha tenido del derribo del avión de Malaysian Airlines procedente de Holanda y en el que fallecieron casi tres centenares de inocentes?
‑Ese derribo fue realizado por Kiev. No tengo ninguna prueba de ello, eso es cierto, solo tengo la opinión de la gente con la que estoy, y estoy 100% seguro de ello. La verdad es que en toda guerra se producen víctimas inocentes que no se merecen morir, pero en este caso el Gobierno de Kiev decidió destruir ese avión para pedir la ayuda internacional con la cosa de cargarnos a nosotros el muerto. Así podían argumentar que nosotros estábamos descontrolados, cosa que no es así, porque somos menos milicianos, tenemos menos recursos para combatir pero aún así les estamos ganando terreno. Para cuando ellos consiguen una baja, nosotros hemos hecho diez por no decir más.