La mayo­ría de los ale­ma­nes del Este año­ra el socialismo

Las pro­tes­tas socia­les con­tra los recor­tes en las pres­ta­cio­nes del segu­ro de paro y las refor­mas del mer­ca­do labo­ral han pro­vo­ca­do un efec­to cata­li­za­dor de los resen­ti­mien­tos acu­mu­la­dos en los Esta­dos fede­ra­dos del este de Ale­ma­nia, la anti­gua Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca Ale­ma­na (RDA). Una mayo­ría de ale­ma­nes del Este está des­con­ten­ta con el fun­cio­na­mien­to de la demo­cra­cia en Ale­ma­nia y un 76% pien­sa que “el socia­lis­mo es una idea bue­na que ha sido mal apli­ca­da”, según un infor­me de la Ofi­ci­na Fede­ral de Estadística.

Miles de ciu­da­da­nos se mani­fies­tan cada lunes en el este de Ale­ma­nia para pro­tes­tar con­tra los pla­nes de refor­mas del Gobierno de coa­li­ción de socia­lis­tas y dere­cha. Mani­fes­tan­tes enfu­re­ci­dos reci­ben a la can­ci­ller ale­ma­na con cor­tes de man­ga y lan­za­mien­to de hue­vos y pie­dras. En Bran­de­bur­go el Par­ti­do del Socia­lis­mo Demo­crá­ti­co (PDS), el par­ti­do sur­gi­do de los comu­nis­tas obtie­nen cada vez más votos, acer­cán­do­se a por­cen­ta­jes de victoria.

Un infor­me de la ofi­cial Ofi­ci­na Fede­ral de Esta­dís­ti­ca publi­ca­do estos días cons­ta­ta que las dos par­tes de Ale­ma­nia des­de la uni­fi­ca­ción en 1990 “están inte­gra­das en un orden social común, pero hay nume­ro­sos indi­cios que mues­tran que los ciu­da­da­nos de los vie­jos [Repú­bli­ca Fede­ral de Ale­ma­nia] y los nue­vos Esta­dos cons­ti­tu­yen comu­ni­da­des polí­ti­cas sepa­ra­das con dife­ren­tes pre­fe­ren­cias de valores”.

La afir­ma­ción “La demo­cra­cia es la mejor for­ma de Esta­do” la aprue­ba un 80% de los ale­ma­nes del oes­te, pero sólo el 49% de los del Este. La satis­fac­ción con el fun­cio­na­mien­to de la demo­cra­cia regis­tra tam­bién gran­des dife­ren­cias: un 63% en el Oes­te está con­ten­to y sólo un 39% en el Este.

La fra­se “El socia­lis­mo es una idea bue­na sólo que ha sido mal apli­ca­da” la corro­bo­ra un 51% de los ale­ma­nes del Oes­te y un 76% de los del Este.

En una nue­va encues­ta, más de la mitad de los anti­guos ale­ma­nes orien­ta­les defien­den la anti­gua RDA

Según repor­ta­je de la revis­ta ale­ma­na Spie­gel, cada vez son más los jóve­nes que defien­den el mode­lo socia­lis­ta de la anti­gua Ale­ma­nia del este que, sin embar­go, temen decir­lo en públi­co, por “estar mal vis­to” en occidente.

La vida de Bir­ger, un nati­vo del esta­do de Mec­klem­bur­go-Pome­ra­nia Occi­den­tal en el nores­te de Ale­ma­nia, podría leer como una his­to­ria de éxi­to de todos los ale­ma­nes. El Muro de Ber­lín cayó cuan­do tenía 10. Des­pués de gra­duar­se de la escue­la secun­da­ria, estu­dió eco­no­mía y admi­nis­tra­ción de empre­sas en Ham­bur­go, vivió en la India y Áfri­ca del Sur, y, final­men­te, con­si­guió un tra­ba­jo en una empre­sa en la ciu­dad occi­den­tal ale­ma­na de Duis­burg. Hoy Birger,con 30 años, está pla­nean­do un via­je en vele­ro por el Medi­te­rrá­neo. Él no está uti­li­zan­do su ver­da­de­ro nom­bre para esta his­to­ria, por­que no quie­re que se le aso­cie con la anti­gua Ale­ma­nia del Este, que él ve como “una eti­que­ta con con­no­ta­cio­nes negativas.”

Y, sin embar­go Bir­ger está sen­ta­do en un café de Ham­bur­go, defen­dien­do al ex país socia­lis­ta. “La mayo­ría de los ciu­da­da­nos de Ale­ma­nia Orien­tal tenían una bue­na vida”, dice.”Desde lue­go, no creo que sea mejor aquí.” Por “aquí”, sig­ni­fi­ca la reuni­fi­ca­ción de Ale­ma­nia, que se some­te a las com­pa­ra­cio­nes cuestionables.

“En el pasa­do no era la Sta­si como la pin­tan, pero hoy, el minis­tro del Inte­rior ale­mán reco­pi­la infor­ma­ción acer­ca de noso­tros.” En opi­nión de Bir­ger, no hay nin­gu­na dife­ren­cia fun­da­men­tal entre el socia­lis­mo, es decir, la ausen­cia de una demo­cra­cia for­mal al esti­lo occi­den­tal, y la liber­tad. “Las per­so­nas que viven en la línea de la pobre­za hoy en día tam­bién care­cen de la liber­tad de via­jar, por ejemplo.”

Hoy, muchos años des­pués de la caí­da del Muro de Ber­lín, una mayo­ría abso­lu­ta, de los ale­ma­nes orien­ta­les defien­den la anti­gua Ale­ma­nia del Este. “La RDA tuvo más bue­nas que malas caras late­ra­les. Hubo algu­nos pro­ble­mas, pero la vida era bue­na,” ase­gu­ran el 49 por cien­to de los encuestados.

Bir­ger no es de nin­gu­na mane­ra un hom­bre joven sin edu­ca­ción. Él no es un fan de lo que se carac­te­ri­za como nos­tal­gia por la anti­gua Ale­ma­nia del Este. “No he eri­gi­do un san­tua­rio para los pepi­ni­llos Spree­wald en mi casa”, dice, refi­rién­do­se a un ape­ri­ti­vo que era par­te de la iden­ti­dad de Ale­ma­nia del Este. Sin embar­go, se apre­su­ra a dis­cu­tir con aque­llos que cri­ti­can el lugar de sus padres lla­ma­do hogar: “No se pue­de decir que la RDA era un esta­do ile­gí­ti­mo, y que todo está bien en la actua­li­dad.”. No es cierto.

“Una nue­va for­ma de Ostal­gie (nos­tal­gia de la anti­gua RDA) ha toma­do for­ma “, dice el his­to­ria­dor Ste­fan Wolle. “El anhe­lo por el mun­do ideal del socia­lis­mo va mucho más allá de los ex fun­cio­na­rios del gobierno.” Inclu­so las per­so­nas jóve­nes que no tenían casi nin­gu­na expe­rien­cia con la RDA la idea­li­zan hoy. ” Es el valor de su pro­pia his­to­ria la que está en jue­go”, dice Wolle.

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