El Gobierno de Lakua tiene realizado el Estudio de Impacto Ambiental para la perforación de los dos primeros sondeos exploratorios de fracking (Enara‑1 y Enara‑2) y está a la espera del momento oportuno para someterlo a información pública y remitirlo al Ministerio para obtener la Declaración de Impacto Ambiental necesaria. Uno de sus socios en estas tareas, la empresa Petrichor Euskadi, anuncia que se planean perforar los primeros pozos en 2015.
Mientras el pasado martes el Consejo de Gobierno informaba favorablemente sobre el proyecto de Ley de la Iniciativa Legislativa Popular contra el fracking para su debate en el Parlamento, la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi SA (SHESA), propiedad del Ejecutivo de Lakua, prevé que en 2015 pueda estar todo preparado para iniciar los dos primeros sondeos exploratorios (Enara‑1 y Enara‑2) en las cercanías de Gasteiz.
SHESA es la operadora de este permiso para el proyecto Gran Enara. La empresa pública tiene el 44%, mientras el 36% corresponde a Petrichor Euskadi (de la multinacional estadounidense Heyco, que Patxi López visitó en Texas en 2011) y el 26% restante es de Cambria Europe (del grupo norteamericano True Oil).
El Gobierno de Patxi López preveía haber iniciado la perforación de los pozos Enara‑1 y Enara‑2 a lo largo de 2012 y desde setiembre de ese año estaba realizada una Memoria Ambiental del Proyecto. De hecho, en el presupuesto de ese año se contemplaban 33,4 millones de euros para estos trabajos.
Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente español decidió que los proyectos de los pozos debían someterse al procedimiento de impacto ambiental con trámite de información pública, lo que supuso un parón en la intención gubernativa inicial.
Estudio realizado y ocultado
En la última Memoria de año cerrado de la Sociedad de Hidrocarburo de Euskadi se recoge textualmente que «durante el Ejercicio 2013 se ha realizado el Estudio de Impacto Ambiental para la perforación de los sondeos exploratorios “Enara 1′ y “Enara 2′».
La previsión inicial era que dicho estudio se presentara públicamente el pasado mes de marzo, y así se recoge también en la citada memoria. El objetivo final era que el Ministerio de Medio Ambiente concediera la Declaración de Impacto Ambiental a principios de 2015.
Sin embargo, el Ejecutivo autonómico no se ha decidido todavía a sacar ese Estudio a información pública, quizá consciente de la gran oposición existente al fracking, sobre todo en Araba, y al coste que demostrar que sigue adelante con sus proyectos de pozos podría tener en las próximas elecciones municipales y forales de mayo.
El parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu pidió la remisión del Estudio a la Cámara, a lo que el Departamento de Arantza Tapia se ha negado, alegando que hasta que no alcance el trámite de información pública no puede darse por definitivo.
En el proyecto de presupuestos de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi SA para el próximo ejercicio, se recoge que la documentación del Estudio de Impacto Ambiental está finalizada, y que lo que ha realizado durante 2014 son otros estudios complementarios. La previsión para 2015 es presentar el Estudio y esperar a la resolución de la Declaración de Impacto Ambiental por parte del Ministerio para iniciar los sondeos.
Según se recoge en la página web de Petrichor Euskadi, «el operador, Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, planea perforar el primero de varios pozos en 2015».
«Ni exploracion, ni explotación» con coletilla
En la campaña de las autonómicas, el hoy lehendakari, Iñigo Urkullu, escribió en su blog un artículo con el contundente titular de «Nuestra postura sobre el ‑fracking-: ni explotación ni exploración». Pero yendo al texto se observa que tan contundente declaración tenía una coletilla condicionante, «…si no garantiza el cumplimiento de la normativa medioambiental y si no respeta los rigurosos estándares de protección de los bienes ambientales, singularmente, de los acuíferos subterráneos y sus zonas de recarga y los espacios de la Red Natura 2000».
50 MILLONES. En los últimos presupuestos de SHESA no se detalla el coste de de Enara‑1 y Enara‑2, pero según un lobby patrocinado entre otros por Hayco, la inversión prevista en al primera fase de investigación es de 50 millones de euros.