El lunes, el 10 de noviembre, los expertos holandeses, tenían que haber comenzado a recoger los restos del “Boeing “ de Malasia cerca de la ciudad de Torez para llevarlos a los Países Bajos. Sin embargo, como informan los corresponsales de “KP”, esto no sucedió porque la parte ucraniana volvió a bombardear el territorio donde estos restos se encuentran.
El bombardeo comenzó el domingo por la noche y continuó hasta el lunes por la tarde, cuando los reporteros llegaron a la escena del accidente. Los proyectiles caían justo en la zona de la ubicación de los restos del avión.
Como se ha señalado por los testigos del bombardeo, en la zona del accidente aéreo no hay milicianos, excepto unos pequeños puestos de control. Uno tiene la impresión de que Kiev intencionalmente organiza estos ataques para poner la vida de los especialistas en peligro y lo más importante con el fin de impedir la investigación y ocultar la verdad sobre lo sucedido porque puede ser muy peligrosa para las autoridades de Ucrania.
El pueblo de Grabovo es el más cercano al lugar de la tragedia. Es aquí donde, literalmente a diez pasos de distancia de las casas todavía se encuentran tanto los fragmentos grandes, como los pequeños del revestimiento. Los chatarreros no se acercan a ellos, porque las autoridades locales han prohibido terminantemente de tocar nada.
De Grabovo la línea de la caída de los restos del avión se extiende durante 15 kilómetros y pasa por los bosques y plantaciones forestales. Así que todavía no han sido encontrados todos los cuerpos de los pasajeros del “Boeing”