Algunos analistas opinan que los recientes avances del Estado Islámico en Oriente Medio benefician a la oligarquía mundial y, en particular, a EE.UU. por una simple razón: el petróleo.
Un representante de la delegación iraquí en la conferencia sobre la Represión de la Financiación del Terrorismo informó el pasado domingo que los militantes del grupo terrorista invaden cada vez más territorios en la provincia iraquí de Kirkuk, rica en petróleo, y que ya se han apoderado de varios campos petrolíferos, informó RIA Novosti.
“Se han apoderado de uno de los primeros yacimientos en Irak en ser descubierto”, indicó Muwafaq Taha Izz al-Din Al-Houri que es también director del Servicio de la Deuda Externa del Ministerio de Finanzas de Irak.
Según sus palabras, recientemente aparecieron varias informaciones de que el Estado Islámico vende el petróleo iraquí en el mercado negro a un precio de 20 dólares por barril.
El analista independiente Serguéi Koliásnikov considera que EE.UU. está dispuesto a tolerar “fácilmente cualquier número de muertes” causadas por el EI por petróleo a 20 dólares/barril, algo que “la oligarquía mundial está lista para apoyar”.
A finales de octubre, expertos de la consultora IHS Inc. evaluaron que la cantidad del crudo que el Estado Islámico extrae de los yacimientos petrolíferos ocupados de Siria y el norte de Irak asciende a unos 350.000 barriles al día.
A pesar de que el grupo yihadista lo vende por debajo del precio en el mercado mundial, el contrabando les proporciona ganancias de unos 800 millones de dólares anuales