“Eres canto, belleza y misterio, fina melodía que brota entre la
naciente primavera, pero también eres libertad, espada y trinchera”.
Cuanto quisiera yo abrazarlas a todas, a las estudiantes, a las amas de casa, a las viudas y huérfanas que ha dejado este largo conflicto social y armado, a aquellas mujeres inéditas que viven el presente y construyen el futuro en difíciles condiciones, a la madre de los soldados y de la guerrillerada que lloran a sus hijos e hijas en la incertidumbre de la guerra; a las guerrilleras que con su sensibilidad y belleza, le ponen un toque mágico de dulzura a esta confrontación, a todas hoy, va mi saludo y con el mío, el de todos los guerrilleros y guerrilleras del Bloque Iván Ríos de las FARC-EP.
Quiero decirles que el futuro es de ustedes y como parteras de la vida misma, deben también contribuir a la construcción de la paz que Colombia necesita. Desde la insurgencia venimos creando espacios de igualdad y equidad de género, para que entre todas las personas, echemos la historia a andar por una patria amable, soberana y con justicia social.
Me gusta verlas empujando proyectos y realidades, rechazando esquemas y entramados infundados en exclusiones violentas, que hacen de las mujeres objetos del mercado, con singular acento. La historia nos ha demostrado que el papel de las mujeres ha sido fundamental en la transformación de la sociedad, contribuyendo a la lucha por una verdadera alternativa popular, en consecuencia su protagonismo debe erigirse como el más alto peñasco de los Andes.
Me parece muy importante el trabajo en la página web de las Mujeres Farianas, tener este espacio permite una trinchera de lucha formidable para todos y todas. Adelante, Camaradas.
Equidad de género
El hecho de incorporar la equidad de género como tema de debate en todos los escenarios donde participen distintos actores sociales, es una necesidad para el equilibrio entre las mujeres y los hombres como sujetos políticos.
Las FARC-EP, como organización revolucionaria político-militar, cuyo objetivo central es, junto al pueblo, construir un país justo, no podemos exonerarnos de participar en este importante debate.
En las filas guerrilleras, en nuestra práctica cotidiana, ya no se trata solamente de debate, sino que mujeres – y hombres, y así está estipulado en nuestro estatuto, vamos de la mano, desempeñando sencillas y complicadas tareas diarias en la construcción de la nueva sociedad. Los dos somos un complemento necesario, en una relación de camaradería, y compañerismo.
Hemos superado etapas propias del desarrollo, ¿Cómo negar que los hombres, y hasta las mismas mujeres, hayamos llevado un lastre doméstico, machista y fanfarrón, ? No podemos avergonzarnos de ello, por el contrario, son retos que nos hemos puesto y obstáculos que estamos superando en nuestra praxis revolucionaria. La exclusión es sinónimo de sectarismo y violencia, la inclusión es equidad, reconocimiento e integralidad entre seres humanos.
Nuestra organización tiene heroínas y héroes, sobre sus sacrificios están cimentadas las columnas de nuestro proyecto bolivariano. He visto hermosos rostros de mujeres ensangrentados al filo del combate y avanzando como calderas libertarias, también he visto a hombres de batalla, cambiando un pañal a un bebe, bañando y peinando a su pequeña hija. Hemos ido sistemáticamente igualando los espacios de participación de ambos sujetos, rompiendo esquemas y sin moldes predeterminados que estimulen la exclusión por el solo hecho de ser hombres o mujeres.
Género: Es una construcción social a través de la cual se asignan diferentes atributos, roles, características, normas al sexo masculino y femenino de manera diferencial, mediadas por relaciones sociales, económicas, políticas, ideológicas y culturales, orientadas al mantenimiento de esas diferencias. Es lo que significa ser hombre o mujer en un contexto determinado por la valoración que las sociedades divididas en clase han dado a las diferencias de sexo.
Equidad de género: Alude a una cuestión de justicia para lograr la igualdad real. Es la distribución justa de los recursos y del poder en la sociedad; da la posibilidad de que las mujeres y los hombres accedan con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los bienes, servicios, recursos y oportunidades de la sociedad; así como a la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida social, económica, ambiental, política, cultural y familiar.
Según las definiciones anteriores, ello presupone la integralidad total de los derechos y deberes de las personas en completa armonía entre la igualdad y la equidad de género, sin importar si es mujer u hombre. Lograr este propósito es una tarea urgente en los que debemos unir esfuerzos para rescatar el verdadero valor que tenemos todos los seres humanos en este planeta.