Hoy hace ya tres años que nuestro Comandante Alfonso Cano caía asesinado en las montañas del Cauca, en una acción cobarde del Ejército Nacional, bajo directa orientación del Presidente Juan Manuel Santos. Son ya tres los años en que los combatientes de las FARC-EP extrañamos su paso firme, su iluminador pensamiento reflexivo y su voz de mando. Pero son también tres años de reafirmación de nuestro compromiso con los ideales bolivarianos por los que el comandante Alfonso luchó hasta el final.
Se equivocaron profundamente quienes ordenaron su ejecución estando ya fuera de combate, al imaginar que con el asesinato de nuestro comandante sobrevendría un periodo de desmoralización de las filas guerrilleras. Olvidan que la perfidia de su crimen es una razón adicional para continuar la lucha y hasta entregar la vida en el combate por las transformaciones que Colombia necesita.
Alfonso Cano nos legó un compromiso vital a toda prueba con la revolución. Fue capaz de sacrificar su juventud y toda una vida de comodidades y realizaciones personales para entregarse en cuerpo y alma a la tarea que nos legaron Manuel Marulanda Vélez y Jacobo Arenas: la edificación de unas FARC-EP a la altura de las más altas aspiraciones del pueblo colombiano.
http://youtu.be/CxP6jh92d2o