Los 18 moti­vos del cam­bio de pos­tu­ra de EEUU hacia Cuba- Naza­nín Armanian

Nadie esta­ba pre­sio­nan­do a un Barak Oba­ma debi­li­ta­do y exhaus­to para que rom­pie­ra el tabú de res­ta­ble­cer rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con Cuba, lan­zán­do­se a la boca de los hal­co­nes beli­cis­tas. En este mer­ca­do de polí­ti­ca y de real­po­li­tik en el que rei­na la lógi­ca de cos­to-bene­fi­cio, el peque­ño tama­ño del mer­ca­do cubano y sus insig­ni­fi­can­tes recur­sos natu­ra­les no expli­can esta his­tó­ri­ca deci­sión de Oba­ma. Bien­ve­ni­das estas nue­ve reunio­nes en 18 meses con repre­sen­tan­te de Cuba, y lue­go la con­fe­sión de la derro­ta, del triun­fo del pue­blo cubano y todas las fuer­zas pro­gre­sis­tas del mun­do que denun­cia­ban el medio siglo de crue­les e inú­ti­les san­cio­nes, aten­ta­dos, sabo­ta­jes, y otros actos de gue­rra con­tra la Isla socia­lis­ta que se negó con­ver­tir­se en otro “esta­do fallido”.

“No pode­mos seguir hacien­do lo mis­mo y espe­rar un resul­ta­do dife­ren­te”, es argu­men­to ofi­cial del Pre­si­den­te para jus­ti­fi­car la nue­va polí­ti­ca. Se tra­ta, pues, de cam­biar las tác­ti­cas para con­se­guir el mis­mo obje­ti­vo que es pro­vo­car el cam­bio en el sis­te­ma polí­ti­co cubano en favor de sus intere­ses, esta vez median­te el uso del poder blan­do: rela­cio­nes polí­ti­cas, eco­nó­mi­cas, socia­les y cul­tu­ra­les, para «con­quis­tar el cas­ti­llo des­de su inte­rior”. Des­de el derrum­be de la URSS has­ta hace poco, Washing­ton ya no podía seña­lar a Cuba como una ame­na­za a su segu­ri­dad nacio­nal. Las cosas cam­bian cuan­do Rusia y Chi­na se reen­cuen­tran con los vie­jos com­pa­ñe­ros cuba­nos y empie­zan a ampliar sus lazos a todos los nive­les y ante la mira­da aten­ta del Coman­do Con­jun­to de Ope­ra­cio­nes Espe­cia­les del Pen­tá­gono, con la sede en Flo­ri­da. Que no haya impues­to a Cuba nin­gún con­di­ción para dar este paso (al con­tra­rio de las exi­gen­cias plan­tea­das a Irán o a Rusia para levan­tar las san­cio­nes), se debe a esta preo­cu­pa­ción y tam­bién a que Haba­na tam­po­co moría de ganas y de nece­si­dad para ver­se obli­ga­da a acep­tar­la, aun­que la pren­sa demó­cra­ta ‑con el fin de cal­mar las crí­ti­cas- afir­me el com­pro­mi­so de los cuba­nos en res­tau­rar el capi­ta­lis­mo como el pre­cio a pagar por el fin del bloqueo.

Los tres nive­les de las razo­nes “no oficiales”

A. En el con­tex­to de la polí­ti­ca inter­na de EEUU, han influi­do los siguien­tes fac­to­res en la toma de tal deci­sión por Oba­ma y en estos momentos:

1. La per­te­nen­cia del pro­pio pre­si­den­te a la corrien­te de polí­ti­cos que admi­ten la deca­den­cia del impe­rio y la exis­ten­cia de un nue­vo orden mul­ti­po­lar, opo­nién­do­se a los hal­co­nes ves­ti­dos de arma­du­ra y ancla­dos en la fac­ción de ver­se como la úni­ca y todo­po­de­ro­sa super­po­ten­cia. Ya en 2004 sien­do sena­dor cri­ti­có el embargo

2. Que lo haya hecho a poco de dejar su car­go y no duran­te los pri­me­ros 6 años de su man­da­to, es por­que no tie­ne nada que per­der: Entra­rá en la his­to­ria sin pagar nin­gún cos­to político.

3. La impo­si­bi­li­dad de encon­trar o crear un líder caris­má­ti­co entre los opo­si­to­res exi­lia­dos capaz de pro­vo­car un levan­ta­mien­to en Cuba: pues las rebe­lio­nes popu­la­res sur­gen y triun­fan sobre fun­da­men­tos obje­ti­vos y no por la elo­cuen­cia de sal­va­do­res vario­pin­tos. Ade­más, las san­cio­nes incre­men­ta­ban los sen­ti­mien­to anti­es­ta­dou­ni­den­se del pue­blo cubano, y tam­bién la legi­ti­mi­dad de su gobierno. Esta medi­da está apo­ya­da inclu­so por la mayo­ría de los exi­lia­dos cuba­nos que así podrán ampliar sus lazos con la Isla.

4. Así, pre­ten­de estar pre­sen­te en Haba­na cuan­do suce­da el cam­bio gene­ra­cio­nal de sus líde­res y poder influir sobre ellos des­de dentro.

5. Para la opi­nión publi­ca esta­dou­ni­den­ses, este ges­to hacia el vecino cubano es más impor­tan­te que los desas­tres que ha deja­do en Irak, Afga­nis­tán, Pakis­tán, Yemen, Ucra­nia o Siria. Ade­más, así ali­via la decep­ción de los votan­tes demó­cra­tas por el incum­pli­mien­to de sus pro­me­sas elec­to­ra­les en la polí­ti­ca exterior.

B. En el con­tex­to de la polí­ti­ca regional:

1. Tras el fra­ca­so de la estra­te­gia de ”Regre­so a Asia” para con­te­ner a Chi­na, haber sido arras­tra­do a las gue­rras de Orien­te Pró­xi­mo, y el sur­gi­mien­to de gobier­nos de izquier­da en varios paí­ses de la región, Oba­ma ha deci­di­do “Regre­sar a Amé­ri­ca” para recu­pe­rar la influen­cia debi­li­ta­da sobre los cien­tos de millo­nes de almas de Amé­ri­ca. Va a des­em­pol­van­do la Doc­tri­na Mon­roe para apli­car­la a su mane­ra a pesar de que John Kerry dije­ra el año pasa­do que esta Doc­tri­na había muer­to (tam­bién dije­ron lo de “sali­mos de Irak, de Afga­nis­tán, y cerra­re­mos el Guantánamo”).

2. Las fuer­tes y con­ti­nuas pre­sio­nes de los paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos a Washing­ton: por fin con­si­guie­ron que Cuba esté pre­sen­te en la Cum­bre de las Américas.

3. La nece­si­dad de recu­pe­rar la pro­yec­ción hege­mó­ni­ca en una región en auge eco­nó­mi­co, y hacer­se con el con­trol de los gran­des pro­yec­tos de infra­es­truc­tu­ra, como el de la amplia­ción del Canal de Pana­má y las explo­ra­cio­nes petro­lí­fe­ras en el Gol­fo de Méxi­co. Hace cin­co meses pocos se ente­ra­ron que Mos­cú había con­do­na­do el 90% de los 26.000 millo­nes de euros de la deu­da Cuba con­traí­da con la Unión Sovié­ti­ca. 4. Recu­pe­rar a Vene­zue­la, y no solo median­te el “dum­ping” en los pre­cios de petró­leo (dise­ña­do con la com­pli­ci­dad de Ara­bia Sau­dí), o pro­vo­ca­cio­nes inter­nas, sino tam­bién pro­du­cir dis­tan­cia­mien­to entre Haba­na y Cara­cas. Cuba sigue repre­sen­tan­do la resis­ten­cia ante el impe­ria­lis­mo, y hay quien, inclu­so des­de la izquier­da, que lla­ma “clau­di­ca­ción y trac­ción” a la acer­ta­da polí­ti­ca de Habana.

5. Traer a Bra­sil a su esfe­ra y sacar­lo de los BRICS. Para los estra­te­gas de la Casa Blan­ca es inad­mi­si­ble que se des­ha­ga del dólar en sus tran­sac­cio­nes y enci­ma equi­pe a su ejér­ci­to con mil millo­nes de dóla­res de armas rusas.

C. En el con­tex­to internacional:

1. ¿Cuba a cam­bio de Cri­mea? Aun­que no ten­gan nada que ver, esta ini­cia­ti­va ha sido, sin duda, la juga­da más magis­tral de Oba­ma con­tra Chi­na y Rusia, quie­nes se habían atre­vi­do a entrar de lleno en el patio tra­se­ro de EEUU. Ha pasa­do des­aper­ci­bi­da la Reso­lu­ción 758 apro­ba­da en diciem­bre por el Con­gre­so de EEUU que ins­ta al gobierno y tam­bién a los paí­ses alia­dos a no solo armar a Ucra­nia sino a tomar medi­das mili­ta­res con­tra Rusia.

Mos­cú que se sien­te aco­rra­la­do, en unas manio­bras sin pre­ce­den­tes, exhi­bió el 31 de octu­bre pasa­do el vue­lo de sus cua­tro bom­bar­deos Tu-95 (equi­va­len­te a los B‑52- esta­dou­ni­den­ses), por el cie­lo de la OTAN, des­de Bál­ti­co has­ta Portugal.

2. ¿No es moti­vo de preo­cu­pa­ción para EEUU que Chi­na, el prin­ci­pal enemi­go del impe­rio para Oba­ma, se haya con­ver­ti­do en el segun­do socio comer­cial de Cuba (y de otros paí­ses lati­nos) y des­pués de nadie menos que Venezuela?

3. El temor a que el aumen­to de las rela­cio­nes chino-rusas con la región inclu­ya tam­bién su pre­sen­cia mili­tar. Res­ca­tan la memo­ria de la Cri­sis de los misi­les del 1962 para jus­ti­fi­car la difu­sión del mie­do. La pren­sa del 12 de noviem­bre resal­tó que el minis­tro de Defen­sa ruso, Ser­gei Shoi­gu, orga­ni­za patru­llas en las aguas del Gol­fo de Méxi­co, aun­que ha des­men­ti­do que Rusia vaya a reac­ti­var las ins­ta­la­cio­nes de espio­na­je elec­tró­ni­co de Lour­des (Cuba), el más poten­te cen­tro de escu­chas de la URSS en extran­je­ro para moni­to­rear las comu­ni­ca­cio­nes de EEUU, cerra­da en 2001 por pro­ble­mas finan­cie­ros y tam­bién por la pre­sión de Washington.

4. EEUU, que aho­ra dedi­ca pocos recur­sos en la defen­sa de sus fron­te­ras (mien­tras invier­te ingen­tes can­ti­da­des en des­es­ta­bi­li­zar las fron­te­ras de los demás, recu­rrien­do a la “Excep­cio­na­li­dad de EEUU”), se verá for­za­do a inver­tir dine­ro en ello y aumen­tar la mili­ta­ri­za­ción de la región, con­tra­pro­du­cen­te para atraer la con­fian­za de Esta­dos a los que pre­ten­de encandilar.

5.Obviamente, el peso de temor a per­der Lati­noa­mé­ri­ca es mucho mayor que el de hacer nego­cio con un peque­ño y pobre país (no se tra­ta de un Irán, de 80 millo­nes de con­su­mi­do­res y sus inmen­sas reser­vas de hidro­car­bu­ro). ¿Fue casual que un día antes de anun­ciar la bue­na noti­cia, Oba­ma ame­na­za­ra a Mos­cú con nue­vas sanciones?

6. Hace cin­co meses, cuan­do el derri­bo del avión mala­yo sobre Ucra­nia ocul­ta­ba el noti­ción de la gira de Vla­di­mir Putin por Amé­ri­ca Lati­na, pocos se ente­ra­ron que Mos­cú había con­do­na­do el 90% de los 26.000 millo­nes de euros de la deu­da Cuba con­traí­da con la Unión Sovié­ti­ca, y que fir­mó con Cuba impor­tan­tes con­tra­tos de inver­sión en la indus­tria petro­le­ra de la isla, la cons­truc­ción del nue­vo aero­puer­to de la capi­tal, la crea­ción de una com­pa­ñía aérea ruso-cuba­na, y coope­rar en la pro­duc­tos far­ma­céu­ti­cos, agri­cul­tu­ra, trans­por­te, mine­ría y el turis­mo. Pero aho­ra que Rusia (igual que Vene­zue­la) ha sido toca­da por la caí­da de los pre­cios del petró­leo y las san­cio­nes eco­nó­mi­cas y difí­cil­men­te pue­da cum­plir los acuer­dos, es cuan­do pien­sa lle­gar Mr. Marshall con sus millo­nes al país que empo­bre­ció previamente.

7. Para los rusos Cuba es más que una cues­tión geo­po­lí­ti­ca o de repu­tación, es una cues­tión sen­ti­men­tal. Y que aho­ra los esta­dou­ni­den­ses pre­ten­dan ocu­par su lugar en la Isla, creen que daña la ima­gen de Rusia.

Opi­nan Mos­cú y Pekín

Dmitry Rogo­zin, vice pri­mer minis­tro ruso, con­si­de­ra que la tác­ti­ca cal­cu­la­da del nue­vo enfo­que de la Casa Blan­ca aun sien­do posi­ti­vo para los cuba­nos no es más que un “abra­zo de oso” para estran­gu­lar a Cuba.

Chi­na ala­ba a Oba­ma por mos­trar ser el esta­dis­ta que con­vir­tió “un jue­go de nin­gún gana­dor en uno don­de todos ganan», y lo ve como el «lega­do más memo­ra­ble de su presidencia».

EEUU no apren­de de sus erro­res​Reco­no­cer que el blo­queo eco­nó­mi­co, comer­cial y finan­cie­ro con­tra Cuba no ha pro­vo­ca­do un levan­ta­mien­to popu­lar con­tra el gobierno socia­lis­ta no sig­ni­fi­ca que Washing­ton deja­ra de uti­li­zar esta tác­ti­ca –que según el dere­cho inter­na­cio­nal es una decla­ra­ción ile­gal de gue­rra con­tra una nación. Ni siquie­ra fun­cio­nó con­tra el gober­nó impo­pu­lar de Sad­dam Husein en Irak, y es impro­ba­ble que pro­vo­que cam­bios en las polí­ti­cas de Putin.

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Cuba, que le bene­fi­cia de la entra­da de tec­no­lo­gía y capi­tal esta­dou­ni­den­se ‑aho­ra que Rusia y Vene­zue­la están sufrien­do sabo­ta­je petrolífero‑, ni podía ni debe­ría per­der ésta opor­tu­ni­dad con el gobierno de Oba­ma: pues, los o las más beli­cis­tas ame­na­zan con ocu­par su Des­pa­cho Oval en 2016. Más allá de toda espe­cu­la­ción sobre el futu­ro de Cuba, hoy y vien­do las nacio­nes ente­ras que arden en el fue­go de gue­rras, lo pri­mor­dial es la defen­sa de la diplo­ma­cia en los con­flic­tos entre los Esta­dos. La paz es la con­di­ción pre­via para toda acción demo­crá­ti­ca. Es posi­ble que el pre­si­den­te Oba­ma con este “peque­ño” paso con Cuba este dan­do un paso gigan­te para con­se­guir el pre­mio gor­do de su polí­ti­ca exte­rior: Irán (y esto es el 18º moti­vo) . ¿Lo con­se­gui­rá? Lo con­ta­re­mos en el pró­xi­mo artículo.

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