Varios miles de personas marcharon en Ciudad de México este viernes al cumplirse tres meses de la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes, con sus padres al frente del contingente exigiendo justicia, constató la AFP.
Portando enormes fotografías de sus hijos desaparecidos colgando de sus cuellos, los padres de familia marcharon con algunos de sus compañeros de la escuela de Ayotzinapa (Guerrero, sur) y organizaciones campesinas por la emblemática avenida Reforma.
“¡¿Qué quiere Ayotzinapa?!”, preguntaba un líder campesino, “¡Justicia! ¡Justicia!”, respondía la muchedumbre.
Los manifestantes portaban una gigante bandera mexicana cuyos colores rojo y verde fueron sustituidos por el negro.
“La violencia nos ha desgarrado a tal punto que ha desvanecido nuestras diferencias. Ya todos somos hermanos, todos los estudiantes somos uno“, dijo a la AFP Ramón Gutiérrez, estudiante del Instituto Politécnico Nacional.
“Han sido tres meses muy largos para nosotros y no hay nada”, dijo a la AFP Felipe de la Cruz, padre de uno de los estudiantes, al asegurar que para ellos “no habrá cansancio, ni desánimo” en el reclamo de sus hijos.
“Estamos como en el primer día, con toda la energía para seguir buscando a los muchachos“, añadió De la Cruz, vocero de los familiares de los estudiantes desaparecidos la noche del 26 de septiembre tras haber sido brutalmente atacados por sicarios y policías corruptos municipales en Iguala, estado de Guerrero.
Este crimen, que ha estremecido a la sociedad mexicana y al mundo, ha detonado multitudinarias protestas, y la peor crisis en dos años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
El mandatario envió el 24 de diciembre un mensaje a la nación en el que pidió unión entre los mexicanos.
“Éste es el momento de construir, no para destruir; el momento de unir, no para dividir. El momento de fortalecer nuestras instituciones, no para debilitarlas; el momento de pensar en soluciones y de trabajar por México”, dijo.
Según la fiscalía, los estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa fueron entregados por los policía municipales de Iguala y la vecina comunidad de Cocula a integrantes del cartel de Guerrero Unidos, que los habrían asesinado e incinerado.
Únicamente los restos de uno de los 43 jóvenes han sido identificados con pruebas de ADN en un prestigioso laboratorio de Austria.
(Con información de AFP)