Mucho han cambiado las cosas en los últimos tiempos en Euskal Herria, pero la situación que sufren los presos y exiliados políticos vascos no es una de ellas.
Los Estados francés y, especialmente, el español siguen adelante con su estrategia represiva, continúan anclados en la condena y criminalización de las luchas de los movimientos populares, persisten en negar la existencia de presos políticos en sus cárceles, etc.
Dándose un barniz de “estado de derecho”, el Estado español no reconoce presos políticos ni de conciencia en su seno pero, sin embargo, aplica para ellos una legislación de excepción cuyas consecuencias más visibles son la dispersión y el alargamiento de penas de manera discrecional.
Tal y como planteamos en el punto primero de 
La lucha por la amnistía tiene un profundo calado democrático, por ello hacemos un llamamiento al conjunto del Pueblo Trabajador a no cesar en la lucha por la amnistía y a acudir el próximo sábado, 10 de enero a Bilbao, a la manifestación convocada por Sare y a todas las movilizaciones que se den a favor del colectivo de presos y exiliados vascos.
