Resumen Latinoamericano /Revista Insurrección, 31 de mayo de 2015 - La histórica reunión entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional en cabeza de sus máximos comandantes, se llevó a cabo en La Habana con el propósito de seguir avanzando en la coordinación de diversos aspectos, en el camino de la construcción de un país en paz con justicia social.
Este encuentro permitió socializar las conclusiones de nuestro Quinto Congreso Nacional, así como los principales retos y propuestas planteados por las FARC para este periodo. Concordamos en la importancia del arraigo de ambos procesos insurgentes en la sociedad colombiana y en la ratificación de la vigencia de la lucha por el socialismo y la paz.
Confluimos en la necesidad de construir un gobierno democrático y popular, que coloque en primer lugar los intereses de Colombia y que aporte al desarrollo de un camino propio latinoamericano, junto con el resto de pueblos hermanos del continente
Avanzamos en especificar tareas para la construcción de la unidad del movimiento popular y revolucionario en Colombia, que en el desarrollo de la solución política del conflicto se concreta en el propósito de avanzar en las dos mesas de diálogo, dentro de una visión común de paz.
Asumimos el reto de un proceso de paz, con la responsabilidad y compromiso histórico que se requieren, teniendo siempre en perspectiva la necesidad de desarrollar una agenda seria de negociación, que no genere falsas expectativas en la sociedad y que apunte al tratamiento de las causas estructurales que generaron el levantamiento armado.
Coincidimos las dos organizaciones, que un proceso de paz exitoso, sólo será posible mediante un gran ejercicio de participación popular y ciudadana, que impulse desde la organización y la movilización los cambios necesarios que sustenten la paz en la justicia y la equidad social; tomando distancia de una paz exprés, como proceso de sometimiento de la insurgencia.
La realización de este encuentro contó con el apoyo de países garantes y acompañantes de las dos mesas de diálogo, dentro del aporte que han venido haciendo desde el inicio de este proceso de paz. Acompañamiento y soporte que ambas fuerzas valoramos altamente.
La realización de este encuentro de los comandantes, Timoleón Jiménez y Nicolás Rodríguez, ha desatado las controversias propias de los sectores de la derecha y extrema derecha, opuestos desde siempre a buscar una solución política del conflicto; esta división del régimen frente a tomar el camino de la paz, evidencia el poco sustento que tendrían los futuros acuerdos, a que podamos llegar con el gobierno de Santos.
Mantenemos la plena voluntad de seguir en la construcción de un diálogo, que permita superar el alzamiento armado; que inaugure un nuevo capítulo en la lucha por el poder, en el que no se usen la fuerza y las armas en el trato de conflictos entre colombianos